Lange & Söhne acaba de presentar la segunda generación de uno de sus relojes más icónicos, el Zeitwerk. Después de trece años de vida, el fascinante reloj con indicación digital saltante de horas y minutos recibe una evolución muy moderada en términos de diseño, pero sí representa un avance sustancial técnicamente hablando. Lanzado en dos versiones de platino (ref. 142.025) y oro rosa (ref. 142.031), en su interior implementa el mismo y renovado movimiento L043 que ya encontramos en los Zeitwerk Date y Lumen y, por tanto, ofrece sus mismas actualizaciones: un mecanismo más delgado que cuenta con un corrector rápido para la función horaria y una reserva de marcha de 72 horas.
Estéticamente, se mantiene prácticamente sin cambios, con solo unos pequeños detalles que se diferencian rápidamente, como el tramo final en rojo de la escala de la reserva de marcha (últimas 12 horas) que nos recuerda que debemos dar cuerda. En cambio, el aumento del diámetro del pequeño segundero, a pesar de ser casi imperceptible, marca una sutil diferencia al mejorar las proporciones y armonía de la esfera, rebajando el protagonismo visual del puente «alado» que une el pequeño segundero y las dos ventanas de las indicaciones digitales de horas y minutos.
Por su parte, el indicador de reserva de marcha tiene el mismo tamaño que el del Zeitwerk original, pero ahora se refiere a la nueva reserva de 72 horas, por lo que cada indicador de la escala representa seis horas en lugar de las tres horas del modelo de 2009 con 32 horas de reserva de marcha.
Aunque sólo hablamos de 0,4 mm, el menor grosor de la caja se aprecia positivamente, con un bisel más plano y un poco menos abovedado que le da al nuevo Zeitwerk un aspecto renovado y más esbelto. Manteniendo su diámetro de 41,90 mm, la carrura y la trasera son iguales en ambas generaciones. El nuevo Zeitwerk sigue siendo un reloj grande y pesado como la mayoría de los guardatiempos de Lange, pero es un poco más elegante que el original gracias a su grosor de 12,20 mm en comparación con los 12,6 mm de su predecesor, un logro notable si tenemos en cuenta que se ha duplicado la reserva de marcha.
Pero el cambio más visible a simple vista es el nuevo pulsador rectangular ubicado a las 4 horas, cuya utilidad reside en que permite configurar la hora sin tener que recorrer a repetidos pasos de 60 minutos mediante la corona. A pesar de esta mejora funcional, también es cierto que interrumpe la pureza de la curvatura de la caja. Personalmente, sacrificaría la utilidad del Quickset Hours (sobretodo en los cambios de huso horario) en aras de mantener un diseño más limpio.
Es desde la trasera donde comprobamos la gran evolución que supone técnicamente el nuevo Zeitwerk: su calibre L043.6, un mecanismo que comparte la misma base que el Zeitwerk Date con el L043.8. De hecho, es el mismo mecanismo sin la función de fecha.
Con su numeración podemos saber algo más del mecanismo: el sufijo «6» implica que el movimiento es el sexto desarrollo del L043 (aunque los movimientos no se publican en orden cronológico). Evidentemente, el calibre del primer Zeitwerk fue el cal. L043.1. El prefijo “043” indica que el desarrollo del movimiento comenzó en 2004, y fue el tercer movimiento desarrollado ese año.
Como resultado, aunque todos los modelos Zeitwerk desde 2009 hasta ahora funcionan con movimientos L043.X, los calibres se pueden clasificar en dos generaciones distintas que son lo suficientemente diferentes como para que los componentes clave no sean intercambiables entre los dos. Como resultado, no solo son diferentes en términos de estética, sino que implementa numerosas mejoras técnicas con respecto a su predecesor.
La actualización más tangible es el cambio rápido de hora mediante el pulsador a las cuatro en punto. A primera vista, un pulsador dedicado únicamente para las horas puede parecer extraño, pero realmente tiene su sentido. En primer lugar, elimina el tedio de recorrer 60 minutos (hasta 11 veces en el caso más extremo) al configurar la hora. Si bien el pulsador solo adelanta las horas, sigue siendo más cómodo y rápido que ajustar la hora con la corona. En segundo lugar, refuerza la naturaleza digital de Zeitwerk al crear una interacción táctil con la indicación digital. Por último, el pulsador también convierte al Zeitwerk en un reloj ideal para viajar, ya que la zona horaria se puede modificar sin interrumpir el cronometraje.
A pesar de ser una función aparentemente sencilla, el pulsador de horas está construido al estilo típico de Lange: complejo y fiable. Incorpora un mecanismo de “todo o nada” similar al que se encuentra en la corredera de una repetición de minutos. Esto significa que el pulsador solo funciona después de presionarlo completamente, lo que elimina los riesgos de activación accidental. El disco horario avanza un dígito cuando soltamos el pulsador, mientras que la indicación de los minutos se ajusta en ambas direcciones mediante la corona situada a las 2 horas.
La otra mejora, para mí la principal, es que la reserva de marcha se duplica, pasando de unas a todas luces escasas 36 horas a tres días. A. Lange & Söhne lo consigue mediante una combinación de características, siendo la más notable la nueva configuración con dos barriletes apilados dispuestos en serie y un tren de engranajes más eficiente. Específicamente, el remontoir es ahora más delgado y el volante es más liviano, lo que contribuye a reducir la energía necesaria para impulsar el movimiento al requerir menos energía para oscilar. Sin embargo, sigue latiendo a 18.000 alternancias por hora, o 2,5 Hz. En términos estéticos, la arquitectura del remontoir es muy diferente a la de su predecesor: se ha simplificado para lucir un puente de acero lineal, más pulcro y limpio, a diferencia del puente torcido del original.
La distribución de la energía se sigue basando en un escape de fuerza constante de un minuto, que maneja el salto preciso de los discos de minutos cuando la manecilla de segundos llega a cero. Además, este dispositivo, hace una contribución adicional que asegura que el movimiento sea impulsado con una distribución uniforme del par, lo que mejora su estabilidad cronométrica.
El acabado artesanal del movimiento en el nuevo Zeitwerk es típicamente Lange, es decir, sencillamente impecable. Todos los elementos decorativos distintivos están presentes, como los puentes de la platina ¾ de plata alemana en su mayoría biselados, chatones de oro pulido o el puente del volante y puente de la rueda de escape grabados a mano con motivos florales.
En oro rosa o platino, las dos referencias del nuevo Zeitwerk son ediciones no limitadas, y ya están disponibles para pedidos con un precio «a consultar».