Si hay una marca que se pueda considerar legítimamente como especialista en relojes de aviación durante de segunda mitad del siglo XX es sin duda Breitling. No porque fabrique relojes a imagen de antiguos relojes de aviador, sino porque hasta la aparición de la instrumentación electrónica, la práctica totalidad de los pilotos comerciales utilizaban un Breitling para ayudarse en la navegación.
Hoy día nada ha cambiado. Breitling sigue dedicando la inmensa mayoría de los relojes de su catálogo a la aviación. Lo que ha sí ha cambiado es que obviamente los pilotos se sirven ahora de su instrumentación computerizada y del GPS para controlar los vuelos. Pero si prestáis atención, a la entrada o salida cuando tomáis un vuelo, cuando la cabina de los pilotos está aun abierta, os asombrará el enorme porcentaje de pilotos que siguen luciendo un Breitling en su muñeca.
A pesar de este ADN indisociable, hace unos años que Breitling decidió diversificar su público objetivo y mediante un acuerdo con Bentley inició una colección dedicada al automovilismo denominada «Breitling for Bentley«. La producción de esta gama de relojes es mucho más reducida que la dedicada a la aviación y la mayoría de sus modelos son de producción limitada.
Este es también el caso del nuevo Barnato 42 Midnight Carbon que nos presenta Bretiling, del cual se producirán 1.000 ejemplares en edición limitada. Este nuevo modelo es ciertamente interesante en diversos aspectos, especialmente porque no se trata de ninguna variación estilística o de color de un modelo ya existente. Cierto que ya existe un Bentley GMT Midnight Carbon, pero como bien dice su nombre es un cronógrafo GMT, función esta última de la que prescinde este nuevo Barnato. Pero además, aunque las cajas de ambos modelos comparten el mismo diseño y material, sus tamaños difieren de forma abismal. De los totalmente disparatados 49 milímetros de diámetro del GMT, un tamaño prácticamente imposible para la mayoría de mortales, pasamos a los 42 milímetros del Barnato, un tamaño idóneo para dicha mayoría de mortales.
Breitling define escuetamente el material de la caja como acero ennegrecido mediante un tratamiento de carbono. Lamentablemente desconozco en que consiste dicho tratamiento y por tanto también desconozco sus ventajas o desventajas comparado con los tratamientos PVD o DLC, los más extendidos para conseguir un acabado negro del acero.El bisel cuenta con una decoración del estilo “Clous de Paris”, habitual en los Breilting for Bentley y que también encontramos desde hace años en ciertos Calatrava de Patek Philippe. La esfera recurre a la configuración tri-compax para los contadores del cronógrafo y del pequeño segundero. El único “pero” que le pondría a este Barnato es que dichos contadores quedan muy centrados en la esfera, pero ello está sin duda condicionado por el tamaño del calibre 41B.
Solo un apunte final referente al término Barnato que da nombre a este Breitling. Se trata de una referencia a Joel Woolf Barnato, un financiero y piloto de automóviles, miembro de los llamados “Benteley Boys”, que en los años 20 venció tres veces consecutivas las 24 horas de Le Mans, evidentemente pilotando un Bentely.