Sin duda, una de las marcas que en los últimos años más ha acelerado su producción de calibres manufactura ha sido Panerai. Desde la aparición el año 2005 del P.2002, 14 han sido los movimientos lanzados en estos ocho años, tanto manuales como automáticos, llegando al punto de que este año y por primera vez, todos las novedades presentadas por Panerai implementan calibres manufactura.
Pero hasta el presente año, esta colección de calibres resultaba incompleta. En la substitución de la mayoría de los calibres externos, se habían implementado casi todas las complicaciones que la marca utilizaba: fecha, reserva de marcha, GMT, cronógrafo monopulsante, tourbillon, etc. Mientras el movimiento cronógrafo automático OPXIII, sigue en catálogo con el Luminor Chrono Daylight (PAM 356), sólo quedaba pendiente lanzar el sustituto del movimiento automático OP XIX, el cronógrafo flyback basado en un ebauche de ETA, un Valjoux 775x, que utilizaba el PAM 212 y que tuvo el 2011 su último año de fabricación.
Era lógico y esperado, por tanto, que este año fuera la gran novedad, y así ha sido. El flamante P.9100 es el primer cronógrafo automático desarrollado y producido íntegramente en las instalaciones de Neuchâtel, debutando en el corazón del nuevo Luminor 1950 3 Days Chrono Flyback PAM 524 y PAM 525.
Su hermano mayor, el P.9100/R es un desarrollo del anterior, al que se le añade la nueva función Regatta de cuenta atrás. Su análisis conjuntamente con el del modelo que lo implementa, el PAM 526, lo podréis leer en un próximo artículo. De momento, analizaremos el PAM 524 conjuntamente con el nuevo calibre, empezando por su diseño exterior.
CAJA
Este nuevo modelo utiliza la caja Luminor 1950, una de mis preferidas, sobretodo en los modelos anteriores a 2009, año en que Panerai decidió prescindir en sus nuevos modelos de su característico cristal abombado, que le otorgaba una fuerte personalidad y una tridimensionalidad realmente bella, a pesar de provocar cierta distorsión en la legibilidad de la esfera. Desde el lanzamiento de los calibres P.9000 en el SIHH 2009, todos los nuevos Luminor 1950 implementan un cristal mucho más plano. Claramente su planimetría favorece la visibilidad… a cambio de perder gran parte de su encanto. Aquí tenéis una foto de mi PAM 212; observad la curvatura del cristal y comparadla con las fotos que más abajo podéis encontrar. Por suerte, los 1950 con calibres de la serie P.2000, todavía gozan del cristal abombado.
Con un diseño que podríamos tildar de intermedio entre la primigenia caja Radiomir 1936, de forma almohadillada y elegante, y la más reciente Luminor más robusta y contundente, inició su recorrido en el año 1950 en el marco del uso militar de los instrumentos fabricados por Panerai. En esta evolución de la caja 1940 últimamente rescatada por la marca, su principal elemento innovador fue el nuevo y posteriormente famoso puente protector de corona.
Centrémonos en el modelo que nos ocupa. La caja de 44 mm se presenta en acero satinado (PAM 524) u oro rojo pulido (PAM 525). En ambos casos el bisel tiene un acabado pulido. La hermeticidad conseguida en la versión acero es de 100 metros, mientras que en la versión oro nos quedamos a la mitad, 50 metros. Esos 44 mm, el tamaño más habitual de Panerai, vienen complementados por unos importantes 17 mm de grosor, aunque idéntico a las medidas de una Luminor 1950 pre-SIHH 2009: lo que se ahorran con el cristal plano, se utiliza en compensar el mayor grosor de caja destinado a albergar los 7,90 mm de los calibres P.9000 o los 8,15 mm del nuevo P.9100.
