Llueve sobre mojado en la industria relojera, sobretodo para Baselworld. Las malas noticias se agolpan desde que los principales eventos han ido cayendo uno tras otro debido a la pandemia de la COVID-19. Primero fue el Time to Move del Grupo Swatch, seguido por las dos principales citas del año, el Watches & Wonders Geneva y Baselword, y el aplazamiento hasta finales de agosto de la alternativa surgida: Geneva Watch Days. Era previsible que la cancelación de este último harían surgir tensiones entre MCH, la empresa organizadora, y las firmas expositoras, sobretodo por los costes que conlleva dicha anulación, que ascenderían a más de 18 millones de CHF. Por la excepcionalidad de la situación, es difícil saber si este importe estaría cubierto por las pólizas de seguros, ya sea en su totalidad o parcialmente.
Un artículo publicado ayer en el periódico suizo Le Temps revela que el tono de las discusiones es cada vez más áspero: el presidente del comité de expositores ha escrito una carta a los organizadores de Baselworld en la que amenazan con abandonar la feria si no reciben el reembolso íntegro de los costes. En ella expresan la insatisfacción de los expositores a todos los niveles, desde la nueva fecha del evento hasta los reembolsos ofrecidos para liquidar financieramente su cancelación (o posposición, según Baselword). Es importante tener en cuenta que el presidente del comité de expositores, Hubert J. du Plessix, es también el Director de inversiones y logística en Rolex.
Con fecha 6 de abril de 2020, la carta de du Plessix se envió, además de a MCH Group, a la Fédération de l’industrie horlogère suisse (FH), la Association patronale des industries de l’Arc-horloger Vallee de Joux (Apiah), la Union de la bijouterie et de l’orfèvrerie suisse (UBOS) y el Comité permanent de l’horlogerie européenne (CPHE). En ella se hablaba sobre las dos opciones de reembolso ofrecidas por Baselworld. Estas propuestas no vinculantes fueron enviadas la semana pasada a los expositores, comunicándoles adicionalmente que los contratos no obligan a proporcionar ningún reembolso. Sobre ello, Michel Loris-Melikoff, Director Gerente de Baselworld, comenta: «Ofrecemos condiciones sin precedentes, que van mucho más allá de las obligaciones contractuales (términos y condiciones generales) y son mucho más generosas que la gran mayoría de eventos europeos similares que tuvieron que cancelarse o posponerse».
- La primera opción traslada el 85% de los importes a Baselworld 2021, mientras que el 15% restante serviría para ayudar a cubrir parte de lo gastado por la organización en Baselworld 2020.
- La segunda opción se divide en tres porcentajes: el 30% sería reembolsado, el 40% transferido a Baselworld 2021 y el 30 % restante para cubrir los gastos de MCH en Baselworld 2020.
En febrero, las marcas expositoras recibieron un recordatorio pidiéndoles que abonaran las tarifas pendientes
Y ahora les han dado hasta finales de abril para aceptar una de las dos opciones de reembolso parcial. «Esta falta de consideración por parte de los dirigentes del Grupo MCH, recuerda, lamentablemente, una etapa que pensamos que había terminado». Después de las quejas, Hubert du Plessix pide el reembolso completo de las tarifas pagadas por Baselworld 2020 como «una solución elegante que sería la mejor manera de alentar a los expositores a participar en una futura edición de Baselworld». Agrega: «de lo contrario, tememos que este sea el final, puro y simple, de Baselworld, especialmente porque las fechas elegidas en enero de 2021 no son adecuadas para el sector de la joyería, las piedras preciosas y las perlas, y esa coordinación con Watches & Wonders Geneva (ex-SIHH) ya no existe».
Un reembolso de Baselworld no supondrá una gran diferencia para las finanzas de grandes marcas como Rolex, pero sin duda sería un alivio para casi todos los demás en una industria que está en medio de una crisis de tremendas proporciones. Para la mayoría de los expositores en Baselworld, marcas pequeñas o medianas, la suma de seis o incluso siete cifras gastada en Baselworld 2020 es muy significativa. De hecho, para las firmas más pequeñas este importe podría incluso suponer la diferencia entre sobrevivir o hundirse durante la recesión.
Veremos cómo acaba este conflicto de intereses, pero la situación de parálisis industrial y comercial que estamos viviendo, y de la que no vemos aún el final, hará que las posiciones se polaricen aún más.