El Patek Philippe 5160/500R Retrograde Perpetual Calendar es una nueva versión en oro rosa del espectacular reloj que vio la luz en el año 2016 con caja de oro blanco (5160/500G), que a su vez sucedió a la referencia 5160R (sin barra y sin el 500) presentada en el 2010. Por tanto, es una novedad muy relativa porque la base de este 5160 es la misma que la del 2010. No obstante, se diferencia por algunos detalles importantes, como el grabado de la tapa del fondo de la caja, los números árabes de la esfera y la lógica evolución técnica del calibre que equipan. A su vez, todas estas referencias son la versión con caja grabada del 5159.
Patek Philippe 5160R-001 (2010)
Para encontrar el origen del concepto del 5160/500R deberíamos remontarnos a los relojes militares de la primera guerra mundial, destinados inicialmente a ser utilizados por los oficiales, de ahí su nombre de «officier». Aunque este tipo de relojes nunca han faltado en el catálogo de Patek Philippe, el primer antecesor estilo officier con calendario perpetuo retrogrado es la referencia 5159 presentada en el 1998, que tras una evolución permaneció en el catálogo hasta el 2019. Si obviamos el estilo officier, el primer reloj Patek Philippe de pulsera con calendario perpetuo retrogrado data de 1937, hace nada menos que 87 años. La referencia más inmediata es el 5160/500G, presentado en el año 2016, que como todos los 5160 se caracterizaba por el exquisito grabado de su caja.
Ahora, con el magnífico pretexto que nos proporciona el lanzamiento de esta versión de oro rosa, presentada en el salón Watches and Wonders de abril de este mismo año (artículo), vamos a analizar con detalle cada uno de los elementos que conforman este extraordinario reloj, que aporta el conjunto de características que le han convertido en un icono realmente único.
Los antecedentes del Patek Philippe 5160/500R
Como ya he comentado al inicio del artículo, el origen de este tipo de reloj es la primera guerra mundial. Aunque ya existían antes de este nefasto episodio, los relojes de pulsera se consideraban femeninos y poco adecuados para los hombres, que se limitaban a sus clásicos relojes de bolsillo, pero el evento bélico lo cambió todo.
Patek Philippe 3960J (1989) (imagen propiedad Antiquorum)
Como suele ocurrir, aparte de todas las desgracias que origina una guerra, en ocasiones también provoca un cambio que va mucho más allá del conflicto y este es el caso de los relojes tipo officier, que pueden considerarse como los impulsores de los relojes de pulsera masculinos, un cambio que ya no tuvo retorno. El motivo de todo esto fue tan evidente como casi necesario. Extraer un reloj del bolsillo para consultar la hora, era una tarea absolutamente incómoda para un oficial (y para cualquier soldado) ya que las manos estaban ocupadas con el arma y con otros instrumentos. Por contra, el reloj de pulsera permitía consultar el tiempo con un simple giro del antebrazo.
Este tipo de relojes «officier» comportaban una serie de características que veremos a continuación en cada uno de los apartados del 5160/500R. Este es el ultimo reloj estilo officer presentado por Patek Philippe, pero siempre han estado presentes en el catálogo de esta legendaria manufactura ginebrina. Una prueba evidente de la importancia que siempre ha concedido Patek a los relojes officier es que acudió a este estilo para crear el ya icónico 1938P Minute Repeater Alarm (artículo), una pieza creada para homenajear el 85 aniversario de Philippe Stern, Presidente Honorario de esta firma. Otro officier icónico de Patek Philippe fue el 3960J, lanzado en el año 1989 con motivo del 150 aniversario de la marca.
Patek Philippe 5160/500R; una caja sin parangón
La primera gran característica identificativa del Patek Philippe 5160/500R es su caja tipo «officier», un estilo que se define por algunas características irrenunciables: geometría redonda, asas rectas con tornillos visibles y fondo protegido por una tapa con bisagra. El motivo de las asas simples y rectas era que, debido a las pocas unidades disponibles, muchos militares optaban por adaptar pequeños relojes de bolsillo soldándoles unas asas con el fin de poder montar la correa.
La caja del Patek Philippe 5160/500R cumple todas estas condiciones salvo la de la simplicidad. Está realizada en oro rosa y sus dimensiones son de 38 milímetros de diámetro por 11,81 mm de grosor, un tamaño perfecto para un reloj de este estilo. Patek anuncia una hermeticidad de 3 bares para este 5160.
