Fabrizio Buonamassa de Bvlgari y Maximilian Büsser de MB&F, dos de los diseñadores más destacados de la industria relojera, se han unido para reinterpretar uno de los principales iconos de la firma italo-suiza, el Serpenti, el histórico reloj nacido en 1948. Su inconfundible diseño de cabeza de serpiente abandona el mundo femenino para volcarse en el ámbito masculino de las arquitectónicas Horological Machines creadas por Büsser con el Bvlgari x MB&F Serpenti. Se presenta en tres ediciones limitadas a 33 unidades en oro rosa, titanio o PVD negro, todas ellas adopta la evocativa forma de la cabeza de una serpiente, leyendo la hora a través de cúpulas giratorias ubicadas en los «ojos» de la criatura.
La colaboración es una muestra de la independencia de MB&F. A pesar de haber vendido una participación minoritaria de la empresa a Chanel el año pasado, MB&F está demostrando que todavía puede asociarse con marcas propiedad de LVMH, un importante rival de Chanel en numerosas categorías de lujo. Curiosamente, esta no es la primera vez que MB&F colabora con una marca de LVMH, ya que anteriormente había trabajó con L’Epée en numerosas ocasiones.
Büsser y Buonamassa llevan un cuarto de siglo involucrados en el diseño y la concepción de relojes. El primero fundó MB&F después de su paso por Harry Winston, mientras que el segundo se incorporó a Bvlgari en 2001. Büsser creó un laboratorio artístico y de microingeniería dedicado a diseñar y elaborar artesanalmente pequeñas series de relojes conceptuales radicales. Por el contrario, Buonamassa aceptó el reto de escribir el siguiente capítulo de la prolífica historia de Bvlgari con la ambición de reinterpretar su herencia estilística y cultural bajo un lenguaje contemporáneo, pero siguiendo en sintonía con el ADN de la marca. El enfoque hacia la innovación y la estética de Fabrizio ha dado lugar a diseños únicos, siendo unos de sus logros más destacados el desarrollo del aclamado Octo Finissimo.
El Bvlgari x MB&F Serpenti no es la primera colaboración entre ambos, un honor que recae en el lujoso MB&F x Bvlgari Legacy Machine FlyingT Allegra de 2021, pero es el primero que podríamos definir como reloj masculino y, si no, al menos una pieza con un atractivo más universal que la colorida obra de arte profusamente engastada con gemas y diamantes que era el Allegra. Siempre he apreciado el Bvlgari Serpenti, posiblemente el único reloj de reconocido éxito que rompe con el diseño convencional de brazalete. Por eso me intrigó ver que la colaboración de la marca con MB&F prescindiera del icónico brazalete en forma de espiral y se centrara en cambio en la cabeza de la serpiente inspirándose en el Serpenti Misteriosi.
Bvlgari afirma que se necesitaron cientos de bocetos y docenas de modelos impresos en 3D para llegar a la forma actual y encapsular la pequeña caja del Serpenti en una gran caja que pudiera contener un calibre creado por MB&F, con su volante suspendido que vimos por primera vez en el fascinante Legacy Machine Nº1 nacido en 2011. Para su diseño, se inspiraron en la HM 10 Bulldog y sus indicaciones de horas y minutos en dos esferas convexas que parecían ojos en la gigantesca forma abovedada de la «cabeza». Maximilian Büsser comenta que «en MB&F somos especialistas en la creación de «esculturas cinéticas que dan la hora», así que, sin duda, esta parte nos tocaba a nosotros. Y, aun así, el diseño en forma de animal de este reloj nos costó muchísimo, no solo por la caja, sino también en cuanto al movimiento».
La caja del Bvlgari x MB&F Serpenti es todo curvas, “combinadas para crear una pesadilla de mecanizado”. El dúo explica: “La compleja sinuosidad se extienden más allá del metal de la caja hasta los cinco cristales de zafiro, incluidos los ojos de la serpiente y la sección trasera multifacética, todos tratados con un revestimiento antirreflejos en ambos lados y que proporcionan grandes aberturas en el movimiento”. Büsser añade: “El diseño biomórfico de este reloj creó enormes desafíos (…). La intrincada caja está completamente mecanizada con fresadoras 3D de 5 ejes y alberga los cinco cristales de zafiro que no solo fueron extremadamente complicados de hacer, sino que también fueron igualmente difíciles de colocar debido a la naturaleza curva de la caja y al requisito de una estanqueidad de 30 metros”.
Bastará con echar un vistazo para ver que el diseño se inspira en las líneas de de los coches de los años 60, y no sólo por un parabrisas, ventanas laterales y una ventana trasera con lamas, sino también por el uso de curvas y formas que antaño se consideraban aerodinámicas. Un automóvil de motor central con un morro corto, un habitáculo adelantado y un compartimento motor que precede a las ruedas traseras. La parte trasera del reloj implementa un cristal de zafiro escalonado con forma de luneta trasera de un coche deportivo. “Como un automóvil, la vista es radicalmente diferente dependiendo de si lo admiras de frente, de lado, desde arriba, desde atrás… y todas esas vistas deben ser igualmente satisfactorias”.
Incluso el propio movimiento presenta elementos con un diseño similar a los de un motor, con las dos tapas ranuradas y lacadas que recuerdan claramente a la tapa de válvulas de un V12, o la parte trasera del mecanismo con el característico patrón hexagonal de los Serpenti. Los relojes Bvlgari x MB&F Serpenti están impulsados por un calibre de remonte manual que incorpora un gran volante suspendido de 14 mm y doble puente sobre las dos cúpulas de aluminio de horas y minutos, y una indicación de reserva de marcha de 45 horas en la parte posterior.
Su espectacular caja mide 39 mm de ancho, 53 mm de longitud y 18 mm de grosor. Si bien ciertamente no es un Octo Finissimo por sus grandes dimensiones, el Bvlgari x MB&F Serpenti parece un reloj hermosamente «ponible», y no solo comparándolo con la ergonomía las Horological Machine. Las líneas arqueadas desde la «parte trasera» del reloj (en lo que normalmente se consideraría las 12 en punto) se inclinan hacia un conjunto más estrecho hacia la «nariz» del Serpenti. Es posible que el diseño de la serpiente no sea tan evidente si lo vemos desde arriba, pero al mirar hacia abajo, desde la nariz, es particularmente obvio. Las dos coronas en la parte superior, que podrían interpretarse como ruedas traseras, tienen doble función. Además de su función como asas, la corona izquierda a las 11 sirve para dar cuerda, y la derecha a la 1 en punto permite la configuración horaria.
Un detalle sutil de su diseños que no he señalado todavía es que las asas acanaladas más cercanas a la punta del Serpenti simulan los colmillos. Dejando de lado esta similitud, su diseño ayuda a que el reloj sea más ergonómico al adaptarse mejor a la muñeca. Las tres ediciones limitadas a 33 piezas son realizadas en titanio, en acero con PVD negro y en oro rosa, con cúpulas y detalles en azul, rojo y verde respectivamente.
Como señala MB&F, solo se producirán entre seis y ocho relojes al mes, lo que significa que las 99 piezas tardarán más de un año en entregarse. Los tres modelos están emparejados con correas de caucho cosidas a mano a juego con un sistema de velcro y una hebilla de ardillón hecha del mismo material que la caja. Los Bvlgari x MB&F Serpenti en titanio o acero PVD tienen un precio (antes de impuestos) de 140.000 €, mientras que la versión en oro rosa sube hasta los 161.000 €.
