Si hace unos días os descubríamos el inesperado L.U.C Heritage Grand Cru, hoy es el turno de comunicaros una excelente y largamente esperada noticia: el lanzamiento de los nuevos Chopard L.U.C XPS, una necesaria evolución que esperábamos con ansia y que ha implicado su puesta al día estética mediante la adopción de los códigos clásicos de los L.U.C. El resultado es sencillamente perfecto, mejorando en todos y cada uno de los elementos externos sobre los que Chopard ha actuado: caja, esfera, índices y manecillas.
Además, Chopard no lo ha hecho a medias tintas, sino que ha decidido lanzar cuatro elegantes versiones, bien diferenciadas por sus tres calibres combinados con diferentes esferas y materiales, que se adaptan a todos los gustos y bolsillos: desde el lujoso platino hasta la versión más asequible en acero, pasando por las dos referencias en oro rosa y gris.
El primer L.U.C XP de Chopard, la variante inicial sin pequeño segundero del XPS, fue lanzado en 2006 con unas características idénticas a las actuales: caja ultra fina, elegante esfera minimalista y un calibre automático con micro-rotor. Siguiendo su estela, el nuevo L.U.C XPS ofrece una caja de 40 mm de diámetro y contenido grosor de 7,20 mm que lo convierten en un reloj tremendamente proporcionado y muy cómodo de llevar, esta última una virtud que incluso mejora debido a que sus asas se han afinado y suavizado ligeramente. Asimismo, la carrura implementa un satinado vertical que contrasta con el pulido del bisel y la cara superior de las asas.
Pero es en la esfera donde los cambios resultan más visibles, adaptando algunos de las novedades que exhibía el L.U.C XPS 1860 Edition lanzado el año pasado. Mientras la versión en acero exhibe un dial blanco graneado, en las de oro gris y rosa son negra y plateada respectivamente, ambas con decoración rayos de sol. El mismo acabado es el que luce la esfera azul que implementa el L.U.C XPS de platino, para mí la mejor combinación posible.
Los simples índices rectangulares horarios de los anteriores XPS son sustituidos por flechas facetadas y con volumen, a los que se suma el número 12 y el cambio del clásico diseño de las manecillas dauphine al más sofisticado dauphine-fusée que forma parte del diseño de la colección actual L.U.C. Por último, el pequeño segundero cobra más protagonismo, tanto por recurrir a una manecilla más grande y facetada, como por mostrar un marcado perímetro circular del que antes carecía. Para remarcar la precisión de sus calibres certificados con el COSC, todas las versiones del L.U.C XPS exhiben la denominación «Chronometer» bajo el logo de Chopard.
Tal como corresponde a sus orígenes, los L.U.C XPS implementan movimientos de carga automática mediante micro-rotor y presentan una reserva de marcha de entre 58 y 65 horas gracias a su tecnología Twin de dos barriletes, algo realmente extraordinario si tenemos en cuenta el reducido espacio disponible: su grosor es de sólo 3,30 mm.
Los tres calibres utilizados son los L.U.C 96.50-L para el modelo en acero, el L.U.C 96.12-L para las versiones en oro, y el L.U.C 96.01-L para el maravilloso platino. Precisamente, el L.U.C 96.01-L tiene el honor de ser el primer calibre nacido en la manufactura Chopard de Fleurier en 1996, cuya calidad viene avalada por el prestigioso Punzón de Ginebra. De él derivan los otros dos mecanismos. El L.U.C 96.12-L es prácticamente idéntico a simple vista, pero un elemento que los diferencia rápidamente es que no dispone del sistema micro regulador de cuello de cisne, uno de los requisitos técnicos necesarios para optar al Punzón de Ginebra que sí encontramos en el L.U.C 96.01-L. En cambio, el L.U.C 96.50-L prescinde también de su rotor de oro y de su arquitectura, lo que le comporta que pierde una pequeña parte de la reserva de marcha que ostentan sus «hermanos mayores», quedándose en unas también magníficas 58 horas. Evidentemente, estos cambios se realizan para optimizar y minimizar el coste del mecanismo, lo que unido al uso del acero en la caja y al más modesto acabado de la esfera, consigue poder ofrecer una altísima calidad a un precio más que razonable.
También cabe destacar que la versión en platino y la de acero implementan la útil función de fecha mediante una discreta ventanilla ubicada a las 3 horas, una complicación que ya implementaban dos ediciones especiales, los L.U.C XPS Poiçon de Genève 125 Anniversary Edition y L.U.C XPS Poiçon de Genève. El contenido tamaño de la ventana junto a la acertada decisión de que el disco de fecha muestre el mismo color de la esfera (blanco o azul) resultan decisivos para que esta indicación se integre perfectamente en la esfera. A lo que no le encuentro demasiada explicación es a la decisión de Chopard de no equipar dicha complicación en los dos L.U.C XPS con caja de oro, a no ser que quiera abrir el abanico de posibilidades al comprador ofreciendo referencias con y sin fecha. Si este fuera el motivo tampoco lo veo muy lógico, ya que las tres configuraciones juegan ligas de precio bastante diferentes.
La versión en acero (ref.168591-3001) se sitúa en 7.900 CHF, mientras que las de oro rosa (ref.161948-5001) y gris (ref.161948-1001) suben hasta los 15.160 €. El platino (ref.161946-9001) en cambio se aleja a 24.600 CHF. Al cambio actual dichas cifra corresponderían, a falta de confirmación oficial, a 6.880 €, 13.215 € y 21.470 € respectivamente.
¿Cómo se sitúan estos precios respecto a los anteriores L.U.C XPS?. Pues claramente por debajo en su versión de acero, aunque todo tiene su explicación. Tomemos como referencia el L.U.C XPS 1860 Edition presentado el año pasado: con un precio de venta de 8.290 €, es un 20% superior a los 6.880 € del nuevo modelo. La diferencia la encontramos en su interior, ya que ha pasado de utilizar el calibre L.U.C 96.03-L con micro rotor en oro de 22 quilates a implementar el L.U.C 96.50-L con el micro rotor fabricado en lo que supongo que es tungsteno y una reserva de marcha inferior. Evidentemente todo tiene un precio, y Chopard ha considerado que resulta positivo rebajar un poco la calidad final de esta versión para poder ofrecerlo a un precio mucho más competitivo que se postula como el nivel de entrada a los L.U.C, lo dejan a un nivel impensable hace unos pocos años atrás.
Clásicamente elegante, sobrio, ultra-fino, cómodo, atractivo, legibilidad perfecta, acabados impecables, precisión certificada, carga automática por micro-rotor, dos barriletes, 58 horas mínimas de reserva de marcha… Si a este compendio de virtudes le sumamos una excelente relación calidad-precio que empieza por debajo de los 7.000 €, comprenderéis porqué podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Chopard es una de las firmas que mejor están haciendo su trabajo.
P.D.: Si se deciden a fabricar una versión que combine la caja de acero con la esfera azul… por favor, vayan reservándome uno, gracias.
Más información: Chopard.es