El Maillon de Cartier probablemente estaba destinado a ser una de las grandes novedades de la manufactura de La Chaux-de-Fonds en el salón Watches & Wonders Geneva 2020. Como todos sabéis, lógica pero lamentablemente este salón ha sido cancelado y desconocemos como nos presentarán las novedades las marcas que tenían previsto exponer en él.
De momento, Cartier parece que ha tomado el camino más evidente y sencillo. Remitir a la prensa especializada el mismo dosier que se nos hubiese entregado mediante un pendrive en el mismo salón. Por tanto, en cuanto a información, tenemos la misma. La gran diferencia es que no habremos visto ni tocado en vivo el reloj. Ello carece de importancia cuando se trata de una variante de un reloj ya existente. Cuando, como es el caso del Maillon de Cartier, se trata de una pieza de diseño totalmente nuevo, ninguna imagen puede sustituir la sensación de verlo en vivo.
De cualquier modo, analizaré detalladamente este Maillon de Cartier e intentaré basarme en factores objetivos. Pero, tampoco se puede obviar que una factor tan subjetivo como es el estético juega un papel trascendental en un reloj, más aun si está destinado al público femenino. Por tanto, solo queda recalcar una vez más que muchas de mis opiniones están sujetas a mi inevitable y arbitraria subjetividad.
Maillon de Cartier – la caja
Si hay alguien capaz de crear formas inéditas en la caja de un reloj, es sin duda Cartier. Como ejemplo de ello, solo hace falta ver la inusitada cantidad de formas de caja distintas que ha diseñado para un mismo reloj, como es el legendario Tank. Pero, y ahí reside lo meritorio, sin perder la identidad estética propia de dicho reloj.
La caja del Maillon de Cartier se asemeja en cierto modo al Tank. Lo hace porque sus formas son geométricas y angulosas, como la mayoría de diseños más «convencionales» del Tank. No obstante, su geometría es inédita y adquiere una forma que podría parecer está creada con la única finalidad de hacer algo que no se había hecho. Pero, la indefinible estructura de la caja del Maillon tiene una poderosa razón de ser; la coherencia estética con el resto de elementos externos.
La caja del Maillon de Cartier presenta una geometría hexagonal irregular. Cuatro de sus caras siguen la relación convencional de 90 grados, mientras que las dos restantes, de menor longitud, adquieren un ángulo intermedio.
El ángulo que forman las dos caras más cortas se ve prolongado por lo que serían las asas que, aquí reside a clave estética del reloj, marcan la linea por la que se desarrollarán las lineas inclinadas de los eslabones de su brazalete.
No se puede pasar por alto el diseño de la corona de este Maillon que, de forma también hexagonal, sigue la misma estética de lineas marcadas y duras del resto de elementos del reloj. Como no podía ser e otro modo, la corona se ve culminada por un cabujón de zafiro, uno de los grandes símbolos inherentes a los relojes Cartier.
Las dimensiones de la caja del Maillon son de 16 x 17 milímetros por un grosor de 6,8 mm. Se trata de un tamaño que podemos calificar de pequeño, incluso muy pequeño si lo comparamos con la tendencia reciente, en ocasiones exagerada, de relojes femeninos de gran tamaño. Está claro que con este Maillon, Cartier ha querido privar la elegancia ante el exhibicionismo.
Maillon de Cartier – la esfera
La esfera sigue exactamente la misma geometría hexagonal que la caja que la alberga. El bisel es ancho y poderoso, aproximadamente del mismo grosor que los eslabones del brazalete. Por ello, el espacio restante para la esfera es ciertamente reducido. Aun y así, muy lejos tendríamos que estar del reloj para no reconocer que se trata de un Cartier.
En la esfera del Maillon de Cartier encontramos todos y cada uno de los rasgos de diseño más caracterísiticos de los relojes de la marca. Indices horarios representados por los típicos números romanos que todos reconocemos en un Tank, complementados por las igualmente reconocibles agujas azuladas propias de Cartier. Así de simple; dos elementos que en su conjunto conforman una imagen irrevocablemente Cartier.
En la esfera del Maillon de Cartier no encontraremos otra indicación que las más básicas de horas y minutos. Ni su tamaño permitiría más indicaciones legibles ni Cartier lo pretendió cuando diseñó este reloj. Esta claro que la finalidad era crear un objeto elegante y simple, dos conceptos que suelen ir ligados.