Con el Traditionnelle Tourbillon High Jewellery, Vacheron Constantin sigue el patrón habitual de novedades de relojes joya presentados en esta época navideña, aunque lo hace a un nivel estratosférico. Curiosamente, el patrón es muy parecido al Breguet Classique Tourbillon 3358 que vimos el 5 de diciembre pasado (artículo); movimiento con regulador tourbillon y un engaste total de diamantes, lo que le califica como una pieza de Alta Relojería y Alta Joyería.
Kalla (1980) y Kallista (1979)
Este tipo de reloj no es nuevo en Vacheron Constantin, como no lo es casi nada en una firma con 269 años de historia. La imagen superior nos muestra el Kalla y el Kallista, creados en 1980 y 1979 respectivamente, cuyo espectacular engaste de diamantes talla baguette les convierte en los claros precursores del Vacheron Constantin Traditionnelle Tourbillon High Jewellery protagonista de este artículo. El último descendiente de esta saga, el Lady Kalla, lo hemos visto aparecer en el salón Watches and Wonders de este mismo año (artículo).
El Traditionnelle Tourbillon High Jewellery que ahora nos presenta Vacheron Constantin abandona el rectángulo como figura geométrica de base para su caja y recurre a la más convencional forma redonda. Lo que no abandona es el espectacular engastado con diamantes baguette, el tipo de talla que encontramos en los relojes joya más elitistas. El tamaño de dicha caja es de 41 mm de diámetro por 12,46 mm de grosor y está realizada con oro blanco.
La carrura, el bisel y las asas, están decoradas con un engaste de 144 diamantes talla baguette. Este tipo de gema y de talla se extiende también a su esfera, donde solo queda libre de engaste el tourbillon, visible a través de una gran apertura circular ubicada en el centro en su zona inferior, a la altura de las 6 horas.
Además del impresionante número y tamaño de los diamantes, es importante señalar que están dispuestos de forma radial, cuyo eje de partida es el tourbillon. Para conseguir este efecto, las piedras crecen de tamaño a medida que se alejan de él, creando un espectacular efecto tridimensional que produce la sensación de que el tourbillon está situado en el fondo de un cráter de diamantes.
Por si todo lo descrito fuera poco, Vacheron Constantin opta por un «engaste invisible» para fijar los diamantes. Esta técnica, que consiste en prescindir de las características garras que se tallan en el metal para sustentar las piedras, genera el misterio de simular que las gemas se sustentan por arte de magia. Para conseguir este efecto se tallan unos railes en los cuales se emplazarán las piedras mediante una ranura que se talla en su culet (la faceta inferior). Obviamente, esta técnica requiere muchas horas de trabajo adicional y de una precisión en el tallado solo al alcance de los grandes maestros de esta especialidad.
El mecanismo que da vida al Traditionnelle Tourbillon High Jewellery es el Calibre 2160. Se trata de un movimiento con regulador tourbillon, desarrollado por Vacheron Constantin, cuyo volante oscila a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora y proporciona una importante reserva de marcha de 80 horas. Su método de carga es automático, generado por una elegante masa oscilante perimetral en forma de segmento. Puesto que se implementa a su mismo nivel, la gran ventaja de este tipo de rotor es que no incrementa la altura del movimiento. El Calibre 2160 ostenta el sello de calidad «Punzón de Ginebra».
Vacheron Constantin anuncia que el Traditionnelle Tourbillon High Jewellery solo estará disponible en las boutiques oficiales de la marca. No se limita oficialmente el número de ejemplares producidos, aunque la complejidad de su elaboración restringirá la cantidad de relojes que llegarán al mercado. Como es habitual en este tipo de piezas, su precio solo se facilitará bajo consulta previa.
