No, no se trata de un reloj forrado con diamantes ni nada parecido. Estamos ante el Patek Philippe 3939A, que aúna en su calibre dos de las complicaciones más valoradas en el mundo de la relojería: El Tourbillon y la Repetición de Minutos.
Acceder a este reloj del catálogo de Patek, es misión imposible para la casi totalidad de los humanos, incluso de los extraterrestres si existen. Pero no penséis que es una cuestión de precio, que evidentemente es estratosférico. Se debe a la muy acertada política de Patek para sus grandes piezas.
Para adquirir un Patek de este nivel, hay que cumplir varios requisitos. El primero es evidentemente contar con el dinero para pagarlo. El segundo es ser poseedor de una colección respetable de relojes Patek Philippe, entre los que deben encontrarse piezas de muy alto nivel. El tercero es tener un historial inmaculado de venta de relojes, es decir, haber demostrado a lo largo de los años, que no se especula con estos relojes. El cuarto es apuntarse a una lista de espera, solicitud que debe ser aprobada previamente por Patek Philippe.
Compradores que cumplen el primer requisito y que desean este Patek, los hay a miles. Que cumplan el segundo y tercer requisito hay muy pocos. Que además tengan la paciencia de probablemente esperar decenios antes de la entrega de esta obra de arte, aun hay menos. Por ello, cuando se produce un evento en el que teóricamente el comprador queda libre de los preceptos anteriores (salvo la disponibilidad económica) se desata una batalla pujante que supera el primer día de rebajas en unos grandes almacenes.
Efectivamente este es el caso de este Patek Philippe 3939A, que ha alcanzado la astronómica cifra de 1,4 millones de euros. El evento en cuestión, de periodicidad anual, es el denominado “Only Watch”. Se trata de una subasta benéfica que se celebra en Monaco con la finalidad de recaudar fondos para combatir la distrofia muscular. A este evento aportan piezas únicas la mayoría de manufacturas más importantes de la Alta relojería. De ahí la denominación de Only Watch.
Pues bien, si a lo anteriormente citado de un Patek 3939, se le añade una simple A a dicho código, las pesadillas inundan a la comunidad de coleccionistas y amantes de la relojería. ¿Que significa esta A?… significa que el modelo que referencian las cuatro cifras pertinentes está realizado con una caja de acero. Un hecho que solo se da en los Patek de gama más “baja”.
En este caso es cuando se da la paradoja de que el mismo reloj en acero se cotiza aproximadamente al doble de precio que su homologo en platino. Evidentemente el motivo es la rareza, cualidad siempre buscada y apreciada en el coleccionismo.
Admito que si cumpliera los requisitos mencionados estaría sin duda en las famosas listas de espera. Mi problema es que solo cumplo el tercero de ellos. De lo que si estoy seguro es que algún día conseguiré el modesto (en parámetros Patek) pero icónico 5711/1A.