La única novedad presentada por A. Lange & Söhne, en cuanto a relojes masculinos, dentro de la Colección Saxonia durante la pasada edición del SIHH, no la constituye una pieza de nuevo desarrollo sino que recae en una nueva versión de un guardatiempos ya presentado en la edición del salón ginebrino del año 2010 y que suponía la incorporación del calendario anual a las complicaciones implementadas por la manufactura en sus creaciones. Hasta la fecha, el Saxonia Annual Calendar existía en el catálogo de Lange en versiones de oro blanco y oro rojo, este 2013 se incorpora a la colección el modelo en caja de platino.
Así pues, resulta obvio que, aunque no podamos considerar a este nuevo componente de la colección Saxonia como una completa novedad, tampoco podemos tratarlo como si de una pieza menor se tratara puesto que sobran los motivos para otorgarle la importancia que sin lugar a dudas merece.
No pretendo en este artículo extenderme demasiado en la exposición del guardatiempos puesto que, en el artículo de test que Enric dedicó a las anteriores versiones en noviembre de 2011, disponéis de los comentarios correspondientes a cada una de sus peculiaridades. Así pues, vamos a tratar únicamente de revisar los principales rasgos de este Saxonia.
Nada cambia excepto el material de construcción de la caja. Y es que nada había que alterar respecto de los anteriores modelos, puesto que la proporcionalidad y equilibrio de este guardatiempos son realmente sobresalientes. Todo permanece justo en la misma posición, con los mismos protagonistas alojados en idénticas posiciones en la caja de 38,5 mm de diámetro y 9,8 mm de altura.
La diafanidad del dial, en plata maciza rodiada, continúa representado una verdadera lección de equilibrio en la disposición de las indicaciones que, aunque relativamente numerosas debido a la complicación albergada, presentan una legibilidad privilegiada en el lógico orden en el que esperamos recibir la información: de arriba a abajo y de izquierda a derecha, esa es la secuencia que nuestro cerebro está predispuesto a recibir. De este modo, la primera de las indicaciones del calendario anual la encontramos perfectamente centrada en el eje vertical de la esfera, a las 12 y representada en formato de fecha panorámica en dos ventanillas separadas para decenas y unidades. Siguiendo un orden lógico en cuanto a dimensión temporal se refiere, encontramos el día de la semana, esta vez albergado en un dial subsidiario a las 9 para, finalmente, a las 3 y equilibrando al anterior, ubicar un segundo subdial destinado a informar sobre el mes en curso.
Completando el conjunto, a las 6, se aloja el tercer dial subsidiario de la esfera, de idénticas proporciones a los dos anteriores, en el que se representan las fases de la luna y sirve a la vez para acoger al pequeño segundero del movimiento base. Índices de tipo bastón aplicados, agujas centrales de horas y minutos, así como las responsables de las indicaciones del día de la semana y del mes en oro rodiado, y aguja del pequeño segundero en acero pavonado, completan la configuración de este exquisito dial.
Tampoco el corazón de este guardatiempos varía en lo más mínimo y sigue siendo el calibre de remonte automático manufactura L085.1 SAX-0-MAT con una frecuencia de oscilación de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y una reserva de marcha de 46 horas, extremadamente adecuada dada la complicación albergada con el añadido del salto instantáneo de la fecha, en gran formato, lo cual supone un mayor tamaño de los discos y, por tanto, un mayor requerimiento de energía.
Este movimiento mecánico, de 30,4 mm de diámetro, consigue extremar su delgadez aún tratándose de un calendario anual, hasta los 5,4 mm gracias a la implementación de un microrotor bidireccional manufacturado en oro de 21 quilates y masa oscilante en platino.
Si bien es cierto que desde el punto de vista mecánico, el principal atractivo de este Saxonia es la complicación de calendario anual y su excelente delgadez, personalmente considero brillante cierta función desarrollada y patentada por Lange, también albergada por este guardatiempos: el Zero-Reset, o desplazamiento instantáneo del segundero del movimiento base a su posición inicial en cuanto se extrae la corona con el objeto de sincronizar el reloj.
El conjunto, que se completa con una correa en piel de cocodrilo negra cosida a mano y cierre del tipo ardillón en platino, tendrá un precio de venta recomendado alrededor de los 49.000 €. Para acabar, os dejo con una imagen de las tres versiones de este guardatiempos.