No son pocas las firmas relojeras que fueron proveedoras de los estamentos y cuerpos militares durante la Segunda Guerra Mundial. Recuperando una parte de su legado histórico, Longines lanza un modelo inspirado en el diseño de un reloj creado para los paracaidistas británicos en la década de 1940. Entrando a formar parte de la exquisita colección Heritage, el Longines Heritage Military COSD se basa pieza del equipaje utilizado por las fuerzas especiales británicas durante los años 40. Cada elemento de ese equipo estaba marcado con las iniciales COSD (Company Ordenance Supply Depo), implicando que su uso exclusivo estaba destinado al Comando de Operaciones Combinadas creado por el Ministerio de Defensa británico durante la Segunda Guerra Mundial
Aunque sé que es un comentario que he efectuado cada vez que he tenido ocasión, no puedo dejar de repetir mi total admiración por la decisión que tomó Longines de reeditar buena parte de su extensa herencia histórica, y de hacerlo manteniendo una más que razonable fidelidad respecto a los originales. Esta última frase alcanza su máxima expresión en el Heritage Military COSD, un guardatiempo de evidente look vintage que, tal como veremos, adopta un diseño prácticamente idéntico al del reloj en el que se inspira.
Longines original de la década de los 40
En la caja encontramos una de las pocas licencias que Longines se ha permitido en esta reedición: los 35,50 mm de diámetro que lucía el COSD original se estiran hasta los 40 mm, un tamaño evidentemente más acorde con el mercado actual en una lógica decisión, a la que se une la sustitución del latón cromado por el acero como material elegido para fabricar la caja. De geometría cilíndrica, su rasgo más característico es la perfecta planimetría del cristal de zafiro y el ancho bisel, ofreciendo la sensación de que estamos ante un reloj más grueso de lo que realmente es. Una gran corona remata este conjunto que, en una apreciación totalmente personal, quizás resultaría más atractivo y congruente si luciera un acabado satinado en vez del pulido. Un detalle que me ha sorprendido es su escasa hermeticidad de 30 metros (3 bares), una cifra que en la década de los 40 podría ser excelente, pero que hoy en día se queda lejos de lo que cabría esperar en un reloj de este estilo.
La esfera del Longines Heritage Military COSD se ofrece en dos versiones que, aparte de la adición de la función de fecha a las 3 horas, son fieles a la original. La primera de ellas es de color negro, con los numerales y la minutera «chemin de fer» en blanco y manecillas rodiadas. La segunda, que es la que se corresponde con el modelo histórico, luce una suave tonalidad cremosa, con los números arábigos y la escala de minutos en negro y las agujas azuladas. Ambos cuentan con una escala interior de 12 a 24 horas en rojo, que encierra en su interior una Broad Arrow bajo el nombre de Longines. Este símbolo se utiliza en el Reino Unido para identificar la propiedad gubernamental, y especialmente militar, por lo menos desde el siglo 17. Un dato curioso es que, en la actualidad, su reproducción en el Reino Unido sin la autorización del gobierno es ilegal, por lo que debemos suponer que, o bien Longines ha obtenido esa autorización oficial, o le resultará imposible vender el Heritage Military COSD en territorio británico.
Adicionalmente, la esfera implementa Superluminova en las manecillas y en los índices ubicados sobre la escala de minutos, circulares en las posiciones horarias excepto an las cardinales, donde adoptan una forma rectangular.
En su interior late el calibre L619, un movimiento mecánico automático con las funciones de horas, minutos, segundero central y fecha, que oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y está dotado de una reserva de marcha de 42 horas.
Por último, comentar que, además de poder elegir entre estas dos versiones, también podremos escoger si lo acompañamos con una elegante correa de aligator en color negro, o con una correa NATO en color verde. Visto el carácter y estética militar de este guardatiempo, personalmente me decantaría por esta última, ya que, a pesar que la de aligator le confiere una elegancia que puede interesar a más de uno, ésta se consigue a costa de perder parte de su esencia bélica, su verdadero motivo de ser.
