Cuando a principios del siglo XX se normalizó el uso del reloj de pulsera, la desaparición de su antecesor, el reloj de bolsillo, parecía una consecuencia inevitable e incluso lógica. Así fue durante bastantes decenios hasta que en años recientes, de forma discreta pero evidente, algunas de las grandes marcas incluyen en su catálogo alguna de estas piezas que ya considerábamos de museo.
En Watch-Test ya hemos hecho referencia a alguno de estos relojes. Desde el clásico Vacheron Constantin Patrimony hasta el futurista Urwerk UR-1001, pasando por el contemporaneo Cartier Grande Complication Squelette. Jaquet Droz, cuya colección de relojes es la que probablemente más nos recuerdan a los de bolsillo, especialmente por sus esferas, también incluye una de estas piezas en su catálogo. Ahora nos presenta la versión en oro amarillo de este «Montre de Poche Email Ivorie».
El diámetro de la caja es de 50 milímetros y en ella se encierra el calibre de carga manual 2615, cuyo diámetro es bastante inferior al de la caja. Aquí es precisamente donde si somos puristas le podemos encontrar un «pero» a este reloj, pero que también debemos extender a los relojes de bolsillo de las otras marcas que antes he mencionado. Son relojes con cajas de tamaño parecido a los relojes de bolsillo originales, pero todos ellos equipan calibres creados para relojes de pulsera.
Uno de los aspectos que bastantes aficionados valoran en un reloj, del tipo que sea, es que el movimiento ocupe la mayor parte posible de la caja. Esto es especialmente notorio cuando observamos la parte trasera de un reloj con fondo visible. Si la apertura de cristal de zafiro es muy inferior al diámetro de la caja produce un rechazo inmediato para muchos coleccionistas.
Ciertamente se trata de un problema estético de difícil solución, pues comporta un importante condicionante económico. El ideal sería que para cada diámetro de caja se diseñara y desarrollara un calibre de dimensiones acordes, pero teniendo en cuenta el enorme coste de desarrollo de un nuevo calibre, este ideal es casi imposible de amortizar. La política de la mayoría de marcas del sector, con el ánimo de satisfacer al mayor número de clientes posible, es ofrecer en su colección un abanico más o menos amplio de tamaños de caja. Pero al mismo tiempo tienen que rentabilizar sus calibres utilizándolos en el mayor número de modelos posibles. Esto origina que ineludiblemente el equilibrio no se conserve en muchas de sus creaciones. Solo marcas con una producción muy reducida y homogénea se salvan de este problema.
En los relojes de bolsillo que antes he mencionado, cada marca juega con la creatividad para disimular el desequilibrio entre caja y mecanismo. La curiosa excepción es el reloj más transgresor y futurista, el Urwerk. Como en el resto de sus modelos, Urwerk siempre diseña al unísono la caja y el calibre que esta debe albergar, algo en su caso obligado por la forma totalmente atípica de ambos elementos. Esto se lo puede permitir porque su producción anual se limita a decenas de unidades, pero en consecuencia también se refleja en el precio final de los relojes, el más «asequible» de los cuales supera ampliamente los 100.000 euros.
El Jaquet Droz, origen de este artículo, es el que parece tener menos complejos, ya que no recurre a ningún tipo de disimulo. Simplemente elabora una caja de 50 milímetros y encaja en ella un mecanismo de tamaño convencional de reloj de pulsera. Observando la imagen es evidente la gran desproporción entre ambos elementos. Si frontalmente es una pieza exquisita, al observar su fondo la magia desaparece en gran medida.
Es evidente que muchas marcas de Alta Relojería tienen la sensación o el presentimiento de que los relojes de bolsillo pueden volver. No lo deben tener del todo claro ya que de momento no desarrollan calibres específicos para este tipo de reloj, pero algunas de las más prestigiosas, como las que hemos hablado en este artículo, mantienen discretamente en su catálogo alguno de estos relojes. Jaquet Droz parece ser la más convencida de este advenimiento, pues si en la primera versión del 2009 limitaba su producción a 88 ejemplares, en esta variante en oro amarillo, contrariamente a la mayoría de sus relojes, no menciona limitación alguna. El tiempo dirá!