Leído así, no parece nada extraordinario. Ya hace muchos años que el hombre ha conseguido alcanzar y sobrepasar esta barrera de velocidad, con aeronaves e incluso con automóviles. Pero si puntualizamos que esta vez se trata de sobrepasar dicho límite únicamente con el cuerpo humano, sin estar protegido por nave alguna, el asunto cambia considerablemente.El interés relojero de esta noticia se basa en que uno de los sponsors de la misión es
Zenith, que equipará a Felix con su célebre cronógrafo “El Primero” en su versión Stratos, que no casualmente es el mismo nombre de esta nueva aventura del equipo aerospacial de Red Bull. Durante el desarrollo de la misión, Baumgartner llevará ceñido el reloj por encima de su traje espacial. El asunto no es baladí para el hombre, pero tampoco lo es para el reloj.
Estos días estamos viendo a multitud de deportistas luciendo una enorme variedad de relojes durante las competiciones de los Juegos Olímpicos de Londres. Desde los comunes relojes de cuarzo digitales de plástico, hasta modelos de muy alta gama como es el Richard Mille que he visto en la muñeca de un velocista de 100 metros. En casos como este último, el reto para la mecánica del reloj es sobrevivir a la aceleración continua que efectúan los brazos del atleta durante la carrera. Pero si trasladamos esto a una velocidad superior a la del sonido, que es uno de los objetivos de la misión Red Bull Stratos, el desafío alcanza proporciones épicas.Para describir el objetivo y método de esta misión citaré textualmente algunos párrafos de la nota de prensa de Red Bull y de Zenith:
El austriaco Felix Baumgartner, acompañado del nuevo modelo de cronógrafo El Primero Stratos Flyback Striking 10th, saltará desde una cápsula suspendida de un globo aerostático en la estratosfera a una altitud de más de 120.000 pies (36,5 kilómetros), casi cuatro veces más que la altura a la que suelen volar los aviones comerciales. Esta misión a los confines del espacio, bautizada como Red Bull Stratos, es un proyecto que intentará desafiar los límites del cuerpo humano desde hace más de 50 años y pulverizar cuatro récords mundiales:- el vuelo tripulado en globo aerostático a mayor altitud
- la caída libre desde mayor altitud
- la caída libre más larga
- por primera vez en la historia, romper la barrera del sonido con el cuerpo humano.
Con el apoyo de un grupo de expertos, Felix Baumgartner ascenderá a 120.000 pies (36.576 metros) con un globo estratosférico y saltará por primera vez en la historia en caída libre pasando de una velocidad cero a 1.125 km/h o más, abalanzándose hacia el suelo a velocidad supersónica antes de abrir el paracaídas. Este intento de sobrepasar los límites atmosféricos hará realidad un viejo sueño de este aventurero y proporcionará datos médicos y científicos para los pioneros del futuro. La Manufactura Zenith es uno de los patrocinadores principales y el único cronometrador de esta misión.
El equipo Red Bull Stratos reúne a los cerebros más destacados en medicina aeroespacial, ingeniería, desarrollo de trajes presurizados, creación de cápsulas y construcción de globos aerostáticos. Uno de sus integrantes es el coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense Joseph Kittinger, que ya ha ascendido a una altitud de 102.800 pies (31.333 metros) y que actualmente ostenta tres de los récords que Felix Baumgartner intentará batir.Como preparación para realizar este hito histórico, el 15 de marzo de 2012 Felix Baumgartner realizó un salto desde un globo aerostático a una altitud de 71.615 pies (21.828 metros), convirtiéndose así en la tercera persona en la historia que completa con éxito una caída libre desde esa altura. Entre julio y septiembre realizará una última prueba.
Durante la subida, a partir de aproximadamente 63.000 pies (19.200 m), Felix Baumgartner cruzará la “Línea Armstrong”, un punto en el que la presión del aire es tan baja que sin presurización (en la cápsula o con un traje espacial) los fluidos corporales se vaporizan, es decir, empiezan a hervir a la temperatura normal del cuerpo.Durante el salto de prueba desde 71.615 pies (21.828 m) de marzo de 2012, Felix Baumgartner atravesó un nivel de la estratosfera en el que la temperatura cayó a -68 °C. A 120.000 pies de altura (36.576 m), Felix Baumgartner experimentará un entorno casi espacial en el que imperan el vacío y el frío extremo.
El hecho de que la resistencia del aire es mucho más baja en la estratosfera que en altitudes inferiores permitirá a Felix Baumgartner acelerar rápidamente. Intentará romper la barrera del sonido en el primer medio minuto de la caída libre antes de ser frenado gradualmente por el aumento de la densidad del aire.Saber controlar la posición del cuerpo a pesar de una aceleración tan rápida constituirá una proeza extraordinaria. El piloto estará protegido durante la caída por un traje espacial presurizado. “Es un salto hacia lo desconocido”, puntualiza Felix Baumgartner. “Nadie puede predecir cómo responderá el cuerpo humano cuando cruce la barrera del sonido en un entorno casi espacial”.
Queda claro que ni Felix ni el Zenith Stratos lo tendrán fácil. De este mismo reloj en su variante “no stratos” ya os hablamos en un test de octubre del año pasado. Básicamente la única diferencia notoria es que el modelo Stratos cuenta con un bisel externo giratorio unidireccional. Por lo demás, conserva todas las funciones de su cronógrafo, unas de las más complejas que se pueden aunar en un reloj destinado a medir tiempos cortos: flyback y foudroyante de 1/10ª de segundo.
Esperemos que Zenith certifique de algún modo que una vez realizada con éxito la misión, el reloj conserva su funcionamiento y precisión, además de mantener su estructura externa intacta. La fecha exacta de este salto no está aun determinada, pero os mantendremos al corriente de todo lo que a él concierna.
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