Dos décadas para el Lange 1 de A. Lange & Söhne

Indisociables, la historia reciente de A. Lange & Söhne desde su renacimiento y el modelo Lange 1, han efectuado un largo y exitoso recorrido que, el pasado 24 de octubre celebraban con el vigésimo aniversario de este ya legendario modelo, estandarte de la Alta Relojería Sajona. El escenario elegido, en mi opinión, no podía ser mejor: Dresde. Espectacular de día, indescriptible de noche, fue la ciudad protagonista del evento en el que, como no podía ser de otro modo, tuvo como centro de atención la presentación de un modelo conmemorativo del aniversario en Edición Limitada a 20 piezas: el Lange 1 Tourbillon Handwerkskunst.

Como cabía esperar, el guardatiempos creado para la ocasión no defraudó en absoluto. De hecho, «simplemente» bastaba con que cumpliera los exigentes estándares de calidad y acabados que la manufactura germana aplica a todas y cada una de sus creaciones. El nuevo Lange 1 Tourbillon Handwerkskunst representa la esencia de la marca desde todos los puntos de vista posibles al aunar excelencia mecánica, sobriedad y elegancia estéticas y una legibilidad perfecta de sus indicaciones. Albergado en una caja de platino de 38,5 mm de diámetro por 10,2 de altura, realmente contenidos considerando las complicaciones implementadas, el dial principal de este Lange, que acoge las agujas de horas y minutos en oro rodinizado, se manufactura tomando el oro blanco como material de base para aplicar un acabado esmaltado en negro. La esfera auxiliar, ligeramente en bajorelieve entre las 7 y las 8 del dial anterior y responsable de alojar al pequeño segundero del movimiento, está manufacturada en plata maciza.

A la derecha y ligeramente por encima, majestuosa y tomando un protagonismo considerable, la fecha panorámica característica de Lange mediante dos ventanillas y con numerales grises sobre fondo negro. Por debajo de esta y prácticamente a la misma altura que los diales responsables de informar de la hora, el también característico indicador de reserva de marcha de la marca, por aguja y en forma de abanico, abarca el arco comprendido entre las dos y las cuatro. Como siempre, y fiel a sus orígenes, Lange utiliza las leyendas AUF y AB, para identificar los estados de máxima y mínima carga del doble barrilete.

La parte inferior del dial se manifiesta mediante una abertura biselada, achaflanada y pulida a espejo para dejar al descubierto el tourbillon de un minuto, con el plano de apoyo por la parte de la esfera con acabado pulido negro – el máximo de los niveles de pulido que pueden aplicarse a una superficie metálica y que está por encima del conocido pulido a espejo –  que regula la marcha de este Lange 1.

Como sucede con la práctica totalidad de los guardatiempos manufacturados por Lange, el espectáculo que desata la trasera hace que asomen las dudas de cual es la cara de la pieza más espectacular de ambas. En esta ocasión, la platina de tres cuartos fabricada como siempre partiendo de alpaca natural, presenta una serie de aberturas delicadamente talladas y que dejan a la vista distintas partes del calibre L961.3 de remonte manual que da vida a esta pieza, como el doble barrilete o los grabados del puente del tourbillon y de los planos de apoyo de la rueda intermedia y de la rueda de la corona. Los diamantes de los dos contrapivotes del cojinete del tourbillon se manifiestan, una vez más, como el tradicional sello de calidad introducido por Ferdinand A. Lange en la industria relojera de Glashütte, vehículo que distingue a sus relojes de bolsillo con la calidad 1A.

Oscilando a la tradicional frecuencia de 21.600 alternancias por hora propia de los relojes de bolsillo de antaño, el L961.3 presenta un registro de reserva de marcha de unas excelentes 72 horas a la vez que incorpora el dispositivo de parada del tourbillon patentado por Lange en el año 2008. Una correa en piel de aligátor de color negro con cierre desplegable de platino completa el conjunto, justo merecedor de atesorar el honor de ser la pieza conmemorativa de este 20º Aniversario de la manufactura.