Un poco a ultima hora con respecto a las demás novedades de la manufactura de La Chaux-de-Fonds, nos ha llegado la información de los imprescindibles Métiers d’Art de Cartier. Por ello no los incluí en el artículo que dedicamos a las novedades de Cartier en el Watches & Wonders Geneva 2020. Ahora lo compensaremos con este “adendum” dedicado a ellos.
Ronde Louis Cartier Marqueterie de Paille et D’or
Siempre recordaré cuando tuve el privilegio de visitar las instalaciones relojeras de Cartier en Suiza. La manufactura de Cartier en La Chaux-de-Fonds me impresionó por su modernidad y sus dimensiones, pero lo que de verdad me asombró fueron sus talleres “Maison des Métiers d’Art”.
Ambas instalaciones están muy cerca una de otra, pero se trata de conceptos y estéticas que se pueden calificar perfectamente de opuestos. Cuando el chofer detiene el coche piensas “habrá algún problema”, pues estamos en frente de una granja en medio de la campiña. Pero no, no era ningún error. Esta granja del siglo XVII es la sede donde los artesanos de Cartier materializan su arte. Hoy en día puede sorprender, pero no debemos olvidar los principios de gran parte de la relojería suiza, cuando los agricultores realizaban en sus granjas piezas para relojes durante el crudo invierno helvético.
En el interior se mantiene todo el patrimonio estético de esta granja, pero con el imprescindible sello del lujo de Cartier y con un aire a laboratorio secreto que, al fin y al cabo, no se aleja mucho de la realidad. Esta mezcla de pavimentos de cerámica con mobiliario y puertas de madera se mezcla en sorprendente armonía con el ascensor acristalado que nos desplaza a lo alto de sus cuatro plantas. De nuevo, en la plantas superiores encontramos esta conjunción tan contemporánea de cristal y metal, que es lo que nos invita a pensar en un laboratorio.
Ya en pleno laboratorio artístico, lo que más me impresionó fue la marquetería de flores, una oficio artístico del que nunca había oido hablar. Bien, de hecho nadie había oido hablar de él antes de que a un joven artesano de Cartier se le ocurriese esta florida e insólita idea.
Si he realizado esta larga introducción, que parece más adecuada para un reportaje de esta “Maison des Métiers d’Art” de Cartier que en una presentación de novedades, es porque el primer reloj Métiers d’Art de Cartier que veremos es un claro heredero conceptual de la marquetería floral.
Efectivamente, la base conceptual de este primer Metiers d’Art de Cartier, el Ronde Louis Cartier Marqueterie de Paille et D’or, es la misma, la de imaginar una marquetería basada en minúsculas piezas realizadas con materias insólitas, como en este caso es la paja. Los artesanos de Cartier recortan este fino tallo seco para obtener minúsculas piezas que, una vez encajadas como un puzzle, se unirán a otras piezas realizadas en distintos tipos de oro para dar forma y textura a la cabeza de la famosa Pantera de Cartier.
Este motivo está compuesto por setenta y cinco piezas de paja a las que se ha dado color con once tonalidades distintas. A ellas se suman un número similar de piezas de oro blanco, amarillo y rosa. Incrementando la complejidad y sofisticación de este trabajo artesanal en miniatura, algunos elementos de paja llevan incrustados hilos de oro.
De esta obra de arte portátil, que además nos dará la hora, Cartier producirá 30 piezas. Por cierto, la caja está realizada en oro blanco, mide 42 milímetros y en su interior alberga el calibre de carga manual 430 MC… aunque en el caso de este reloj, todo esto es lo de menos.