Con el nombre de «L’élégance en mouvement» Vacheron Constantin nos anuncia una exposición que tiene lugar en su edificio histórico del Quai de l’Illee de Ginebra y que finalizará el 29 de abril. En ella se podrán contemplar 57 relojes escogidos de su extensa colección privada y que responden al patrón común de que fueron desarrollados para viajeros, de ahí el término «mouvement».
Según Vacheron el punto en común de estas 57 piezas era «garantizar una lectura fiable del tiempo a pesar de las vicisitudes que implican los desplazamientos ligados a la conquista del mundo». Es una forma muy poética de describirlo, pero quizás hubiera sido más exacto recurrir al término «reloj instrumento».
Como no podía ser de otro modo, la exposición se inicia con el Cronómetro de Marina que realizó Vacheron Constantin en 1840 y que sin duda cumple ambos requisitos; el de reloj instrumento utilizado para la navegación de largo recorrido.
Los relojes de la exposición se dividen en tres apartados. El primero de ellos, denominado «Relojes escamotealbles y de Doble Huso Horario» agrupa dos tipos de relojes bien dispares; aquellos cuya esfera estaba protegida para resguardarlo de los inevitables golpes a los que se exponían en los rudimentarios medios de transporte de la época, y los guardatiempos que ofrecían la lectura de más de un huso horario, un tipo de reloj muy extendido hoy en día y evidentemente ligado a los viajes de larga distancia.
Una pieza que se incluye en este primer apartado de la exposición es el famoso reloj de bolsillo que Vacheron Constantin realizó para el «U.S. Corps of Engineers» en el año 1918.
Además de ofrecer la función de cronógrafo, este reloj contaba con una caja realizada en plata inoxidable y cubría sus índices y agujas con una buena cantidad de materia luminiscente para permitir su lectura en la oscuridad. Este reloj, del cual se produjeron varios miles de unidades, fue encargado por el cuerpo expedicionario Estadounidense con motivo de la primera guerra mundial.
La segunda parte de la exposición se denomina «Estanqueidad y anti-magnetismo» y no deja lugar a dudas sobre los parámetros que deben cumplir los relojes que bajo dicho nombre se exhiben, unas cualidades que hoy en día se ha convertido en imprescindibles para cualquier reloj de uso diario. Entre los distintos relojes que se pueden ver en este apartado es de destacar el creado por Vacheron en 1885, que mediante la utilización de componentes realizados en paladio, oro y bronce en su movimiento, ofrecía una notable resistencia a los campos magnéticos.
El tercer apartado de la exposición recibe el explícito y escueto nombre de «acero», que tampoco deja nada a la imaginación sobre los relojes a los que se refiere. Conviene recordar que el acero, un metal de uso absolutamente generalizado hoy en día, era hasta hace pocas décadas una auténtica rareza en las grandes marcas de la Alta Relojería, que solo recurrían a él para relojes destinados aun uso militar o estrictamente profesional.
Todo ello se rompe con la aparición en la segunda mitad del siglo XX de los primeros relojes deportivos «de lujo», equipados con brazalete realizado en el mismo metal, y que aportaban resistencia a golpes, a campos magnéticos y a la presión del agua. Esta ha sido probablemente la mayor revolución que se ha producido en la relojería moderna. Los primeros representantes de Vacheron en este campo fueron el Chronomètre Royal de 1975 y el célebre «222», el precursor del actual Overseas, lanzado en 1996 con motivo del 222 aniversario de la legendaria firma ginebrina.
A estas alturas del artículo creo que todos ya habéis deducido que el auténtico «leit motiv» de esta exposición es el Overseas, que este año celebra su 20 aniversario y cuya colección ha sido renovada en su totalidad. De todo ello ya os hemos hablado en el artículo correspondientes a las novedades de Vacheron Constantin en el reciente SIHH 2016.
En resumen, sea cual sea el motivo de su celebración, siempre es bien recibida una nueva exposición de relojes y mucho más si el protagonista es una firma como Vacheron Constantin. Los detalles de su ubicación y las fechas las podéis encontrar en la imagen del cartel del inicio de este artículo. No olvidéis que debéis concertar cita previa, pero lo que no podéis olvidar bajo ningún pretexto es visitarla si durante el periodo en el que se celebra os encontráis en las cercanías de Ginebra.