El pasado día 5 de septiembre, A. Lange & Söhne realizó el acto simbólico del inicio del movimiento de tierras para la construcción de un nuevo anexo a su manufactura. De hecho más que un anexo se podría considerar casi una nueva manufactura dada la superficie proyectada para esta nueva instalación, de nada menos que 11.300 metros cuadrados.
Ubicado en la población de Glashütte, el nuevo edificio, que como se observa en la imagen inferior constará de dos módulos, se integra con el antiguo mediante una pasarela aérea que sobrevuela la Altenberger Strasse, que separa ambas construcciones.
Según A. Lange & Söhne, el motivo de dicha ampliación es integrar en un solo edificio el departamento de ensamblaje de movimientos y la maquinaria para la producción de sus componentes. En el módulo que encara la calle, distribuido en tres plantas, se realizará la producción de los movimientos. En el módulo posterior se instalarán los talleres de los relojeros.
En el diseño arquitectónico se ha buscado aunar la integración estética con el antiguo edificio con la utilización de las más modernas tecnologías, prestando especial atención al sistema de control climático interno, al respeto ecológico y al silencio imperante en la futura zona de producción.
Realmente no entiendo el motivo de no proporcionar la cifra exacta, aunque debe ser un contagio de la forma oficial que tiene Lange de comunicar su producción anual de relojes, según ellos de “pocos miles de unidades”. Aunque este es un fenómeno común a la mayoría de manufacturas de Alta Relojería, que salvo raras excepciones nunca comunican la cifra exacta de su producción. Y cuando lo hacen, la mayoría de ellas tienden exageradamente a la baja, supongo que para preservar la imagen de exclusividad de sus productos. De todos modos, teniendo en cuenta que Lange actualmente emplea a más de 500 personas, cifra que seguro se incrementará con el nuevo anexo, es lógico pensar que los miles de unidades de su futura producción serán “menos pocos”.