Erase una vez, hace muchas décadas, donde todas las marcas relojeras exhibían sus novedades del año en la feria de Basel. Llegó un día en que el creciente Grupo Richemont, junto con algún primer espada no perteneciente al grupo, como es Audemars Piguet, decidió que el planteamiento de Basel no era el óptimo para atender a sus clientes y a la prensa, o por lo menos fue la excusa oficial. La consecuencia fue dejar de exhibir en Basel y crear el Salón SIHH que, además de celebrarse en Ginebra, cambiaba el prenombre de Feria por el de Salón, toda un declaración de intenciones. El resultado es que ya hace bastantes años las principales marcas de Alta Relojería se han dividido en dos grupos claramente diferenciados; las que exhiben sus novedades en Baselworld y las que lo hacen en el SIHH.
Todo este galimatías no se limita a una división en cuanto al donde y cuando se presentan y exhiben las novedades. De hecho es solo la punta del iceberg de una cruenta guerra por dominar el mercado de la relojería mediante alianzas. No me extenderé mas sobre este tema, ya que daría para uno (o muchos) artículos dedicados, que quizás me plantee escribir algún día. Todo este lío de filias y fobias ha llegado al extremo, que me atrevo a calificar de infantiloide, de un intento mutuo de boicotear, o por lo menos desviar, la lógica atención mediática que merecen estos dos importantes eventos anuales. ¿Que tiene que ver todo esto con el Breguet protagonista de este artículo?… pues que casualmente, después de meses de sequía de novedades, se anuncia con menos de una semana de antelación a la celebración del SIHH, evento creado y gestionado oficialmente por la FHH (Fondation de la Haute Horlogerie) y en la realidad por el Grupo Richemont, el gran antagonista del Grupo Swatch que, en la realidad, es la cabeza visible de la organización de Baselworld, y al cual pertenece Breguet.
No se interprete toda esta perorata como una crítica a Breguet, pues de hecho, este Classique Tourbillon 5377 que nos anuncia, solo se diferencia del que presentó hace menos de un año en Baselworld, y del cual ya os hablamos en el pertinente artículo, por el material en que se realiza su caja, ahora en platino. El resto de características no varían en absoluto y por tanto se trata de una novedad menor. Mucho más impactante es la novedad, esta vez de gran peso, que acaba de anunciar Omega y de la cual os hablaremos en breve. A ello le podemos sumar anuncios similares de Ulysse Nardin, Chanel y otras muchas marcas que nos han inundado esta semana con comunicados de novedades, todas ellas «casualmente» exhibidoras clásicas de Baselworld.
Tampoco se interprete como una crítica a las marcas de Baselworld. Cuando falte una semana para la celebración de la feria de Basel, también casualmente, asistiremos a anuncios de más novedades (poco tiempo después del Salón de Ginebra) de las marcas que dentro de tres días exhibirán en el SIHH.
¿Tiene todo esto algo que ver con el Classique Tourbillon de Breguet?… pues en realidad no. Pero como no tiene mucho sentido repetirme sobre lo que ya he escrito sobre este excepcional reloj hace menos de un año, me ha servido como pretexto para desfogarme sobre esta práctica generalizada, salvo las serias excepciones de siempre, como pueden ser Patek Philippe o Rolex, que parece haberse establecido, y que repito me parece bastante infantiloide.