La historia del Jaquet Droz Singing Bird Clock está llena de vacíos e incógnitas, algo comprensible si tenemos en cuenta que este reloj cantor autómata cuenta con más de 250 años de historia. Ahora ha sido restaurado y se podrá admirar en una exposición itinerante.
Los relojes con autómatas y más concretamente con pájaros cantores fue una de las grandes especialidades del maestro Pierre Jaquet-Droz. La prueba de ello es que esta legendaria firma relojera se ha atrevido en los últimos años a implantar un mecanismo de autómata cantor en ¡relojes de pulsera!. Ya hemos tratado con profundidad estas espectaculares e increíbles piezas en nuestros artículos. Dos ejemplos de ello son el «Bird Repeater» y el «The Charming Bird«.
Durante su periodo de vida, de 1721 a 1790, Jaquet-Droz realizó diversas piezas de este tipo. Una de ellas, la protagonista de este artículo, fue cedida en 1983 al Museo de relojería de Le Locle por un coleccionista inglés. El único dato que se conocía de su larga historia es que en el año 1917 fue puesto a la venta por un anticuario de Lucerna.
Con motivo de los 280 años de su fundación, la legendaria firma de La Chaux-de-Fonds contribuyó a la restauración y la datación de este Jaquet Droz Singing Bird Clock, una tarea encargada por la asociación «Automates & Merveilles» a un equipo de expertos del más alto nivel. Con estas investigaciones de datación, realizadas por dendrocronología de su gabinete interno, se ha confirmado que está realizado con piezas de madera cortadas hacia 1754, lo que encaja perfectamente con el periodo de mayor actividad de Pierre Jaquet-Droz.
La investigación y restauración del Jaquet Droz Singing Bird Clock duró varios meses y desveló sus interioridades. Cuenta con un sistema de doble caracol-cadena, de 1,80 metros cada uno y en su platina trasera se puede apreciar la firma «P. Jaquet Droz A La Chaux de Fonds». El movimiento relojero está equipado con un escape de rueda de encuentro y reproduce sonoramente las horas y los cuartos con dos campanas.
Por su parte, el pájaro cantor autómata se ubica en una jaula que corona el gabinete. Este pájaro interpreta seis melodías diferentes gracias a u complejo sistema de diez flautas. Cuando suena la melodía, el pájaro gira sobre sí mismo y abre el pico, agitando las plumas e hinchando el pecho, una característica poco común en este tipo de autómata.
El Jaquet Droz Singing Bird Clock se exhibirá en una exposición temporal denominada «Rêves en trois temps«. Hasta el 26 de agosto se podrá admirar en el Museo internacional de relojería de La Chaux-de-Fonds y del 4 de septiembre al 28 de octubre en el Museo de arte e historia de Neuchâtel. Después pasará a integrar de forma permanente la colección del Museo de relojería de Le Locle – Château des Monts.
Os dejo con un magnífico video donde se pueden apreciar las diferentes y complejas tareas de restauración a las que se ha sometido el Jaquet Droz Singing Bird Clock.