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Este año TAG Heuer celebra un aniversario muy importante, el 50 aniversario del lanzamiento del primer Carrera en 1963, uno de los modelos más emblemáticos de la firma de La Chaux de Fonds. Qué mejor manera de celebrarlo que presentando la colección 2013 de cronógrafos Carrera, todos ellos implementando el movimiento  estrella, el Calibre 1887. En total, cinco son las novedades, acompañadas por un reloj concepto que hoy os presentamos. En próximos artículos iremos desvelando dichos lanzamientos.Con un diseño ciertamente peculiar, tres son los aspectos que definen al CMC Concept Chronograph:

Fabricación en composite de carbono

El uso de este material en caja, bisel y esfera le otorga una ligereza casi insuperable, con un peso final entre los tres elementos de 19 gramos. Las  fibras de carbono ultra fina, con un grosor de 0,007 mm, se disponen en una estructura isotrópica. Los componentes se fabrican con una disposición tridimensional de las fibras de carbono, sufriendo posteriormente un proceso de calentamiento  y compresión, logrando que las capas blandas y flexibles adquieren entonces una rigidez extrema. Esta estructura tridimensional se marca visiblemente en toda la superficie del reloj.

Caja asimétrica

Basada en el diseño del Carrera Mikrogirder, recientemente ganador de l’Aiguille d’Or del Grand Prix d’Horlogerie de Genève que os presentamos en su correspondiente artículo, la caja de 45 mm presenta un mayor grosor en la zona superior, debido a que la corona y los pulsadores cronográficos se sitúan en una posición totalmente atípica a las 12 horas. Esta disposición presenta ciertas ventajas a la vez que algún inconveniente:

Ergonomía y facilidad de uso del cronógrafo. En su haber, su accionamiento se realiza desde una posición de mucho más natural que la típica arquitectura en que sitúan a las 3 horas. Haced la prueba y veréis. Además, la carrura derecha queda libre, comportando que no sufriremos los típicos problemas cutáneos que suele causar la corona en el dorso de la mano.

Mejor visibilidad. Esta asimetría nos proporciona un mejor ángulo de visión, aumentando la legibilidad, incluso casi sin tener que girar la muñeca para orientarlo.

Aumenta la posibilidad de golpes. En cambio, con esta disposición la corona y los pulsadores quedan mucho más expuestos a posibles impactos y roces. Los imponentes 45 mm no ayudan a minimizar este riesgo.

Calibre 1887

Como no podía ser de otra manera, el Calibre 1887 es el encargado de dar vida a este guardatiempos. No nos extenderemos en describir las excelencias de este movimiento, el primer calibre manufactura de TAG Heuer presentado el 2011, pero os resumo sus principales características: un movimiento cronógrafo con rueda de pilares, embrague vertical, fecha y una reserva de marcha de 50 horas. Este mecanismo es visible gracias al cristal de zafiro ligeramente ahumado que cierra la trasera.

Siguiendo con la descripción del reloj, la esfera con tres subdiales parece bicompax debido a la escasa relevancia visual del minimalista segundero respecto a las subesferas de horas y minutos de la función cronográfica, con los contadores enmarcados con un aro plateado y con las escalas correspondientes. La pequeña ventana de la fecha a las 6 horas, agujas tipo espada, números arábigos aplicados y una escala taquimétrica perimetral rematan el conjunto del dial.

Y si este reloj os resulta interesante, no sufráis, en un próximo artículo os presentaremos una versión ya disponible, el Carrera Calibre 1887 Jack Heuer Édition 50e Anniversaire.

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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