Aunque la edición del SIHH de este 2014 queda ya lejos, quedan todavía en el tintero algunas de las piezas que allí se presentaron. Una de estas piezas, sobre la que todavía no os habíamos hablado, es la novedad de rigor correspondiente a la Colección TimeWalker a la que la manufactura de Le Locle nos tiene acostumbrados año tras año. En esta ocasión, especial sin duda alguna, el TimeWalker adopta su apariencia más deportiva para celebrar su décimo aniversario. Manteniendo el diseño y estructura que, desde su aparición en el año 2004, lo ha convertido en uno de los guardatiempos más reconocibles de un simple vistazo, Montblanc lanza el que con toda seguridad es el TimeWalker que más acentúa su carácter deportivo: el Extreme Chronograph DLC.
Si hay un elemento que contribuye en un mayor porcentaje a la elegante agresividad de este cronógrafo, este es, sin duda alguna, la predominancia del color negro en la práctica totalidad del reloj: caja, dial, elementos de manipulación, correa y cierre son de este color, únicamente alterado por el aplicado a las escalas y agujas que responde a una combinación de gris antracita con una tonalidad de rutenio complementada con la aplicación de Super-LumiNova. Punto a favor de Montblanc en esta combinación es el resultante de renunciar a lo que hubiera podido ser un «all-black» en pos de maximizar la legibilidad de las indicaciones cuya importancia es todavía mayor al tratarse de un cronógrafo.
Las dimensiones de la caja mantienen sus valores convencionales para la colección y responden a unos 43 mm de diámetro por 14,5 mm de altura que, con un fondo visto, ofrecen un valor de estanqueidad de 3 bar. En tanto que estas dimensiones pueden ser consideradas como correctas dada la complicación de crono albergada, personalmente opino que el valor de estanqueidad es sensiblemente inferior a lo que en mi opinión debería y que situaría en unos 5 bar. No es que crea que el guardatiempos vaya a ser utilizado como un diver, puesto que no es esta su razón de ser, aunque si tenemos en cuenta las propiedades de dureza y resistencia con las que Montblanc lo ha dotado, tampoco sería descartable un uso esporádico más «atrevido» acorde con el término «Extreme» que aparece en su nombre y para el que esos 5 bar serían más adecuados.
Hecha esta puntualización al respecto de uno de los muchos parámetros que identifican a cualquier reloj, la caja de este nuevo TimeWalker mantiene los principales rasgos de identidad de la colección con su delgado bisel, que otorga más protagonismo a la esfera y sus indicaciones, y las asas esqueletizadas. La principal novedad de esta caja, cuya alma sigue estando manufacturada en acero, es, obviamente, el tratamiento DLC al que ha sido sometida así como el característico color negro que le confiere. «Diamond Like Carbon» son las palabras que responden a las siglas DLC, tratamiento que aumenta la dureza de la caja. El proceso consiste en pulverizar a alta presión minúsculas esferas de cristal sobre la superficie de acero hasta conseguir una textura granulada microscópica que facilita la perfecta adhesión del tratamiento.
Este mismo proceso de acabado se ha aplicado, en el caso del Extreme Chronograph, al resto de componentes que toman el acero como material de base para su fabricación, es decir, corona, pulsadores del crono, cierre de la correa y anillo del fondo de la caja atornillado. En todos los casos, el color negro mate que se consigue al aplicar el tratamiento DLC se conoce como «Black 4», lo que en términos más llanos correspondería a un «very black», es decir, «muy negro».
El dial mantiene el negro como color predominante a la vez que presenta una estructura estratificada en tres niveles. El estrato intermedio es el ocupado por la parte central de la esfera así como por el anillo más perimetral que incorpora la escala de los segundos sobre la que se apoya la trotadora central del cronógrafo. Este nivel está decorado con un patrón en relieve constituido por estrías en forma de círculos concéntricos. Sensiblemente por encima de este, el nivel más elevado en el dial es el anillo responsable de albergar los índices horarios constituidos por los numerales arábigos con la tipografía patentada por Montblanc para los TimeWalker en las posiciones pares y por índices dobles de tipo bastón en las impares. En ambos casos, numerales e índices, la Super-LumiNova es el material escogido para su aplicación. Este segundo estrato carece de textura alguna y su acabado es liso en color negro mate.
La tercera y última de las capas que integran el dial del Extreme Chronograph es la ocupada por los diales subsidiarios responsables de acoger al pequeño segundero así como a los contadores de 30 minutos y 12 horas del crono, situados a las 9, a las 12 y a las 6 respectivamente. Las indicaciones ofrecidas por la esfera se completan con un fechador por ventanilla, a las 4:30, cuyos números aparecen en blanco sobre fondo negro respetando la tipografía de los índices horarios. Visible a través de la trasera de zafiro, el calibre de remonte automático que late en el interior de este TimeWalker es el de cronógrafo integrado, que no modular, de referencia MB 4810/507 con una reserva de marcha algo reducida de 42 horas y una frecuencia de oscilación de 28.800 alternancias por hora o, lo que es lo mismo, 4 Hz.
Para acabar os hablaré de la correa de esta pieza que, aun siendo un componente relativamente estándar en la mayoría de los casos, en este particular se alinea con el carácter técnico del reloj gracias a un proceso de fabricación que le confiere un incremento de su dureza y resistencia estructural. El núcleo de esta correa toma el caucho negro conocido como «Vulcarboné», caracterizado por su dureza y flexibilidad, como material de base. Sobre esta base y por su superficie exterior se cose la piel de vacuno, con hilo del mismo color resistente a la rotura. Finalmente y mediante la aplicación de un laborioso proceso se confiere la textura a la piel a la vez que se impregna con un tratamiento que no se limita a recubrirla sino que se integra con ella para conferirle una resistencia superior a la convencional frente a agresiones externas como pueden ser la abrasión, el agua o el fuego.
Pros.
- Polivalencia. Aun tratándose de un guardatiempos dotado de una marcada componente deportiva, su arquitectura, acabados y diseño le confieren una versatilidad ciertamente considerable.
- Legibilidad. Siendo una cualidad implícita a los TimeWalker, en este caso concreto se ve maximizada dado que, manteniendo la disposición de las indicaciones, el contraste conseguido beneficia la lectura de estas de manera excelente.
- Una vez más y por enésima, la relación calidad precio que ofrece Montblanc en la práctica totalidad de sus piezas. El TimeWalker Extreme Chronograph DLC saldrá a la venta durante este otoño por un precio de venta recomendado que será ligeramente inferior a los 5.000 €.
- Prestaciones en cuanto a su dureza y resistencia a los agentes externos debido a los distintos tratamientos aplicados a cada una de sus partes.
Contras.
- Valor de estanqueidad algo reducido de 3 bar y que contrasta con el último de los pros que hemos comentado. Aunque no se trata de un guardatiempos al que se le suponga un uso en actividades que puedan ser consideradas de riesgo, el hecho de haberlo dotado de una dureza y resistencia superior a las convencionales apuntan a que la resistencia a la entrada de agua debería haber sido superior.
- Reserva de marcha sensiblemente baja. Y es que esas 42 horas no nos permiten que, llegado el fin de semana, podamos quitarnos el reloj y olvidarnos de él para recuperarlo el lunes sin tener que sincronizarlo de nuevo.