Es sorprendente lo que Chopard ha conseguido en 25 años desde que en 1996 inauguró su manufactura L.U.C en Fleurier, situándose en la cúspide de la relojería junto a las más grandes, históricas y reputadas firmas del sector. Y para corroborar esta afirmación, en este Watches and Wonders de esperados reencuentros, Chopard ha sido una de las grandes protagonistas sobretodo gracias a la espectacular trilogía de relojes con sonería, los L.U.C Strike One, L.U.C Full Strike Tourbillon y L.U.C Full Strike Sapphire. Por si fuera poco, la deportiva colección Alpine Eagle crece con la admirable adición de una versión con tourbillon volante y de ofrecer el cronógrafo con correa de caucho. Por último, el espíritu clásico de la firma se expresa con una edición limitada, el L.U.C XPS 1860 Officer. Os adelantamos brevemente sus principales características, dejando el análisis más a fondo para posteriores artículos dedicados a las tres sonerías y al tourbillon.
En 2016, Chopard nos sorprendió con el L.U.C Full Strike, un increíble repetición de minutos con timbres de cristal de zafiro monobloque que suponía la culminación del 20 aniversario de la colección L.U.C Chopard, y que en 2017 ganó el Aiguille d’Or en el Grand Prix d’Horlogerie de Geneve. Ahora que se cumple el 25 aniversario, la firma copresidida por Karl-Friedrich Scheufele junto con su hermana Caroline presenta un trío de nuevos relojes con sonería. Prueba de su excepcional calidad es que los tres ostentan el Punzón de Ginebra.
L.U.C Strike One
En edición limitada a 25 unidades, el L.U.C Strike One es una nueva versión del modelo presentado en 2006 con la complicación de sonería al paso, es decir, un único martillo tintinea la hora correspondiente cuando la manecilla de minutos alcanza las 12. Su caja de 40 mm de diámetro y 9,86 mm de grosor está realizada en oro ético rosa, mientras que su esfera de oro macizo de color gris rutenio está decorada en guilloché a mano con un motivo de nido de abeja.
Una de las novedades más visibles respecto al anterior Strike One es que el pulsador que controla la sonería, antes a las diez horas, ahora se integra en la corona, lo que juntamente con la belleza de la esfera conjugan un reloj que gana en elegancia. La abertura a la una permite admirar el martillo en todo su esplendor incluso durante su recorrido cuando actúa sobre el timbre que, recordemos, ahora está fabricado en zafiro. La pequeña y discreta ventana redonda bajo las 12 horas muestra la activación o no de la sonería.
En su interior late el nuevo calibre L.U.C 96.32-L, un movimiento automático con micro-rotor y dos barriletes (tecnología Twin) que ofrece 65 horas de reserva de marcha incluso cuando se activa la sonería.
L.U.C Full Strike Tourbillon
En mi opinión, el L.U.C Full Strike Tourbillon es uno de los mejores relojes que se han presentado en esta edición del Watches and Wonders, una edición limitada a 20 ejemplares que logra integrar un tourbillon en un calibre con repetición de minutos mediante timbres monobloque de zafiro. Además de su extraordinario nivel técnico, su diseño y acabados rezuman elegancia: caja de 42,50 mm en oro ético rosa de acabado pulido y carrura satinada, combinada con una esfera gris antracita con guilloché. Como en el reloj anterior, el dispositivo activador de la sonería se integra en la corona.
La abertura a las diez horas muestra los dos martillos, mientras que a las seis horas se dispone el tourbillon de un minuto con puente de zafiro. El equilibrio visual se consigue mediante la doble indicación de reserva de marcha (un barrilete para la función horaria, otro para la sonería) a las dos horas.
El encargado de dar vida a esta maravilla es el calibre L.U.C 08.02-L. Este mecanismo de remonte manual late a 4 Hz (8.800 alternancias por hora) y ofrece una reserva de marcha de 50 horas. Un dato que creo que vale la pena citar es que está construido con 568 componentes.
L.U.C Full Strike Sapphire
La misma frase con la que empezábamos el apartado sobre el Full Strike Tourbillon debe iniciar el del Full Strike Sapphire: es uno de los mejores relojes del Watches and Wonders de este año. Sólo se fabricarán cinco unidades, si, pero es que la complicación en este caso debemos encontrarla en que, además de la repetición de minutos mediante timbres de zafiro, la esfera y toda la caja (bisel, carrura y fondo) también están fabricadas en zafiro, incluyendo la corona y el activador de la sonería integrado.
