En 1996, Chopard volvió a sus orígenes al fundar su manufactura en la población de Fleurier, en pleno Jura suizo, dedicada a la producción de sus movimientos mecánicos de alta relojería L.U.C., acrónimo de Louis-Ulysse Chopard en honor al fundador de la firma en 1860. Después de años de investigación y desarrollo, lanzó en 1997 el primer movimiento «in-house», el maravilloso calibre 1.96 que latía en el interior del L.U.C. 1860. En estos 18 años, la producción de movimientos propios se ha visto incrementada hasta los 19 calibre actuales, todos ellos fabricados a mano. Debido a ello, Chopard produce anualmente menos de 5.000 movimientos.
Para el resto de la producción, la firma se surte principalmente de ebauches suministrados por el Grupo Swatch. Sin embargo, el suministro de movimientos mecánicos en Suiza cada vez se complica más, por lo que, a pesar de mantener buenas relaciones con el gigante fundado por Nicolas Hayek, la supervivencia a largo plazo de Chopard pasa por disminuir su dependencia del suministro externo. Por tanto, la clave reside en desarrollar su capacidad de producción de movimiento mecánicos destinados a sus colecciones de más volumen, entre las que no se encuentra, evidentemente, la linea de alta relojería L.U.C.
En 2007, con la adquisición del edificio de la Rue des Moulins 24, puso la primera piedra hacia la integración vertical de sus procesos industriales de fabricación. Desde su creación en 2008, el grupo Chopard ha invertido más de 25 millones de CHF en Fleurier Ebauches, su nueva herramienta de producción industrial.
En sus 5.100 m2 de superficie de producción, integra cuatro fases de fabricación: la fabricación industrial, la decoración, el guarnecido y el ensamblado. Máquinas CNC de última generación y actualmente 20 técnicos cimientan una consistente alternativa a ETA para consumo interno con la intervención de la mano del hombre únicamente en aquellos procesos estrictamente necesarios.
En Fleurier Ebauches los trabajos de decoración como el perlado, «soleillage» o «Côtes de Genève», a diferencia de Chopard Manufacture, son efectuados en serie mediante máquinas automáticas, al igual que la fabricación de los puentes y platinas de latón, el guarnecido o el ensamblaje.
Una parte del edificio es utilizado por Chopard como centro de formación destinado a los ocho aprendices de relojero de la Manufactura, situada a escasos diez minutos a pie, y a impartir los cursos formativos a empleados de la marca que acuden de todos los rincones del mundo.
La evolución de la producción de Fleurier Ebauches ha sido constante: de los 5.000 movimientos producidos en 2012 se pasará a los 7.000 en el presente año, aunque el gran salto se espera para dentro de dos años, cuando se prevé una producción de 15.000 movimientos.
Tres años después de su inauguración, ya ha conseguido producir seis movimientos diferentes basados en dos calibres de base, un cronógrafo flyback automático, y un movimiento automático, y dos tipos de acabado, satinado «soleil» y puentes perforados. Estos movimientos y acabados han sido implementados en los modelos siguientes, algunos de ellos presentados en recientemente celebrada feria de Baselworld, como los Superfast o el Imperiale Joaillerie Améthyste:
Colección Superfast
- Automatic cal. 01.01-M: horas, minutos, segundero central y fecha.
- Power Control cal. 01.02-M: horas, minutos, segundero central, fecha e indicador de reserva de marcha.
- Chrono cal. 03.05-M: horas, minutos, pequeño segundero, cronógrafo flyback y fecha.
Colección Classic
- Manufacture cal. 01.04-C: horas, minutos, segundero pequeño y fecha.
Colección Imperiale
- 01.01-C: horas, minutos, segundero central y fecha.
- 01.03-C: horas y minutos.
Respecto a los acabados, la colección Superfast presenta los puentes perforados, mientras que los Classic y la Imperiable presenta acabado satinado «soleil».
Dieciocho años después de la fundación de su Manufactura, Chopard se asienta con fuerza y se convierte en una clara alternativa a firmas con más pedigrí e historia relojera. Y si con la colección L.U.C. se sitúa en primera línea de la alta relojería por méritos propios, los movimientos nacidos en Fleurier Ebauches permitirán a la marca asegurar el futuro de sus colecciones más productivas. El futuro de Chopard se augura ciertamente prometedor.
