Por lo que a mi opinión personal respecta, no tengo ninguna duda de que todos y cada uno de los modelos que integran la nueva Colección Aquatimer que IWC presentó el pasado mes de enero durante la celebración del SIHH, han sido concebidos sin perder de vista en ningún momento el uso que, supuestamente, debe ser dado a estos relojes-instrumento. No creo que sea necesario justificar el adverbio “supuestamente” ya que todos los aficionados a la Alta Relojería saben de sobras que ni todos los poseedores de un diver descenderán hasta las profundidades que la estanqueidad de su reloj permite ni todos los propietarios de un guardatiempos dotado de una regla de cálculo la utilizarán para el propósito para el que esta ha sido diseñada. En un porcentaje muy elevado de las ocasiones nos limitamos a conocer las prestaciones de nuestro reloj y con el placer de atesorarlo nos basta. Dicho esto y para minimizar los peros a esta introducción, sí, el modelo Aquatimer Perpetual Calendar Digital Day-Date es, probablemente, la pieza en la que la manufactura de Schaffhausen se ha permitido la licencia de implementar una de las complicaciones más importantes de la Alta Relojería en un guardatiempos en el que, según sea el criterio del observador y a priori, no es susceptible de albergarla.
En el extremo completamente contrario al comentado en las últimas líneas del párrafo anterior es donde personalmente ubicaría al reloj objeto de este artículo, el Aquatimer Deep Three. Ciertamente, no se me ocurre ningún otro tipo de reloj que no sea un diver en el que tenga sentido alguno implementar la complicación que este modelo presenta: un medidor de profundidad mecánico. De hecho, el Deep Three es la tercera generación de relojes con este tipo de medidor de IWC. Sus antecesores fueron el GST Deep One (ref. 3527) de 1999 y el Aquatimer Deep Two (ref. 3547) de 2009.
La evolución de esta saga de relojes de buceo tiene su justificación y, de hecho, cada una de las versiones ha mejorado en algún aspecto a su predecesor a nivel de prestaciones focalizadas, básicamente, en el bisel giratorio, la construcción del medidor de profundidad y, finalmente, la indicación de los segundos.
Hablemos primero del bisel giratorio. El primogénito de la serie, el GST, montaba un bisel giratorio interior el cual se activaba mediante una corona ubicada a las dos en la carrura de la caja. La principal ventaja ofrecida por este sistema era la protección frente a los agentes externos como la suciedad, el polvo, las ralladuras o la agresividad de los ambientes marinos, que recibían tanto la escala grabada en este bisel interno así como el tratamiento luminiscente aplicado. Pero también existía una desventaja importante debido a que la corona era difícil de manipular con los guantes de buceo. Y llegó el Deep Two para solucionar este problema de accionamiento mediante la implementación de un bisel giratorio unidireccional exterior que facilitaba el agarre y manipulación aún con el uso de los guantes. Con un sentido de giro únicamente antihorario para evitar errores fatales en la seguridad de los buzos por una manipulación accidental, este sistema exponía al bisel a todos los riesgos de desgaste frente a los que el Deep One lo había protegido.
El Deep Three reúne todas las ventajas de ambos sistemas eliminando los inconvenientes que estos presentaban a través de un bisel interno-externo de giro también unidireccional antihorario dotado del sistema SafeDive de IWC. De este modo, la manipulación se realiza mediante el bisel externo que, a través de un mecanismo de embrague situado en la carrura de la caja, transmite su movimiento a un segundo bisel interno responsable de acoger la escala de inmersión con su correspondiente tratamiento luminiscente. Fácil manipulación, máxima protección.
Pasemos ahora a la construcción del medidor de profundidad a la vez que comentamos el tema relativo al segundero. Y es que ambos aspectos están relacionados y deben ser expuestos de manera simultánea. En el caso del Deep One, el medidor de profundidad consistía en un tubo de medición interior situado alrededor del movimiento del reloj que, al bucear, se llenaba de agua a través de unos orificios practicados en la corona. El desplazamiento de las dos agujas del indicador era debido al aumento de la presión consecuencia del aumento de profundidad. En tanto que una de las agujas era la responsable de informar de la profundidad instantánea hasta un máximo de 45 metros, la segunda actuaba como rattrapante y seguía a la primera para quedarse fijada en la máxima profundidad alcanzada en la inmersión. Dada la configuración central de estas dos agujas resultaba imposible dotar al movimiento de un segundero también central, de gran utilidad para los buceadores en la medición de las paradas de descompresión.