En la carrura derecha, el puente protector de la corona desvela cualquier duda sobre la identidad del fabricante. Grabada en su parte superior, la abreviatura “REG. T.M.” tan característica de los Luminor 1950, resulta bien visible. Por si alguno de vosotros lo desconoce, significa “Registred Trademark”, “marca registrada” o el italiano “brevetatto” que Panerai utiliza en la esfera de algunos de sus modelos.
En la carrura izquierda encontramos los dos pulsadores cronográficos. En la zona de pulsación, presenta en realzado la inicial de su función:
- El pulsador R/F a las 8 horas, controla la puesta a 0 (Reset) y la función Flyback.
- El pulsador S, situado a las 10 horas, controla la puesta en marcha y la parada del cronógrafo (Start y Stop)
No veo que utilidad pueden tener estas letras aparte de ser puramente decorativa. Personalmente, preferiría el acabado liso habitual, satinado o pulido.
En la parte trasera de la caja, el típico fondo poligonal de doce caras posee en su centro una ventana en cristal de zafiro que revela el calibre P.9100. En el espacio disponible que el zafiro nos deja, podemos leer el nombre y logo de la marca, el número de serie y de fabricación, su hermeticidad y el material utilizado, en este caso “Stainless steel” (acero).
Un elemento realmente útil, implementado hace unos años y pensado sobretodo en el usuario paneristi y su fiebre por las correas, es el sistema de cambio rápido de las mismas. Situado en la zona inferior de las asas derechas, un botón permite su rápida extracción, ahorrando multitud de posibles arañazos al que nos exponía el anterior sistema mediante tornillos roscados.
ESFERA
Si una característica no se puede negar a Panerai, es la elevada legibilidad que presentan todos y cada uno de sus relojes. La estructura del dial está formada por dos placas superpuestas; la superior tiene perforaciones que se corresponden con los índices de la esfera para dejar pasar la luminiscencia del Super-Luminova beige depositado en la placa inferior. Este color ha ido sustituyendo progresivamente al verde, consiguiendo cierto toque vintage al imitar el envejecimiento que sufría el tritio, material radiactivo con que se conseguía anteriormente la luminiscencia.
Sobre el color negro de la esfera destacan poderosamente los índices horarios mediante simples barras, excepto a las 6, 9 y 12 horas, donde presenta grandes números arábigos con la tipografía abierta e inconfundible de Panerai. Entre ellos, finos índices serigrafiados nos marcan la escala de minutos. A las tres horas, una pequeña ventana nos descubre la función de fecha. En su polo opuesto, a las 9 horas, equilibrando el dial se encuentra el pequeño segundero, que mantiene el mismo diseño de la esfera principal.
Respecto a su antecesor el PAM 212, además de no implementar acertadamente la escala taquimétrica, abandona su configuración bicompax al situar la agujas de minutos de la función cronográfica también en el eje central, contribuyendo a una rápida y fácil lectura. Las finas agujas de minutos y segundos se distinguen una de otra con colores diferentes: la aguja de los segundos es azul, y la de los minutos, de acero o de oro.
Este toque azul, asociado a las seis ediciones especiales Regatta lanzadas entre los años 2006 y 2010, tiene una gran importancia visual, rompiendo la monotonía cromática de la esfera. Resumiendo, con estos cambios se consigue más nitidez de esfera, mayor legibilidad y una mejora estética notable.
CALIBRE
Llegamos al punto fuerte, el nuevo calibre manufactura P.9100, el primer movimiento cronógrafo automático de Panerai. Sus propiedades siguen en la misma dirección de las maquinarias presentadas por la firma de Neuchâtel, mecanismos técnicamente muy correctos y robustos, dotados de una elevada reserva de marcha. Sus funciones son: horas, minutos, pequeño segundero, fecha, cronógrafo flyback y puesta a cero del segundero. Esta última función realmente útil al facilitar la sincronización del reloj; los que somos obsesivos en este aspecto lo agradecemos enormemente. Consiste en que el segundero recupera automáticamente la posición de las 12 horas cuando abrimos la corona, pudiendo ajustar perfectamente el minuto a sincronizar.
