El pasado jueves tuve el privilegio de asistir a la inauguración oficial para prensa de la nueva boutique de Cartier en Barcelona, concretamente en el nº 82 del Passeig de Gracia. Cartier ya contaba con una boutique en el mismo paseo, pero ya hace tiempo que buscaban un espacio de mayores dimensiones, algo complicado dada la demanda de locales en esta calle. Pero Cartier es Cartier… y lo han conseguido a lo grande, con un local de 1.600 m² y en una ubicación óptima, a un paso de La Pedrera. Como vecino tendrán a Suarez, lo que en mi opinión, dada su similar filosofía de atención al cliente e imagen, beneficiará a ambos.
De la superficie total del local, «solo» se utilizan 450 m² para exposición y atención al cliente, el resto se dedica a despachos y logística. El interiorismo has sido realizado por Ferran Tortosa siguiendo los últimos patrones estéticos de la firma creados por Bruno Moinard. Así, destacan los tonos cálidos de la madera y las alfombras, coronados por unas espléndidas lámparas de cristal.
El interior se divide por secciones claramente diferenciadas; relojería, alta relojería, joyería, alta joyería, marroquinería y accesorios. Además cuenta con un espacio privado que se puede aislar visualmente mediante una puerta corredera, donde se atenderá a los clientes más celosos de su intimidad.
Al evento asistió la plana mayor de Cartier en España, con su Director Olivier Gay a la cabeza. Le secundaron Simoneta Gómez-Acebo, Directora de Relaciones Públicas, Nicolas Helly, Director Retail (boutiques), Claudine Nectoux, Directora de la boutique de Barcelona, Idoya Maté Múgica del Departamento de Comunicación y Juan Carlos Oyanguren de Relaciones Públicas y Prensa. La mayoría de ellos ya buenos conocidos, especialmente los dos últimos que sufren nuestras constantes demandas.
En el posterior almuerzo con el que nos obsequió Cartier, pude refrendar el sincero interés de sus directivos por la opinión de terceros en cuanto a su productos y filosofía. La verdad es que ni me acuerdo de la magnífica gastronomía del Omm, ya que el intenso e interesante debate con Nicolas e Idoya me absorbió totalmente. Si para ellos puede ser importante nuestra opinión, para nosotros aun lo es más la suya. No es lo mismo el discurso oficial de las notas de prensa que emiten las marcas que charlar sobre relojería con las personas que en mayor o menor medida dictan sus estrategias y políticas.
Después de muchos años, tuve la oportunidad de probarme de nuevo el Tank Americaine. Ya no recordaba el embrujo que crea esta pieza una vez ceñida en la muñeca. Como la mayoría de relojes, y los Tank en especial, por muy buenas que sean las imágenes que veamos de ellos, no hacen ni remotamente justicia a la realidad. Aun hay quien minusvalora a Cartier como marca relojera, algo un tanto osado teniendo en cuenta que hablamos del creador del primer reloj de pulsera diseñado expresamente para ello.
