La caja de este Observer está realizada en oro blanco, con lo que siempre queda la esperanza de que Glashütte decida regularizar la producción de esta pieza en otros metales. Con esta frase finalizaba en diciembre el artículo en el que presentábamos el Senator Observer 1911 Julius Assmann.
Pocas veces los deseos se cumplen, pero esta vez se han hecho realidad, ya que Glashütte Original acaba de anunciar que en la inminente feria de Baselworld presentará el Senator Observer en caja de acero. No es que desprecie el oro blanco, ni mucho menos, es simplemente que el precio de este espectacular reloj descenderá notablemente con respecto a la edición limitada Julius Assmann.
Senator Observer Edición Limitada Julius Assmann
El Observer con caja de acero se ofrecerá en dos variantes de esfera, una plateada y otra gris. En ambos casos el acabado es arenado lo que siempre imprime atractivo a un reloj de este estilo. Obviamente Glashütte no podía copiar íntegramente la edición limitada Julius Assmann y limitarse a cambiar el color de la esfera, costumbre extendida en el sector y que he criticado en un artículo reciente. Aunque tampoco esperéis grandes cambios, porque se trata de pequeños aunque notorios detalles.
La forma y geometría de la caja, que ahora sabemos que mide 44 mm de diámetro, es idéntica salvo en la corona. Si la del Julius Assmann es con forma de cebolla, la de los modelos de acero es más convencional y sigue la linea de los demás relojes de la colección Senator. La segunda diferencia es la fuente utilizada para los índices de las horas, que podríamos calificar de más moderna, pero que en cierto modo pierde el atractivo aire vintage de la utilizada en el Assmann. Aparte del gravado conmemorativo de la versión Assmann, que en los modelos de acero desaparece, en las imágenes proporcionadas no aprecio ninguna otra variación. Solo mencionar que en la versión de esfera plateada se utilizan agujas de acero azulado y con la esfera gris se recurre a agujas plateadas.
Tampoco hay ninguna novedad en cuanto al mecanismo y a las funciones de este reloj, lo que afortunadamente implica que se mantiene el calibre 100, un movimiento de carga automática que pertenece a la gama más alta de los manufacturados por Glashütte Original.
Sin entrar en cuestiones subjetivas como sería valorar los pequeños cambios estéticos de las versiones de acero, no puedo más que elogiar la decisión de Glashütte Original de democratizar el Observer. Con esto sigue su política de ofrecer relojes del más alto nivel en cajas de acero o titanio, algo que lamentablemente pocas marcas secundan. Aun no conocemos el precio de estos nuevos Observer, pero si siguen la pauta de otros relojes de la marca, si duda se convertirán en objeto alcanzable de deseo para muchos aficionados, especialmente los más “connaisseurs”.
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