El cronógrafo es la razón de ser de este calibre. Con embrague vertical y rueda de pilares, Panerai consigue la configuración técnica que menos tiempo pierde desde que se acciona el pulsador hasta que empieza el registro del tiempo, aunque no hay que olvidar que hablamos de diferencias de milésimas o centésimas respecto a otros sistemas. Igualmente, el tacto de dichos pulsadores resulta bastante suave.
La función flyback permite que las agujas del cronógrafo, cuando ya se encuentran en movimiento, regresen instantáneamente a cero y vuelvan a empezar, sin que sea necesario detenerlas primero, ponerlas a cero y activarlas de nuevo. Un dato que es visualmente relevante es el salto cada 60 segundos de la minutera cronográfica, facilitando la lectura de la medición.
La reserva de marcha alcanza las 72 horas, o sea, tres días completos, una cifra muy a tener en cuenta. Esta cifra se alcanza gracias a sus dos barriletes con muelles conectados en serie. Un rotor bidireccional sobre cojinetes de bolas se encarga de cargar la energía que se almacena en dichos barriletes. Soportado por un sólo puente con un dispositivo antichoque KIF Parechoc, el volante oscila a 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y es del tipo de inercia variable.
Finalmente, comentar que este movimiento de 302 componentes y 37 rubíes, tiene un diámetro de 13 ¾ líneas (31 mm) y un grosor de 8,15 mm.
Hasta aquí todo perfecto. Pero como a cualquier reloj, siempre podemos encontrarle algún punto de mejora; el calibre P.9100 del PAM 524, como subjetivamente aprecio en todos los movimientos automáticos manufactura de Panerai, adolece de un diseño demasiado industrial y neutro. Esta tendencia de la marca a la decoración espartana de puentes y masa oscilante, no acompaña en absoluto a su calidad técnica. Y aunque los calibres de carga manual siguen el mismo camino, con grandes puentes que recuerdan las platinas 3/4 de la relojería alemana, como mínimo están libres de la masa oscilante, resultando mucho más “agradables” estéticamente hablando.
Las dos versiones de este modelo perteneciente a la colección Contemporany, se suministran con correas diferentes: mientras el PAM 524 de acero lleva una correa de cuero negro, la del PAM 525 de oro rojo es de aligator marrón. Ambas presentan el stitch o pespunte en color beige. Disponible a partir de julio de este año, sus precios y producción son los siguientes:
- PAM 524 en acero. Su producción anual es de 2.000 piezas y un precio de 9.800 €.
- PAM 525 en oro rojo. Edición limitada a 500 piezas anuales y un precio de 25.000 €.
En resumen, el nuevo flyback manufactura cumple con las expectativas. La esfera presenta un diseño acertado, muy nítido y con elevada legibilidad, que complementado por el Super-Luminova beige y el contraste azul de la aguja de segundos del cronógrafo central, conforman un reloj realmente atractivo. El nuevo calibre P.9100 flyback implementa elementos técnicos como el embrague vertical y la rueda de pilares. Igualmente, sus dos barriletes proporcionando 3 días de reserva de marcha representan un punto fuerte a tener muy en cuenta.
Como aspectos negativos, sólo puedo citar el antes comentado frío e impersonal diseño del calibre. El grosor final del reloj, con más caja y menos cristal, puede comportar cierta dificultad de uso con camisas de puño contenido, y aunque el cristal plano no es una novedad de este año, sigo echando en falta el zafiro abombado junto a la caja 1950.
En conclusión, una buena opción de compra tanto por su diseño como por su calibre, por supuesto en su versión acero; no considero adecuado el uso de este metal, pesado y dúctil, en la fabricación de relojes como Panerai, con una fuerte herencia militar. Además, con el precio que está alcanzando los últimos años, utilizar el oro el relojes de gran tamaño representa un sobreprecio brutal.