H. Moser lanzó en 2015 la colección Pioneer como su línea de entrada más deportiva y polivalente. El básico Centre Seconds se ha complementado con complicaciones tan reseñables como el tourbillon, el calendario perpetuo o el espectacular Cylindrical Tourbillon Skeleton. El año pasado vio reducido su tamaño a 40 mm, lo que le proporcionada una mayor elegancia y ergonomía. Ahora, H. Moser suma una nueva referencia que implementa una nueva complicación con el Pioneer Retrograde Seconds.
Una complicación retrógrada implica a cualquier manecilla o indicador que se mueve a lo largo de una trayectoria específica y retrocede al punto de partida cuando llega al final de la indicación para iniciar un nuevo registro. Sin utilidad práctica, la complicación de segundos retrógrados es meramente estética, agregando dinamismo a la esfera sin aumentar drásticamente la complejidad mecánica del reloj. En el caso del Pioneer Retrograde Seconds, la manecilla se mueve a lo largo de la escala de 30 segundos,
Bajo la referencia 3250-1200, el Pioneer Retrograde Seconds debuta con una esfera «fumé» en que el azul degrada a negro hacia su perímetro. Los índices horarios aplicados tienen dots luminiscentes dispuestos en el realce que rodea la esfera, mientras las manecillas hoja semi esqueletadas en forma de hoja de horas y minutos incluyen aplicación de Super-LumiNova. De cara a mostrar la complicación en todo su esplendor, el indicador de 30 segundos ocupa gran parte el hemisferio sur en un gran arco a las 6 horas. Diseñado como un velocímetro, la aguja avanza a lo largo del contador y vuelve a su posición inicial al llegar al final del recorrido.
Además de la animación de la aguja retrógrada, el mecanismo de la complicación se revela en la esfera con su doble leva caracol. Al final de cada ciclo, libera la energía almacenada por el espiral (visible debajo del eje del segundero), con un soporte montado en la platina principal. El bastidor, también visible debajo del puente, coloca la aguja con precisión en la escala y libera la energía de un solo golpe. El puente esqueletizado es similar a los puentes de tourbillon de H. Moser, mientras que un disco bitonal debajo del caracol nos indica si el reloj está en el primer o segundo período de 30 segundos del ciclo completo de un minuto.
La caja de acero del Pioneer mide 42,8 mm de diámetro y 14,2 mm de grosor, incluido el cristal de zafiro abovedado. Una seña de identidad del Pioneer son las cuatro hendiduras que presenta la carrura, con una decoración acanalada como las rejillas de ventilación de un automóvil. Su hermeticidad alcanza los 120 metros y se entrega con una correa de caucho azul, con una correa de piel de aligátor o una pulsera de acero.
H. Moser & Cie. utiliza la base del calibre HMC 201 para sumarle un módulo de segundos retrógrado fabricado por Agenhor. El movimiento resultante es el HMC 250, un mecanismo de remonte automático que late a una frecuencia de a 3 Hz y ofrece una reserva de marcha de 72 horas. Decorados con un acabado antracita y las rayas dobles características de Moser, los puentes y el rotor esqueletizados ofrecen una vista sin obstáculos, incluido el gran volante.
La legibilidad y el aspecto atractivo son características distintivas de la esfera Pioneer, unas virtudes que se mantienen en este reloj a pesar de la adición de la complicación de segundos retrógrados. Su precio de 19.900 CHF, aunque alto, sigue estando en el rango de la marca, y se postula como una de sus creaciones más asequibles.