El modelo de 2009 presentaba la novedad de ese segundero central al ser objeto de una modificación importante en el diseño de su calibre. Las dos agujas indicadoras de la profundidad se ubicaban alrededor del movimiento y únicamente eran visibles los extremos doblados de estas en su movimiento por la escala de indicación lateral visible a través de una ranura semicircular practicada en la esfera. Puesto que los ejes de ambas agujas no pasaban por el centro del movimiento, la implementación del deseado segundero central era ya posible.
La construcción del medidor en el Aquatimer Deep Three de este 2014 coincide con la implementada en su antecesor de manera que se encuentra ubicado en una segunda corona a la izquierda de la caja, en la carrura, protegida por una brida plegable. La presión del agua actúa directamente sobre una membrana que en su desplazamiento presiona una espiga responsable de accionar en su movimiento un mecanismo de palanca que actúa a su vez sobre las dos agujas indicadoras.
La caja de este nuevo Aquatimer, que vuelve a tomar el titanio del primer modelo como material de base en su construcción (el Deep Two lo hacía con el acero), tiene un diámetro de 46 mm con un espesor de 16,5. Si bien es cierto que ninguna de ambas dimensiones puede ser considerada como de contenida, no lo es menos que tampoco se esperaba que así fuera por una sencilla razón: estamos ante un diver, un reloj-instrumento que debe facilitar una legibilidad máxima de todas sus indicaciones en condiciones adversas de luz así como soportar presiones equivalentes a 100 metros de columna de agua. Obviando las generosas y extremadamente legibles indicaciones de horas, minutos y segundos del movimiento base, a las que se añade un fechador por ventanilla a las tres cuya utilidad tan sólo aprecio en el uso “terrestre” del guardatiempos dadas sus reducidas dimensiones, en el hemisferio izquierdo del dial encontramos la escala sobre la que se apoyan las dos agujas indicadoras de la profundidad y que actúan de manera idéntica a la del Deep Two.
Ambas agujas se mueven sobre un fondo blanco de manera que la azul es la responsable de indicar la profundidad actual en tanto que la roja hace lo propio con la máxima profundidad alcanzada, hasta un máximo de 50 metros, y ofreciendo al buceador un dato de suma importancia en el cálculo de las paradas de descompresión necesarias durante el ascenso a la superficie. Adicionalmente, combinando la información facilitada por el medidor de profundidad instantáneo y por el segundero central puede controlarse la velocidad máxima de 10 metros por minuto de la emersión.
La zona derecha de la carrura de esta generosa caja presenta dos elementos funcionales adicionales a la convencional corona de remonte y sincronización del reloj: en primer lugar, a las 2, aparece el pulsador, manufacturado en cerámica, de vuelta a cero del indicador de máxima profundidad alojado anteriormente a la altura de las 8. En segundo lugar, a las 4, aparece el dispositivo de embrague que hace posible el engranaje de los biseles interior y exterior de este reloj.
Al respecto del dial, en el que predomina el color negro, comentar un dato importante que contribuye sobremanera a mejorar aún más, si cabe, la excelente legibilidad de las indicaciones. En tanto que las agujas e índices responsables de la información horaria presentan un tratamiento en Super-LumiNova de color azul, todos aquellos elementos destinados a ofrecer información sobre los parámetros de buceo lo hacen en tratamiento luminiscente de color verde.
Finalmente y para acabar, comentar que el calibre albergado en el interior de este reloj es el de referencia 30120, de remonte automático, frecuencia de oscilación de 4 Hz y 42 horas de reserva de marcha dotado, además, de la siempre útil función de parada del segundero para sincronizar el guardatiempos. El conjunto se completa con una correa de caucho en color negro con un cierre del tipo hebilla fabricado en titanio y dotado de un sistema de cambio rápido al igual que el resto de componentes de esta nueva colección de IWC.
Un mecanismo correctamente desarrollado que implementa una complicación ciertamente atípica alojado en una caja de manera que la robustez del conjunto resulta excelente sin perder de vista que, además de un reloj-instrumento, estamos ante una pieza de alta relojería. Las dimensiones de esta caja, aunque generosas, son compensadas parcialmente por el titanio utilizado en lo que a comodidad de uso se refiere, aunque no obstante y de manera inevitable, el nuevo Aquatimer Deep Three no sea una pieza precisamente polivalente dado su carácter de instrumento que requiere de ciertos elementos indispensables en aras de aportar las funciones y prestaciones que de él se esperan.