Celebrada en el histórico circuito Laguna Seca en Monterey, California a finales de septiembre, la Rennsport VI representa el mayor encuentro mundial de aficionados a Porsche. Un entusiasta devoto y coleccionista de coches de carreras en general y Porsche en particular, el copresidente de Chopard Karl-Friedrich Scheufele conduce cada año la carrera de Mille Miglia al volante de un Porsche 550A Spyder RS. Para resumir esta colaboración y celebrar dicho evento, Chopard ha diseñado el Mille Miglia Classic Chronograph Racing Stripes Edition, caracterizado por las bandas azules en la esfera que evocan las que implementaba en 1951 el equipo de Cunningham.
En la década de 1950, las reglas de la FIA estipulaban que los equipos de carreras deberían usar los colores representativos de sus países para facilitar a los espectadores diferenciar los coches participantes. Briggs Cunningham era un millonario deportista estadounidense propietario de una pequeña empresa de fabricación de automóviles, cuyo sueño era ganar la carrera más prestigiosa del mundo, las 24 Horas de Le Mans. En 1951, apropiadamente llamó a Cunninghams, y pintó de blanco de acuerdo con las regulaciones de la FIA, pero con las distintivas franjas azules estadounidenses cubriendo el capó, la parte superior y extendiéndose hacia la cubierta trasera . Aunque Briggs Cunningham nunca ganó Le Mans, sus automóviles se reconocían al instante por su decoración, por lo que las dos franjas paralelas fueron llamadas “Cunningham stripes”, ahora adoptadas por Chopard para esta edición especial.
El Mille Miglia Classic muestra una esfera plateada con las dos franjas Cunningham dispuestas verticalmente en su lado izquierdo. Sobre ella se disponen los habituales tres contadores correspondientes al pequeño segundero, totalizador de 12 horas y totalizador de 30 minutos según una configuración 3-6-9 horas, acompañados por la escala de segundos y la escala taquimétrica serigrafiada sobre el realce perimetral, y por los grandes numerales horarios de tipografía vintage inspirada en los instrumentos de los coches de carreras de los años 20.
Las dos grandes agujas de horas y minutos de tipo espada comparten eje central con la trotadora cronográfica de punta roja, el mismo color que el logo con forma de flecha de la Mille Miglia, que aparece en el corazón de la esfera a las 12 en punto. Por último, a las 16:30 encontramos la discreta ventana de la fecha.
Cada una de las cincuenta unidades de esta edición limitada se entrega con dos correas: una correa perforada de piel de becerro negra con costuras en azul (idéntica a la que implementa la versión azul de los Mille Miglia Racing Colours presentados este año), y otra de caucho inspirada en el perfil de la banda de rodadura del neumático Dunlop Racing de la década de 1960.
En mi opinión, la estética del Chopard Mille Miglia Classic Chronograph Racing Stripes Edition incluso supera en atractivo a las ediciones de la colección, exceptuando quizás la belleza de la esfera azul galvanizado de la edición presentada el año pasado. Gracias a las dos bandas azules resalta su vertiente más deportiva, aunque sea a costa de perder parte de su polivalecia y elegancia. Su único «pero» es que las 50 unidades de esta edición únicamente estarán disponibles para el mercado estadounidense.