Los BR01 Skull ya se han convertido en uno de los iconos de Bell & Ross. Su poderosa e intrigante imagen rinde homenaje a la epopeya de los paracaidistas de la Segunda Guerra Mundial durante el desembarco de Normandía. Estos combatientes de élite lucían con orgullo en su uniforme, un distintivo con una calavera, evocando las banderas piratas de antaño, utilizada tanto para impresionar a sus enemigos como para conjurar a la mala suerte. Hoy en día, el mítico “Jolly Rogers” aún figura en los equipos militares, ya sea en uniformes, emblemas o aviones, como un elemento decorativo a modo de talismán o símbolo de rebeldía.
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Bell & Ross BR-01 Laughing Skull
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Esta rebeldía es la que inspiró a Bell&Ross para crear los BR01 Skull en 2009, implementando la mítica calavera en su creación más representativa de la marca, el BR01. Desde entonces, han sido varias las versiones Skull, incluyendo el BR01 Skull Bronze del 2015, su versión BR01 Skull Tourbillon Only Watch, cedido por Bell&Ross a la subasta solidaria, o el más reciente BR01 Burning Skull.
Después de presentarse en Baselworld 2018, ahora es el momento de presentar en sociedad en nuevo Skull de Bell & Ross, un reloj dotado con un movimiento autómata: la mandíbula de la calavera cobra vida al darle cuerda, dibujando una sonrisa. Para lograrlo, Bell & Ross ha desarrollado el BR-CAL.206, un calibre manufactura cuyo contorno también retoma la forma de una calavera, adaptándose perfectamente a la caja Skull. Siguiendo el trazo marcado por las dos tibias cruzadas que atraviesan la caja en diagonal, los 4 puentes fijan la platina a la caja, ensamblando un solo conjunto esqueletizado que deja al calibre «flotando» en el centro del reloj.
La caja de 46mm de lado está fabricada en acero pulido con chorro de arena, aunque su característica más destacada es el guilloche en Clous de Paris que exhibe su parte superior, un motivo que se repite en la corona. Por su parte, la calavera tridimensional está formada por dos piezas; mientras la superior se mantiene fija, la mandíbula inferior se desplaza levemente en un vaivén de sentido vertical al remontar la corona, induciendo un ilusorio efecto de carcajada.
Las agujas en forma de sables recuerdan las de las anteriores colecciones Skull. En este reloj se han esqueletizado y cuentan con un revestimiento de superluminova.

La imagen superior, con la mandíbula cerrada. En la inferior, abierta después de medio giro de la corona al remontar.
El otro foco lo encontramos sobre el occipital de la calavera: el volante. Aunque más de uno apreciará la exhibición de un elemento que habitualmente no resulta visible desde la esfera, no creo que sea un efecto buscado, sino más bien la consecuencia de que la arquitectura del calibre no permite esconderlo bajo el cráneo metálico aplicado sin provocar un grosor excesivo de la caja. La único solución era recurrir al recorte de la esfera/calavera.
Además del modelo de acero, se han lanzado dos exclusivas versiones engastadas. La versión Light Diamond implementa 104 diamantes en su bisel y las dos tibias, mientras la Full Light dispone de un engastado de 394 diamantes repartidos en su superficie, reemplazando en guilloché. La versión en acero es una edición limitada a 500 ejemplares, mientras los dos modelos engastados restringen su número a solo 99 unidades.
Más información: www.bellross.com