Tercera novedad de Montblanc y tercer cronógrafo. Parece ser que esta interesante complicación se convierte en el leit motiv de la marca para este 2012. Creo interesante aprovechar la ocasión para recordar que, aunque es obvio que la integración de la función de cronógrafos en los calibres de los relojes es habitual hoy en día debido al abaratamiento de su construcción en algunas de sus modalidades, no se debe olvidar que se trata de una complicación realmente dificultosa, más aún si el calibre se desarrolla in-house y, además, incorpora funciones como el flyback o el rattrapante.
Lo cierto es que cada uno de los cronógrafos presentados por Montblanc en la vigesimosegunda edición del SIHH tiene su rasgo distintivo que les otorga su razón de ser. En primer lugar hablamos del TimeWriter II Chronographe Bi-Fréquence 1.000, alarde de desarrollo técnico dada su capacidad de medir, e indicar, la milésima de segundo. El segundo en aparecer fue el TimeWalker Cronógrafo TwinFly GreyTech, reedición del modelo presentado en 2011 con su función flyback y la trotadora y contadora de minutos centrales.
El guardatiempos que nos ocupa en este artículo es el Nicolas Rieussec Chronograph Open Hometime y, ciertamente, tiene su historia dentro de la marca asentada en Le Locle.
El pasado año 2011, Montblanc homenajeó al relojero francés Nicolas Rieussec con un guardatiempos en conmemoración del 190º aniversario de la invención del cronógrafo. Este primer cronógrafo o “time writer” como lo llamó Rieussec presentado en el año 1821, se caracterizaba por integrar un disco giratorio y un pequeño plumín que era el encargado de marcar en tinta y sobre un papel el lapso de tiempo medido. De hecho, la palabra cronógrafo, a veces confundida con la palabra cronómetro, tiene su origen en dos términos griegos: “Chronos” (tiempo) y “Graphos” (escritura). Pero quizás esto corresponda a otro artículo dedicado exclusivamente a la historia de los cronógrafos. Volvamos pues a Montblanc.
En el año 2008, Montblanc lanza el primer cronógrafo Nicolas Rieussec incorporando dos discos giratorios, uno para los segundos y el otro para los minutos, cuyas indicaciones vienen dadas por dos flechas, o agujas, fijas en el dial. A partir de este punto, a la colección Rieussec se fueron incorporando nuevos modelos, pasando por el ya comentado aparecido en 2011. Este año 2012 la saga se incrementa con el nuevo Nicolas Rieussec Chronograph Open Hometime y el nuevo calibre que incorpora.
La función de cronógrafo.
Independientemente del calibre que incorpora este nuevo guardatiempos, del que os hablaré más adelante, los principales rasgos distintivos los podemos encontrar a simple vista.
En primer lugar, Montblanc renuncia a la configuración típica de los pulsadores del crono que los ubica en la carrura de la caja de manera que quedan uno a cada lado (a las 2 y a las 4) de la corona (a las 3). El accionamiento de este cronógrafo es del tipo monopulsante con lo que un solo pulsador sirve para iniciar, detener y poner a cero la medición del tiempo. De manera adicional, este pulsador único se ubica a las 8, de manera que se aumenta de manera más que considerable la comodidad de su accionamiento mediante el dedo pulgar, al tiempo que lo protege de accionamientos o golpes accidentales. Curioso e interesante el interés de Montblanc en investigar nuevas ubicaciones para los pulsadores de sus cronógrafos. Si lo recordáis, en el ya publicado TimeWriter II Chronographe Bi-Fréquence 1.000, el pulsador se situaba en la carrura a las 12 para ser accionado con el dedo índice.
El segundo rasgo distintivo que se manifiesta de manera obvia es la manera en indicar la medición del tiempo. En homenaje al primer “time writer”, Montblanc renuncia de nuevo y como en toda la línea Rieussec a las típicas agujas trotadoras y subdiales. En su lugar, se incorporan dos discos rotativos en el dial, uno a la altura de las 8 para los segundos y el restante a las 4 para los minutos. Las agujas indicadoras permanecen estáticas y fijadas a las 12 gracias al puente que las soporta mientras que los dos discos giran al activar el cronógrafo.
La función GMT.
Ocupando el hemisferio norte del guardatiempos encontramos el subdial encargado de suministrar dos informaciones: la hora local y la hora de nuestro punto de origen. Hablamos pues de la función GMT o segundo huso horario.
También aquí Montblanc aprovecha el desarrollo del nuevo calibre para representar estas indicaciones de una manera atípica, a la vez que original y fácilmente legible. Un segundo guiño en homenaje a Nicolas Rieussec.
Las dos agujas de horas y minutos que apuntan a los números arábigos indican, al modo tradicional, la hora local que corresponde al lugar en el que nos encontramos desplazados. Por su parte la pequeña flecha roja a las 6 apunta al disco giratorio de 12 horas para indicarnos la hora de nuestro lugar de origen o “home time” tal y como reza la inscripción encima de ella.
A la izquierda y a la altura de las 9 se localiza el indicador día/noche sincronizado con la hora del lugar de origen, mientras que a la izquierda y a la altura de las 3 encontramos la fecha gracias a una ventana abierta que permite ver parte del disco giratorio en blanco que porta los dígitos en color negro. La fecha indicada corresponde a la hora local.
El calibre.
El nuevo movimiento que late en el interior de este guardatiempos es el calibre manufactura de remonte automático MB R210. La frecuencia de oscilación del volante es de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y, gracias a los dos barriletes montados, la reserva de marcha es de 72 horas.
Al igual que sucede con los anteriores modelos presentados por Montblanc, el órgano de gobierno del crono es por rueda de pilares y, el accionamiento, por embrague vertical. Recordemos que el acoplamiento por embrague vertical evita dos importantes problemas: en primer lugar el back-lash o salto de la aguja trotadora en el momento del acople y la pérdida de amplitud del volante cuando el cronógrafo está en funcionamiento.
La caja.
El nuevo Nicolas Rieussec Chronograph Open Hometime presenta una caja fabricada en oro rojo (5N) de 18K con unas dimensiones de 43 mm de diámetro y 15 mm de espesor. La hermeticidad del conjunto se fija en los 3 bar (30 metros) y el fondo de la caja es en cristal de zafiro.
De los tres guardatiempos de Montblanc de los que hemos hablado este es el primero que, según parece, no va a ser edición limitada por lo menos a priori. Como sucede con el resto, los que deseen hacerse con uno de ellos deberán esperar hasta otoño de este año.