Presentada en el SIHH 2012, esta es la más reciente entrega de la saga Métiers d’Art de Vacheron Constantin. La primera fue la increíble colección “Les Masques”, en mi opinión la máxima expresión del arte aplicado a la Alta Relojería. Desde entonces, en las sucesivas colecciones de esta serie, Vacheron Constantin ha ido aplicando en ellas todos y cada uno de los oficios artísticos.
Parecía que el tema estaba agotado, pero en este 2012 Vacheron nos sorprende lanzando una nueva colección que aúna varios de dichos oficios artesanales. Con el nombre de Les Univers Infinis, en las tres piezas que lo componen se aplican las técnicas del gravado, el esmaltado, el guillochage y el engastado.
Uno de los grandes desafíos de estas obras de arte es que están aplicadas a relojes del más alto nivel, y ello implica que deben proporcionarnos la lectura del tiempo pero sin interferir en la visión de sus esferas, que es de donde emerge todo el arte aplicado en ellas. En la colección Les Masques, Vacheron Constantin demostró un sabio dominio de este problema, prescindiendo de agujas e indicando horas, minutos, fecha y día de la semana en ventanillas perimetrales que dejaban un campo libre de visión para deleitarnos con las esculturas de sus esferas.
En Les Univers Infinis, Vacheron no va tan lejos y recurre a las típica agujas centrales para indicar horas, minutos y segundos, pero demuestra una rara habilidad implantando un índice que permite una clara lectura del tiempo sin interferir en todo el arte que emana de la esfera.
El exquisito mecanismo que albergan estos relojes es el calibre manufactura de carga automática 2460 SC. Al igual que todos los movimientos manufacturados por Vacheron Constantin, este calibre ostenta el Sello de Ginebra con todas las exigencias que ello implica.
En estos relojes de la serie Les Univers Infinis, al igual que todos sus predecesores de la colección Métiers d’Art, es imposible apreciar a través de imágenes todo lo que implica y desprende el trabajo artístico de sus esferas. Visionando imágenes es fácil, incluso probable, que no nos produzcan un atractivo especial. Tenerlos en la mano, estudiarlos con una lupa, mejor con un microscopio, nos traslada a otro mundo.
Lamentablemente, a pesar de los grandes avances tecnológicos, no veo forma de trasladar esta experiencia a través de una web. Pero a pesar de las limitaciones de las imágenes, mejor estas que mil palabras para ilustrar estas obras de arte. Así, sin más, os dejo una serie de imágenes, tanto de los relojes como del increíble proceso artesano que comporta crearlos.