La industria relojera ha estado viviendo una revolución de color en los últimos años, ofreciendo una variedad cada vez más extensa de tonalidades que se sumaron a las habituales esferas negras, blancas o plateadas que monopolizaban la gran mayoría de las novedades, a la que cabía sumar el azul como máximo atrevimiento. Si bien verdes, naranjas, turquesas o rojos cada vez son más comunes, hay tonos que todavía están poco implementados. Entre ellos, podemos incluir el púrpura, precisamente el color que TAG Heuer utiliza en la última versión de uno de sus iconos: el Monaco Purple Dial Limited Edition.
La caja de acero del TAG Heuer Monaco Purple Dial Limited Edition es la habitual en la actual colección, con un diámetro de 39 mm y la corona en su carrura derecha. Su diseño cuadrada de acabado predominantemente satinado es inmediatamente reconocible, con los laterales ligeramente curvados y bordes biselados pulidos a contraste, asas cortas y pulsadores dispuestos en ángulo a las dos y cuatro horas.
La única variación de esta edición limitada es un número de serie de edición limitada grabado en el fondo de la caja, rematado por un cristal de zafiro redondo y una hermeticidad de 100 metros.
Evidentemente, el protagonismo absoluto se lo lleva la esfera de color púrpura, acompañada de una decoración de rayos de sol muy visible y un efecto degradado profundo que transita desde un púrpura más claro en el centro a un púrpura más oscuro en el borde, agregando profundidad y sofisticación. La saturación de la tonalidad es intensa TAG Heuer afirma que este color está inspirado en la pátina púrpura que a veces se ve en los primeros modelos del Monaco Calibre 11 debido a la combinación de la pintura azul metalizada original con una base de esfera de latón, en un guiño reflexivo a los orígenes de la línea Monaco.
A pesar de ello, la precisión histórica del color no es excesiva: la mayoría de los ejemplares patinados del Mónaco que muestran signos de púrpura tienden a envejecer hacia un tono lavanda más pálido o un enfoque irregular que deja expuestos segmentos de la base de la esfera de latón. Pero tampoco es un aspecto que sea criticable, ya que el resultado final me parece sumamente atractivo y diferencial.
Para evitar eclipsar el púrpura, el resto de elementos de la esfera son monocromáticos. Las subesferas del cronógrafo a las 3 en punto y las 9 en punto tienen un acabado en negro opalino, lo que agrega una capa adicional de textura al diseño sin sobrecargarlo. Cada uno de los elementos impresos de la esfera está representado en blanco, el mismo que lucen todas las manecillas.
Como era de esperar, el TAG Heuer Monaco Purple Limited Edition late al ritmo del calibre Heuer 02, el moderno cronógrafo insignia de la firma. Con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, ofrece una excelente reserva de marcha de 80 horas. Aparte de un toque de color púrpura en el distintivo rotor de circular y la rueda de pilares expuesta, su acabado es más o menos idéntico al del Mónaco de producción estándar, con anchas Côtes de Genève decorando los puentes parcialmente esqueletados.
Se entrega con una correa de piel de aligátor negra rematada con un llamativo forro interior de piel morada. Subjetivamente, ahí la marca ha pecado de prudencia, ya que hubiera sido ideal unirlo a una correa de color púrpura. Cierto, quizás demasiado visible, pero ante un reloj de por sí extremadamente llamativo… ¿porqué no maximizar este efecto con algo tan simple con una correa del mismo color que la esfera?.
El TAG Heuer Monaco Purple es una edición limitada a 500 unidades, y su precio es de 6.800 €.