El Año Nuevo Chino es una efeméride especial para muchas de las marcas firmas de la industria relojera, ya que es una oportunidad de mercadotecnia enfocada al valioso mercado oriental mediante el lanzamiento de ediciones especiales y limitadas dedicadas. Para algunas como Chopard es ya una tradición anual, mientras que para otras como Oris, a la llegada del Año Nuevo Chino se le añade el cierre del 120º aniversario de su fundación. Uniendo ambas celebraciones, la firma de Hölstein presenta el ProPilot X Year of the Snake, una edición limitada a 88 piezas que fusiona la innovación del ProPilot X Calibre 115 con la simbología del animal zodiacal chino.
Además de ser un reloj deportivo verdaderamente original, el ProPilot X Calibre 115 es un ejemplo de cómo una marca de relojes moderna debe ascender a la alta gama. En lugar de seguir las tendencias y crear una versión lujosa de lo que ya tienen o una reedición vintage, Oris creó en 2019 algo claramente bien pensado que es drásticamente diferente y novedosa respecto su colección habitual liderada por los Aquis y los Sixty-Five y Big Crown. Me encanta su diseño angular y arquitectónico, marcado por su construcción deliberada alrededor del movimiento Calibre 115, un mecanismo de remonte manual con una excepcional reserva de marcha de 10 días. Si el esqueletado supuso un punto de partida extremo, el lanzamiento del más tradicional y discreto Propilot X Calibre 400 de 39 mm supuso poder llegar a un público más amplio.
Pero volvamos a la versión que hoy nos ocupa, el ProPilot X Year of the Snake. Estamos ante un modelo prácticamente igual al ProPilot X Calibre 115 de 2019, al que simplemente se le han añadido algunos detalles para singularizarlo. Por suerte, las referencia al Año Nuevo Chino son sumamente discretas, limitándose a un simple detalle en la esfera y al grabado del anillo de la trasera. La caja de 44 mm, al igual que su brazalete integrado, está completamente fabricada en titanio. Sus formas están dominadas por líneas rectas: asas, carrura, eslabones del brazalete y protectores de corona. Además de esta rectilineidad, el elemento que más destaca es su bisel con un estriado inclinado que se inspira en los álabes de la turbina de un avión, un diseño que se repite en la trasera, la corona y en el realce perimetral de la esfera, esta vez en sentido contrario.
A pesar de su esqueletado, la esfera resulta bastante legible. Ello se debe tanto a las grandes manecillas horarias con abundante Super-LumiNova, como al hecho de implementar una tradicional escala de horas y minutos. Esta arquitectura ha reducido la esfera al anillo perimetral al que se le unen un doble puente central simétrico, el gran anillo de la indicación de reserva de marcha a las 3 horas y el del pequeño segundero entre las 7 y las 8. Y es precisamente esta estructura esqueletada la que le confiere una inevitable singularidad, ya que es de color cian (o verde azulado, como queráis definirlo). El contraste logrado con el monocromatismo gris de la caja y del mecanismo subyacente es realmente atractivo y dinámico. Cómo no, el otro foco de atención en la esfera es el muelle del gran barrilete a las 12 horas que suministra por sí solo los diez días de reserva de marcha.
Puede que se os haya pasado desapercibida la única referencia al Año Nuevo Chino, ya que es un pequeño elemento que palidece ante el espectáculo de la esfera cian y los engranajes del calibre 115: la manecilla dorada del indicador de la reserva de marcha es la representación de la silueta de una serpiente. Como hemos dicho anteriormente, la otra mención la encontramos en el anillo de titanio que encierra el zafiro de la trasera: el grabado de la leyenda «Year of the Snake».
La principal característica del calibre 115 es su reserva de marcha no lineal de 10 días proveniente del gran barrilete, recargado mediante remonte manual. No lineal significa que el indicador de reserva de marcha se mueve lentamente al principio para ir acelerándose a medida que se reduce el par del muelle, lo que le da al usuario mayor precisión sobre la parte final de la reserva de marcha. Este sistema patentado funciona con lo que Oris llama un «engranaje helicoidal». Este pequeño dispositivo mecánico controla la velocidad a la que el indicador se mueve alrededor de la esfera secundaria a las 3 en punto. El Calibre 115 puede funcionar hasta un par de días más allá de esos 10 días, aunque con una precisión notablemente comprometida.
El Oris ProPilot X Year of the Snake tendrá un precio de 8.000 €, el mismo que su hermano de colección con sus mismas características, pero con la diferencia de su colorido esqueletado y ser una edición limitada a 88 unidades.