A priori poca relación se aprecia entre Jaeger-LeCoultre y Lenny Kravitz. Una manufactura relojera con 200 años de historia y un artista multidisciplinar que hace tres décadas llegó al estrellato como gran figura moderna del rock. Obviamente no coinciden ni en el tiempo ni en el ámbito, pero sí comparten dos conceptos muy importantes; creatividad y originalidad.
Si algo ha definido a Jaeger-LeCoultre a lo largo de su longeva historia ha sido una búsqueda de la excelencia relojera en un ámbito que podríamos definir de clásico. Esto es algo que comparte con firmas como Patek Philippe, Vacheron Constantin, A. Lange & Söhne y otras firmas relojeras históricas. También comparten una difícil misión; atraer a un público joven sin perder su esencia.
En esta estrategia es donde debemos encajar que Jaeger-LeCoultre haya elegido como embajador de su marca a Lenny Kravitz. Lenny alcanzó su cima musical en los años 90 y no la ha abandonado. Ahora, además de músico, ha expandido su actividad a ámbitos tan diversos como son la actuación, la fotografía o la producción musical.
A sus 58 años, Lenny Kravitz se puede considerar como un artista veterano que ha conseguido algo tan complejo como es mantenerse siempre de actualidad. Esta es precisamente la dicotomía que persigue resolver Jaeger-LeCoultre, y para ello sería difícil encontrar un embajador más adecuado que este músico neoyorquino.
Esta dicotomía es la que expresa como ninguno el Reverso de Jaeger-LeCoultre, un icónico reloj capaz de ofrecer simultáneamente y en perfecta armonía funciones y estéticas distintas en sus dos caras, lo que demuestra que lo distinto puede ser perfectamente complementario.
La imagen del Reverso Tribute Duoface en la muñeca de Lenny Kravitz también demuestra que un reloj tan clásico no desentona con una vestimenta y una imagen tan poco clásicas como las de este músico estadounidense. Con todo ello, y con su nueva misión como embajador de Jaeger-LeCoultre, no me cabe duda de que la pasión de Lenny por la arquitectura o la fotografía se extenderá también a la relojería del más alto nivel.
