Pocas veces vemos como Urwerk se aleja de su habitual estética oscura (predominantement e negra, gris o como mucho metálica) para diseñar sus cajas. Una de las escasas excepciones es el EMC TimeHunter Stormtrooper de 2020: fabricado en cerámica, fue el primer Urwerk de color blanco. Y no ha sido hasta ahora cuando la firma ginebrina ha recurrido de nuevo a la luminosidad del blanco para su última creación, el UR-230 Polaris, una nueva versión del UR-230 Eagle presentado a finales del año pasado.
El UR-230 original presentaba una caja de carbono TPT con una cubierta de carbono con bisagras que cubría parte del cristal de zafiro. Sus medidas son las mismas, con 44,81 mm de ancho, 53,55 mm de largo y 18,38 mm de grosor. A diferencia de su predecesor, el UR-230 Polaris prescinde de la cubierta móvil que protegía el cristal de zafiro, un detalle que personalmente agradezco, ya que permite la visión permanente del hipnótico sistema satelital.
Sin embargo, la estrella es su calibre UR-7.30 con la característica complicación satelital de Urwerk. El carrusel de titanio de tres brazos lleva en sus extremos prismas trapezoidales giratorios, cada uno de los cuales muestra cuatro horas en numerales arábigos. Una vez incrustado el prisma que muestra la hora correcta en la gran manecilla retrógrada de aluminio, inicia su recorrido rotacional señalando la indicación sobre la escala de 60 minutos dispuesta a lo largo de un arco de 120 grados situado en la parte inferior y enfocado hacia el observador. Al finalizar la hora, el puntero de los minutos retrocede al inicio de la escala para ser recogido por la siguiente hora indicada en la cara superior del prisma entrante.
Urwerk garantiza la protección del nuevo calibre UR-7.30 mediante dos conjuntos de turbinas; el primero está dedicado a atenuar el impacto de cualquier impacto externo, garantizando la robustez y durabilidad del reloj, mientras que el segundo controla el flujo de aire que alimenta el sistema de cuerda. La fuerza de este “freno de aire”, diseñado para modular la potencia de cuerda según los niveles de actividad del usuario, se puede ajustar mediante una perilla giratoria en la parte posterior del reloj. Sin embargo, podemos cambiar fácilmente al modo de cuerda manual mediante el segundo interruptor opuesto al primero, que desactiva completamente el rotor. Los ajustes de ambas funciones se indican mediante dos indicadores simétricos semi circulares a las 11 y 1 horas en la esfera.
Todo esto no es ninguna novedad para el UR-230 Polaris, que mantiene exactamente su misma arquitectura. La gran y visible diferencia es el color blanco de su caja, elaborada con un compuesto estratificado a base de cerámica. Su base de polímero blanco alberga láminas de cerámica tejida, entrelazadas con capas de fibra de vidrio. Utilizado en las industrias aeroespacial, médica y, a partir de ahora, relojera, este nuevo material de alto rendimiento combina las ventajas de cada uno de sus componentes y mejorando su resistencia estructural: ofrece la dureza de la cerámica a la vez que minimiza su fragilidad. El material no es completamente uniforme en cuanto a color y textura, que cambia según el ángulo de la luz, pasando de un mate puro a un brillo muy leve. Al mecanizar la caja hasta lograr su forma compleja, se revelan las capas finamente apiladas, con un efecto variable según la curva y el ángulo.
Este look níveo distingue claramente el UR-230 Polaris dentro del catálogo de la marca. La mayoría de los relojes Urwerk tienen un aspecto siniestro y oscuro, pero el nuevo miembro aparece nítido como una capa de nieve recién caída. según comenta Martin Frei, director artístico y cofundador de URWERK, “la caja blanca por fuera y el movimiento negro del UR-230 Polaris, especialmente con una correa blanca, recuerdan mucho a la estética de 2001: Odisea del espacio. Son un guiño a los impresionantes diseños de escenarios de Kubrick y a la icónica nave espacial Discovery 1. Este diseño también hace alusión a toda la estética del Apolo 11 creada por la NASA, donde se utilizó el color blanco como escudo térmico, un requisito absoluto para vivir en el espacio. Este reloj no solo es elegante, sino que también luce el estilo de la NASA por todas partes”.
Debo decir que el UR-230 Polaris me gusta mucho. Me fascina el dinámico impacto visual de la gran caja blanca en contraste con la esfera negra con su espectacular sistema satelital. Los pequeños detalles en rojo destacan agradablemente sobre el desaturado look general blanco y negro. Y cabe destacar la correa de caucho vulcanizado blanco con cierre de velcro, el complemento ideal para este reloj. Urwerk fabricará solo 35 unidades, y su precio de venta es de 150.000 CHF antes de impuestos.