En general, un nuevo color de esfera no es una novedad muy significativa en Alta Relojería, pero si se aplica a modelos emblemáticos adquiere una importancia que puede ser muy relevante. Este es, en mi opinión, el caso de estas dos nuevas referencias con esfera azul en el catálogo de Girard-Perregaux.
Concretamente se trata del 1966 en su variante «solo hora» y del Vintage 1945 XXL con pequeño segundero. Ambos son relojes con movimientos de carga automática y sin grandes complicaciones. Se puede decir que son las variantes más básicas y estéticamente limpias de sus respectivas colecciones, y en consecuencia las más elegantes. Para esta nueva variante de esfera se ha elegido el 1966 con caja de oro rosa y, gran noticia, el Vintage 1945 con caja de acero.
Por regla general encontramos esferas blancas y sus declinaciones tonales que gradualmente se acercan al beige. En el otro extremo son habituales las esferas negras y sus degradaciones de gris. Últimamente también hemos visto diversos relojes con esfera marrón, aunque sigue siendo algo poco corriente. En relojes de corte elegante, el blanco y sus variantes incrementan su clasicismo. Negros y grises les otorgan un aire más polivalente en el caso de cajas de oro blanco, platino o acero e intensifican notablemente su presencia en combinación con cajas de oro rosa o amarillo.
El caso que nos comportan estos dos nuevos Girard-Peregaux, el de la esfera azul, aporta lo mejor de ambos mundos; contrasta con las cajas de color pero sin legar al límite de la esfera negra y convierte en más «especiales» las cajas de acero o metales nobles de tono similar. En este caso quizás soy un poco subjetivo ya que me confieso «fan» de las esferas azules, pero creo que si queremos un reloj de corte clásico y elegante que aporte el máximo de polivalencia estética, la esfera azul es la mejor opción. Esperemos que Girard-Perregaux extienda esta opción a otros modelos de estas colecciones.