La indicación de las fases de la Luna es una complicación que, personalmente, me genera ciertas contradicciones en el momento de decantarme o no en su favor a nivel estético. Por supuesto que reconozco el mérito que implica el desarrollar el mecanismo necesario para implementar esta indicación y, además, comparto en cierto modo el romanticismo que despierta el recuerdo de su función original: informar a los viajeros del estado de nuestro satélite para saber, antes de iniciar un viaje, si dispondrían por las noches de una iluminación adecuada. Obviamente, en la actualidad y desde hace ya muchísimo tiempo, esta práctica función carece de sentido en cuanto a su razón de ser original aunque mantiene todo el encanto de su representación. Dicho esto, podría parecer que estoy manifestando mi agrado por la indicación de las fases de la Luna, y como he avanzado es así en parte. Lo que no suele coincidir con mis gustos personales es la combinación cromática de los elementos que habitualmente se utilizan en la representación: cielo azul, Luna en la mayoría de las ocasiones en oro amarillo, estrellas en color amarillo,… Siempre existen excepciones a la regla y, en ocasiones, no es sólo que la implementación resulte de mi agrado sino que, además, adquiriría el guardatiempos sin dudarlo. Sirvan como ejemplos de lo último algunos modelos como el J12 Moonphase de Chanel, los Eclipse 39 de Jaquet Droz o muchos de los Senator de Glashütte Original.
Generalmente y por extensión, los guardatiempos que implementan algún tipo de indicador día-noche que se aleja de los convencionalismos, suelen emplear recursos similares por lo que, a priori y en mi opinión, el resultado sigue la línea de lo comentado al respecto de las fases de la Luna. Probablemente la pieza de la que me dispongo a hablaros en este artículo sea, de manera conjunta con el Cartier Rotonde Jour et Nuit, las que más gratamente me han impresionado en su concepto de esta indicación. De hecho, no es la primera vez en la que la manufactura de La Chaux-de-Fonds lleva una complicación de esta naturaleza a uno de sus diales acorde a mis gustos personales, la inmediatamente anterior fue la utilizada en el Traveller Big Date and Moon Phases presentado en 2013.
En esta ocasión el responsable de albergar en su dial una indicación día-noche fuera de todo convencionalismo y con una elevada dosis de arte aplicado a la Alta Relojería es el modelo Day & Night, perteneciente a la más femenina de las colecciones de Girard-Perregaux: la Cat’s Eye. Bajo la innegociable caja en forma de elipse que presentan todos los guardatiempos de esta colección, esta vez con unas dimensiones de 35,44 mm en el eje mayor por 30,44 en el menor, y manufacturada en oro rosa, la caja de este nuevo reloj presenta un bisel engastado con un total de 62 diamantes talla brillante y trasera vista gracias al cristal de zafiro montado, con un valor de estanqueidad más que correcto de 3 bar dado el tipo de reloj del que se trata.
De nuevo la legibilidad del guardatiempos se ve ligeramente penalizada en beneficio del diseño al no disponer de una escala minutera sobre la que apoyarse para la lectura de los minutos que no coincidan con ningún múltiplo de cinco. Dicho esto, nada más puede objetarse a ninguna de las versiones en las que este Cat’s Eye Day & Night verá la luz. El dial está manufacturado en nácar, blanco o gris, y decoración guilloché con un patrón de rayos de Sol que parten de la indicación día-noche ubicada a las 6 y sobre la que también se alberga el pequeño segundero.
La escala de minutos está formada únicamente por índices cada cinco minutos que varían su naturaleza en función de su posición. En tanto que el correspondiente a las 12 responde a un numeral arábigo aplicado en oro rosa, los ubicados entre las posiciones 8 a 11 y 1 a 4 están formados por un par de diamantes cada uno, talla brillante, en forma de gota y engastados en la esfera. Finalmente, a las 5 a las 7, encontramos otros dos diamantes engastados, uno en cada una de estas posiciones. El disco responsable de la indicación día-noche está confeccionado sobre un medallón de oro rosa de 22 quilates, trabajado en un relieve que combina las superficies pulidas y satinadas en la representación del Sol y de la Luna. En el interior de este Cat’s Eye se alberga el calibre de remonte automático GP03300-0090 que presenta una reserva de marcha de 46 horas.
Como os avanzaba al principio del artículo, el nuevo Day & Night estará disponible en dos colores de esfera, ambas en nácar, y que responderán a blanco y gris. A su vez, ambos diales podrán combinarse bien con un armis manufacturado en oro rosa, bien con una correa de piel de aligátor con cierre desplegable, también de oro rosa, en color gris para el dial del mismo color y en color negro para el caso de la esfera blanca. Los precios de venta recomendados irán desde los 29.350 € correspondientes a la versión en dial gris con correa de aligátor gris, hasta los 48.000 € del modelo con esfera blanca y brazalete en oro rosa pasando por los 40.000 € del correspondiente a dial gris con brazalete.