Con el Traditionnelle Tourbillon Quilin que nos presenta Vacheron Constantin se demuestra una vez más que, en tiempos convulsos, el mercado oriental es el tablón de salvación del sector de la Alta Relojería. Ciertamente es difícil de imaginar un año más convulso de lo que ha sido este 2020 y por ello, el ya habitual desfile de relojes que se relacionan de alguna manera con oriente y más concretamente con China, se ha incrementado aun más si cabe.
En esta ocasión Vacheron Constantin se ha centrado en el Qilin, una criatura mítica de la cultura china que representa la sabiduría, la prosperidad y la paz. Hay que reconocer que este simbolismo no puede ser más apropiado en los tiempos en que corremos y que hasta los más escépticos desearán que triunfen estos auspicios.
Aunque no mantiene íntegramente su nombre, la base elegida por Vacheron para rendir homenaje al Qilin es la del Traditionnelle Tourbillon 14 jours, uno de los relojes más exquisitos y elegantes del catálogo de Vacheron en las últimas décadas. La geometría y dimensiones de la caja se mantienen inalterada con respecto a la versión original presentada en el año 2011, sobre la cual publicamos este artículo. Lo que otorga su especial carácter a este Qilin es la ornamentación que decora todos sus elementos externos.
En la caja del Vacheron Constantin Traditionnelle Tourbillon Quilin se aplica una delicada y compleja decoración que reproduce las «nubes amuletos de la suerte», otro de los símbolos mitológicos de la cultura asiática. Esta decoración se aplica mediante la técnica de grabado manual denominada «talla dulce» y se extiende a la práctica totalidad de los elementos que conforman la caja; carrura, asas y bisel.
El trabajo artístico es extiende a la esfera, otorgando todo el protagonismo a las figuras de los dos Qilin, ubicados de forma perfectamente simétrica a ambos lados de la esfera. Para reproducir estas míticas criaturas, los artesanos de Vacheron Constantin utilizan la técnica de grabado denominada «ramolayé». Esta técnica, para la que cada artesano utiliza sus herramientas personalizadas, permite obtener multitud de matices en los surcos que se realiza sobre la base de oro.
Las dos figuras de los Qilin se aplican sobre una base decorada con un grabado guilloché realizado a mano al que posteriormente se aplica un tratamiento de galvanizado de color negro. Como siempre ocurre cuando se cruzan estas dos tonalidades, el contraste resultante del oro rosa (5N) de las dos figuras, de la agujas y del índice del segundero, con el negro del fondo de la esfera es realmente espectacular.
En el interior del Vacheron Constantin Traditionnelle Tourbillon Quilin se aloja el impresionante calibre 2260, el que estrenó la primera versión de este reloj en el 2011. Se trata de un impresionante movimiento de carga manual que recurre a un tourbillon para optimizar su cronometría y que se distingue por ofrecer una impresionante reserva de marcha de 14 días (336 horas). A ello también contribuye parcialmente una relajada frecuencia de oscilación de 18.000 alternancias por horas.
Como era de esperar en creaciones de este tipo, el Traditionnelle Tourbillon Quilin se emitirá en formato de edición limitada a únicamente 18 piezas. Su venta se restringirá a las boutiques oficiales de Vacheron Constantin.