Gracias al titanio y a la acertadísima combinación de colores, el TAG Heuer Monaco Titan Special Edition es una de las mejores versiones de este icono.

Se lee en 2' 23''
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • WhatsApp

Si bien el titanio se utiliza en relojería desde hace varias décadas, ha sido durante esta última década cuando ha pasado de ser una rara avis a un imprescindible en toda colección de diseño deportivo que se precie, sea cual sea su nivel de precio. TAG Heuer tiene una experiencia con el titanio que se remonta a 1983, y para su último lanzamiento, la firma lo implementa en su diseño más reconocible. La nueva edición limitada TAG Heuer Monaco Titan aporta una nueva y más agresiva dimensión a la clásica serie Monaco Calibre 11 al tiempo que mantiene la esencia de la vintage ref. 1133B. Personalmente, me parece uno de los Monaco más atractivos de los últimos años.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

Su reconocible caja de 39 mm de lado y corona a la izquierda se ha fabricado en titanio de grado 2 (esencialmente, el metal puro) en vez del más habitual y duro grado 5. La distintiva forma cuadrada distintiva del Monaco, con sus cortas asas en forma de cuña, pulsadores en ángulo y lados de caja ligeramente curvados, recibe un acabado completamente pulido que, para diferenciarlo a simple vista de los modelos en acero, luce un acabado granulado mate y una tonalidad más clara.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

Otra de sus peculiaridades es que la corona se ubica a las nueve en punto, exactamente la misma posición que en el Monaco vintage. En el original, esta posición poco convencional era consecuencia de la arquitectura del Calibre 11 (también conocido como Chronomatic), uno de los primeros tres cronógrafos automático en llegar al mercado en 1969.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

La caja del TAG Heuer Monaco Titan puede ser su punto focal, pero la esfera no se queda atrás en cuanto a protagonismo. El diseño básico de la esfera no cambia respecto a otros modelos Monaco con la corona en la izquierda: grandes y distintivos índices aplicados horizontales chapados en negro, agujas de tipo bastón de vértices triangulares, fecha a las 6 horas y dos subesferas cuadradas de vértices redondeados a las 3 y 9 horas.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

Pero donde más destaca es en el código de colores gracias a su llamativo aspecto «panda», con una esfera principal plateada muy texturizada con rayos de sol acentuada por las subesferas cronográficas en negro mate. Con el acabado mate de la caja, el texto de la esfera negra y el simple color negro sobre plateado, el uso del rojo vivo para el segundero del cronógrafo y el índice de las 12 en punto le confieren un innegable atractivo tanto por su clasicismo como por su deportividad.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

En su interior el TAG Heuer Monaco Titan recurre a una versión modernizada del Calibre 11. Visible desde el cristal de zafiro de la trasera, está basado en el Sellita SW-300 con un módulo cronográfico Dubois-Depraz en su parte superior. Debido a esta construcción modular, el movimiento base se puede girar 180 grados para colocar la corona a las nueve en punto, sin dejar de tener los pulsadores del cronógrafo en sus posiciones habituales a la derecha. Con unas ciertamente escasas 40 horas de reserva de marcha, su volante oscila a una frecuencia de 28.000 alternancias por horas. Por su parte, el gran rotor semi-calado está decorado con Côtes de Genève que revela el perlado de los puentes subyacentes.

TAG Heuer Monaco Titan Special Edition

Limitado a 500 ejemplares, el TAG Heuer Monaco Titan se entrega con una correa de piel de aligátor negro asfalto con costuras plateadas en contraste y un cierre desplegable con el escudo Heuer. Su precio es de 7.450 €.

Se lee en 2' 23''
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • WhatsApp

Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

To top