Inspirado en los St. Moritz de los años 80, la colección Alpine Eagle lanzada en 2019 se definió como la gran apuesta de Chopard en el prestigioso y exclusivo nicho de los relojes deportivos de lujo con brazalete integrado. Al primigenio tres agujas con fecha le siguió, un año después, el Alpine Eagle Chrono XL, un cronógrafo flyback tricompax quizás más armonioso que el sólo hora pero con un tamaño de 44 mm que merece el XL de su nombre. Después de iteraciones más lujosas, el último modelo en sumarse a la colección fue el espectacular (tanto por diseño como por mecánica) Alpine Eagle Cadence 8HF, una edición limitada que late a unos increíbles 8 Hz (57.600 alternancias por hora). Ahora, para finalizar este 2021, Chopard presenta una nueva referencia del Alpine Eagle Chrono XL caracterizada por los materiales de su caja: oro ético y titanio ceramizado, ofreciendo una atractiva combinación complementada con una esfera negra y, por primera vez en la colección, con una deportiva correa de cuero negro con detalles en rojo.
Nada cambia en cuanto a su geometría y/o medidas: diámetro de 44 mm y grosor de 13,15 mm. La caja adopta una forma tonneau de líneas rectas, con un ancho bisel circular ensamblado con los ocho tornillos dispuestos en pares en los puntos cardinales, un Con acierto, Chopard ha renunciado a basar el diseño del bisel en formas geométricas angulares. Ni octogonal ni hexagonal, sino puramente circular, incluyendo una de sus principales señas de identidad, recuperada del St. Mortiz de los años ochenta en el que se inspira: los ocho tornillos en el bisel que ensamblan la caja, agrupados en pares situados en las posiciones cardinales.