El Triple Split de A. Lange & Söhne probablemente haya sido la más complicada de las piezas presentadas durante el pasado SIHH. Heredero del Tourbograph de 1999 y del Double Split de 2004, la complejidad mecánica de este guardatiempos implementa la función de la rattrapante – la más preciada en los cronógrafos a la par con la de segundero fulminante o foudroyante – hasta el contador de las horas.
Inicialmente, la función rattrapante – conocida también con el término anglosajón Split Seconds – fue concebida para los contadores de los segundos de los cronos con la finalidad de medir tiempos intermedios, opción no disponible en los cronógrafos convencionales. El procedimiento es tan sencillo en su manipulación como complejo en su construcción. Siguiendo con el ejemplo aplicado únicamente a los segundos, un cronógrafo con rattrapante dispone de dos trotadoras centrales. Activamos el pulsador de arranque del crono y estas dos agujas inician su desplazamiento de manera solidaria.
En el momento que deseamos realizar una medición de tiempo intermedia, activamos el pulsador de la rattrapante de manera que una de las dos agujas, la que funciona de manera convencional, sigue su camino. La otra aguja, la conocida como rattrapante, se detiene de manera que nos permite realizar la lectura deseada. Una vez consultada esta lectura, actuamos de nuevo sobre el pulsador y la segunda aguja alcanza de manera inmediata a la primera para seguir juntas su recorrido. Debido a las características de funcionamiento del complejo mecanismo que se precisa y a las tensiones en los muelles que retienen a la rattrapante, la gran mayoría de las manufacturas recomendaban no dejar la rattrapante a más de 60 segundos de la trotadora para minimizar el riesgo de rotura de los resortes.
En 2004, A. Lange & Söhne desafió los cánones establecidos para implementar esta función en el contador de minutos de su Double Split, es decir, añadía una segunda rattrapante al reloj, en el contador de minutos en esta ocasión, de manera que permitía realizar mediciones intermedias con una diferencia entre ambas de hasta 30 minutos. Este 2018 (ojo, nada más y nada menos que 14 años después) la vuelta de tuerca es sencillamente excelente. El Triple Split da cabida a una tercera aguja de rattrapante para permitir comparar tiempos de hasta 12 horas.
En una edición limitada a 100 piezas, el Triple Split se alberga en una caja manufacturada en oro blanco y con unas dimensiones de 43,2 mm de diámetro por 15,6 mm de altura. En la carrura, que presenta un acabado cepillado contrastando con el pulido del bisel, se sitúan todos los elementos de manipulación del reloj. A las 3, la corona que permite la puesta en hora y el remonte del mecanismo, a las 2 y a las 4 los pulsadores de arranque y paro del cronógrafo respectivamente. Finalmente, entre las 9 y las 10, encontramos el pulsador de la rattrapante.
A pesar de que el protagonismo de este Triple Split lo tiraniza la función que le da nombre, el mecanismo de cronógrafo implementa de manera adicional la función flyback, es decir, actuando sobre el pulsador situado a las 4 cuando el cronógrafo está en funcionamiento, todas las agujas vuelven de manera instantánea a su posición de cero para iniciar de manera automática un nuevo cronometraje.
En la siguiente página del artículo abordamos la esfera y el movimiento del Triple Split.