Abandonamos la caja 1966 para hablar de la cuarta novedad presentada por Girard-Perregaux en la pasada edición del SIHH: el Vintage 1945 Gran Fecha y Fases Lunares.
La colección Vintage 1945 de Girard-Perregaux tiene una historia de más de 50 años y se caracteriza por sus cajas y diseños al más puro estilo Art Déco. Quizás esta colección pierde algo de versatilidad y polivalencia en su uso respecto de la 1966. En mi opinión, la primera impresión que transmite esta colección es la de un reloj orientado a las ocasiones que requieren un punto adicional de seriedad.
Sigue sorprendiéndome gratamente la nitidez y fácil legibilidad de los diales con los que Girard-Perregaux equipa a sus guardatiempos. Ciertamente es de agradecer, más teniendo en cuenta ciertas tendencias actuales de diseño que, en muchos casos, hacen que más que consultar las indicaciones ofrecidas por el reloj haya que descifrarlas.
Contrariamente a lo que trasmite la imagen a simple vista, las dimensiones de la caja son de unos contenidos 36,1 x 35,25 mm, acordes al tipo de reloj del que estamos hablando. Punto a favor de este modelo es el hecho que ve la luz en dos versiones: una en caja de oro rosa y otra con la caja de acero. El manufacturar el guardatiempos en caja de acero presenta, desde mi punto de vista, dos importantes ventajas: la primera de ellas y quizás la más obvia es el precio de venta, inferior a la versión en oro rosa y que permite incrementar el abanico de posibles compradores. La segunda ventaja, de carácter completamente subjetivo, es que la caja de acero le resta seriedad al conjunto y le otorga más polivalencia.
Desde el punto de vista de la comodidad el Girard-Perregaux Vintage 1945 Fases Lunares presenta un elevado grado de confort debido a la curvatura de la caja que pretende seguir la forma natural de la muñeca y adaptarse a ella.
El dial, al igual que la caja, es también curvado añadiendo dificultad en la aplicación de los números arábigos que representan la hora. Hablando de las indicaciones de este guardatiempos y como he comentado antes, las podemos calificar sin temor a equivocarnos en lo más mínimo de claras, de fácil legibilidad y proporcionadas.
Obviando la indicación de horas y minutos, las funciones adicionales que dan el nombre a este reloj son en primer lugar las fases de la luna, ubicadas en el interior del subdial de los segundos del movimiento base y ocupando la parte central del hemisferio inferior del dial, y la gran fecha que se muestra a través de una ventanilla única a las 12.
Interesante el modo de implementar la gran fecha ya que, para ello, Girard-Perregaux utiliza dos discos ubicados uno junto al otro de manera que interseccionan sobre la línea que une sus centros. Tal y como podéis observar en la siguiente imagen, el disco ubicado a la derecha es opaco y se encarga de portar las decenas, mientras que el situado a la izquierda es transparente y pasa por encima del anterior portando el dígito correspondiente a las unidades. Sin duda alguna, se trata de una inteligente solución técnica orientada al aprovechamiento del espacio disponible en el movimiento del guardatiempos.
El calibre que late en el interior del Vintage 1945 es el manufactura de remonte automático 03300-0062 con una frecuencia de oscilación del volante de 28.800 alternancias por hora y una reserva de marcha de 46 horas. La hermeticidad del conjunto es de 3 bar (30 metros) que resultan adecuados dado el tipo de reloj del que se trata.
Ambas versiones, caja en oro rosa y caja en acero, se presentan con correa de aligator en color negro y cierre del tipo desplegable en material idéntico al de la caja.
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