Lo que diferencia esta caja de las convencionales es el exquisito y profuso grabado que decora todos su elementos, incluida la tapa trasera. El motivo que se reproduce se basa en volutas y en follaje, según Patek Philippe inspirado en la decoración de un antiguo reloj de bolsillo que se exhibe en su museo ginebrino, del mismo estilo, pero diferente al que lucía el 5160R del 2010.
La vista lateral de la caja nos permite apreciar que el grabado se extiende a todos los elementos que componen la caja del reloj; bisel, carrura, asas, corona e incluso los tornillos de las asas. Todo esto nos da una idea de la extrema complejidad de este trabajo de grabado que, obviamente, se realiza de forma totalmente manual, lo que implica que nunca habrá dos 5160/500R iguales. Cada uno de los que salga de los talleres «Rare Handcrats» de la manufactura de Patek Philippe será una pieza única.
El fondo de la caja cuenta con una tapa abisagrada, que permite al propietario del reloj abrirla o cerrarla a su voluntad. En ella se reproduce el mismo grabado con motivo de volutas. La peculiaridad de este elemento es que en su centro, también grabado, se reproduce una banderola que contiene el nombre PATEK PHILIPPE.
La apertura de la tapa nos da paso al cristal de zafiro que equipa el fondo de la caja, el cual nos permite apreciar el reverso del movimiento que encierra este reloj; el calibre 26-330 S QR. En resumen, la caja del 5160/500R es su principal elemento distintivo y protagoniza sin tapujos su carácter artesanal. Al mismo tiempo, esta es una característica que hace muy difícil, prácticamente imposible, encontrar un reloj similar entre sus pocas marcas competidoras.
Patek Philippe 5160/500R; una esfera de las de antes
La esfera del 5160/500R desprende el mismo carácter encantadoramente vintage que su caja. En ella se muestran las cinco indicaciones relacionadas con la complicación de Calendario Perpetuo. El día de la semana y el mes se muestran mediante ventanillas, situadas respectivamente a la altura de las 9 y las 3 horas. Otra ventana ubicada a la altura de las 12 horas nos muestra el ciclo del año bisiesto y en la zona de las 6 encontramos la indicación de la fase lunar.
Lo extraordinario de este calendario perpetuo es que la indicación de la fecha se realiza mediante una aguja retrógrada. Esta aguja es claramente identificable por su punta roja y recorre en sentido horario un índice central que alberga los 31 días, alternando números árabes y puntos. Cuando llega al día 31, 30 o 28, dependiendo del més, realiza un salto instantáneo en sentido inverso para volver a iniciar la cuenta desde el día 1. Esta capacidad mecánica de cálculo es la que le proporciona su cualidad de calendario perpetuo, que permite que su propietario se desentienda de cualquier ajuste manual a lo largo de toda su vida.
La única evidente excepción es si se agota la energía que proporciona el barrilete, lo que originará que el reloj se detenga y que, además de darle cuerda, tengamos que ajustar las indicaciones, lo cual en un calendario perpetuo siempre es una tarea que hay que realizar minuciosamente y en un orden predeterminado. Muy eficazmente, Patek Philippe ofrece en la página web de este reloj una guía que nos permite calcular con toda precisión la fase lunar correcta y también la etapa cuatrienal del año bisiesto en la que nos encontramos.
La gran peculiaridad que diferencia la esfera del 5160/500R de la del 5160R del año 2010 es que los números que indican las horas no son romanos sino árabes, que además son aplicados en lugar de estampados. Esta cifras, del tipo Breguet, están realizadas en oro blanco y ennegrecidas, un detalle que incrementa su carácter vintage. En el centro de la esfera, en un área enmarcada por el índice de la fecha y la fase lunar, encontramos nuevamente un grabado que reproduce el mismo motivo que ya hemos visto en la caja.
La conclusión sobre esta peculiar y fascinante esfera es que ofrece una estética que encaja a la perfección con la elaborada caja del 5160/500R. El conjunto de estos dos grandes elementos crea un reloj realmente único en su estética y su carácter, que apreciarán especialmente los más entendidos en Alta Relojería.
El Calibre 26-330 S QR
Toda la exquisitez y complejidad que nos ofrece el Patek Philippe 5160/500R en sus indicaciones requieren de un mecanismo igualmente complejo, y este es el calibre 26-330 S QR. La larga historia de Patek Philippe con los calendarios perpetuos retrógrados, también implica una larga historia de los movimientos que equipan, algo que también ha evolucionado con este 5160/500R.