La luminosidad y transparencia de esta pieza es absoluta, permitiendo una excepcional visión de 360º de la complicación. Aunque nuestro primer pensamiento es que el uso del zafiro incrementaría las medidas exteriores, su diámetro es el mismo que en el Full Strike Tourbillon (42,50 mm), y además es ligeramente más delgado (11,55 mm frente a 12,58 mm).
Para interferir lo mínimo posible, la esfera de zafiro se limita a un anillo perimetral con la escala horaria, el pequeño segundero a las seis y la doble indicación de reserva de marcha a las dos.
En su interior encontramos el calibre L.U.C 08.01-L de remonte manual con 60 horas de reserva de marcha mediante dos barriletes (uno dedicado exclusivamente a la repetición de minutos). Como vemos, este mecanismo ofrece una cifra un 20% superior a las 50 horas del L.U.C 08-02-L del Full Strike Tourbillon. Esta diferencia es debida a la energía suplementaria que necesita el tourbillon. Lamentablemente, en el momento de la presentación no pudimos tener en nuestros manos esta pieza.
Alpine Eagle Flying Tourbillon
Presentado en 2019, el Alpine Eagle es la interpretación de Chopard del reloj deportivo de lujo con brazalete integrado. Después del tres agujas, un cronógrafo flyback y el impresionante Cadence 8HF (calibre de alta frecuencia), la firma de Fleurier va un paso más allá y amplía la colección con su referencia más complicada al integrar el tourbillon volante que debutó hace tres años con el L.U.C Flying T Twin. Y lo mejor de todo es que la integración es absolutamente perfecta, algo muy a tener en cuenta debido a que no es tarea fácil implementarlo de forma equilibrada y estéticamente agradable en un reloj deportivo.
La clave es la adaptación de la textura en vórtice de la esfera azul Aletsch. Si las referencias antes citadas tienen el eje de dicha espiral en el centro de la esfera, en esta referencia se centra sobre el tourbillon a las seis horas.
La caja está fabricada en Lucent Steel A223, y sus medidas son 41 mm de diámetro y 8 mm de grosor. El calibre L.U.C 96.24-L ofrece una reserva de marcha de 65 horas gracias a sus dos barriletes que se remontan mediante un micro-rotor descentrado. Dispone del certificado COSC y del Punzón de Ginebra.
Alpine Eagle XL Chrono
Adaptándose a la demanda del mercado, Chopard ofrece el Alpine Eagle XL Chrono con correa de caucho, una alternativa más deportiva que el polivalente brazalete metálico o la más elegante correa de cuero. Está disponible en azul o negro para combinarse con las esferas Azul Aletsch o Negro Abasolo del Alpine Eagle XL Chrono. Esperamos verlas disponibles en un futuro para el tres agujas.
L.U.C XPS 1860 Officer
La novedad más elegante de Chopard viene mano, como no, del XPS. De diseño clásico, sobrio y elegante, su caja ultra fina de oro ético amarillo tiene un diámetro de 40 mm y un grosor de sólo 7,70 mm, por lo que su ergonomía es impecable.
Dos son las características que caben destacar de esta edición limitada a 50 piezas. La primera es la que su nombre ya nos apunta: dispone de una tapa trasera que se abre mediante el cómodo pulsador integrado en la corona. Dicha tapa sólo hace aumentar el grosor en unos casi inapreciables 0,50 mm.
En su parte exterior está grabada con el mismo patrón en panal de abeja que exhibe la zona central de la esfera, mientras que en su interior luce una colmena rodeada de abejas, un motivo relacionado con Chopard desde sus inicios hasta 1920, que se implementaba grabado tanto en el interior de la tapa como en los calibres de todos los relojes de la firma.
La segunda es su preciosa esfera Forest Green. Aunque el verde esté de moda y no hay firma que no se haya resistido a utilizarlo, la combinación con el oro ético amarillo es perfecta. Junto al guilloché en panal se disponen los índices aplicados horarios (numeral arábigo a las 12 horas), las manecillas dauphines de horas y minutos, y el pequeño segundero con la ventana de fecha a las seis horas. Se entrega con una correa de aligátor marrón cosida a mano y forrada de aligátor verde.
Está equipado con el L.U.C 96.01-L, el primer calibre de Chopard Manufacture presentado en 1997. Este mecanismo de remonte automático mediante un micro-rotor de oro está provisto de la tecnología Chopard Twin de dos barriletes que le confiere una reserva de marcha de 65 horas. Dispone del certificado COSC y del Punzón de Ginebra.