En el catálogo 2024 de Patek Philippe, que como cada año ha visto la luz en el salón Watches and Wonders, se ha producido un fenómeno poco comentado, pero de elevada trascendencia. La mayoría de relojes que equipaban el calibre 324 y sus derivados han desaparecido, dejando paso a sus sucesores, que se conocen con el código 26-330. Esto también ha afectado al Calendario Perpetuo Retrogrado, que en esta versión en oro rosa equipa el calibre 26-330 QR, sustituyendo al 324 S QR de la anterior variante de oro blanco, un calibre que fue introducido con la referencia 5159 en el año 2009, que a su vez sucedió al 315 S QR.
A pesar del poco parecido de su referencia, el 26-330 S QR, parte de la misma base estructural que 324 S QR, pero con discretas e importantes actualizaciones técnicas. La más notoria es que, por fin, este calibre 26-330 S QR cuenta con parada de segundero, una carencia hasta ahora inexplicable en movimientos desarrollados por Patek Philippe. Resultaba más que sorprendente que una firma como Patek Philippe que nunca ha cesado de innovar en el apartado técnico (solo hace falta ver su departamento Advanced Research) no ofreciera la característica más básica de un reloj mecánico. Pero bueno, esto ya está solucionado.
El conjunto del 5160/500R, lo que también implica a su movimiento, cumple con el, galardón «Sello Patek Philippe», lo que garantiza una enorme excelencia, tanto de acabados como técnica. En este apartado, es importante señalar que en el salón Watches and Wonders de este año, Patek anunció importantes cambios en la exigencia del sello. Uno de ellos es un impresionante incremento en la precisión cronométrica exigida, que ahora garantiza una tolerancia máxima de -1/+2 segundos por día, un dato realmente asombroso. La única condición para esta precisión se refiere a la espiral de los relojes, y cito textualmente a Patek Philippe:
De ahora en adelante, todos los relojes equipados con una espiral Spiromax® de Silinvar® o una espiral tradicional Breguet deben respetar un estrecho rango de tolerancia de -1 y +2 segundos cada 24 horas, un avance posible gracias al desarrollo perfectamente concéntrico de la espiral Spiromax® y el avance en la sincronización de precisión logrado por Patek Philippe.
Esta condición del tipo de espiral la cumplen la práctica totalidad de los relojes del catálogo actual de Patek Philippe. Otro aporte de las nuevas reglas es que, a partir del 2024, este sello ofrece una garantía de cinco años. La actualización del sello también comporta una novedad en cuanto a al hermeticidad de los relojes. No me extenderé más sobre la actualización del Sello Patek Philippe porque es un tema que merece un artículo dedicado.
Patek Philippe 5160/500R – Las conclusiones
En el título de este artículo he utilizado el término «de otro mundo» para calificar este 5160, ya que nos transporta a tiempos pasados, cuando los relojes de élite aunaban máxima sofisticación mecánica y estética. Durante el siglo XIX y principios del XX, era realmente raro en contra un reloj de alta gama con una caja sin decorar, ya sea mediante grabado o esmalte. Hoy en día, lo «raro» es encontrar uno de estos relojes, por tanto, que Patek Philippe siga salvaguardando este legado es todo un regalo para los apasionados de la Alta Relojería y el 5160/500R es el ejemplo perfecto de ello.
El Patek Philippe 5160/500R no es un reloj para todo el mundo. Todos aquellos que busquen un reloj para destacar es mejor que se olviden de él, porque para ello es necesario que el entorno lo reconozca, algo altamente improbable. De todos modos, tampoco tendrían ninguna posibilidad porque Patek Philippe no admitirá en su lista de espera a personas que no hayan acreditado que su deseo de adquirirlo no está relacionado con ansias especulativas. Dicho de otro modo, esta legendaria manufactura ginebrina solo vende sus grandes piezas a apasionados que ya cuentan con un buen arsenal relojero de alto nivel.
Un factor adicional, importante de mencionar, es que las otras dos referencias del Calendario Perpetuo Retrogrado de Patek Philippe, la 5159 y la 5496, desaparecieron del catálogo en el año 2020. La consecuencia es que el 5160/500R es la única opción actual con esta gran complicación en el catálogo de la manufactura ginebrina, con todo lo que ello comporta en cuanto a valor futuro y a demanda. A partir de aquí, si tenemos la fortuna de poseer los medios y que Patek nos admita como aspirantes, pocas opciones existen en el mercado tan sofisticadas y exquisitas como el Calendario Perpetuo Retrogrado 5160/500R. Su precio es de 202.070 EUR.