He estado un buen rato dándole vueltas al título de este artículo, buscando la combinación de palabras adecuada que fuera capaz de transmitir toda la importancia que merece esta novedad. Finalmente, he pensado que para todos aquellos amantes de la alta relojería bastaría con decir lo básico, lo esencial. Y es que decir «Odysseus, la nueva colección de A. Lange & Söhne» no es algo que uno tenga el placer de escribir cada día.
Para los que nos leéis asiduamente, probablemente recordaréis el final del artículo que dedicaba a la última de las piezas del 25º Aniversario del Lange 1, el Lange 1 Tourbillon «25th Anniversary». Decía así: » … Por cierto, en realidad el 25 Aniversario del Lange 1 se cumple el próximo 24 de octubre … ¿seguro que no hay más?». Para ser honesto, lo que esperaba era un último reloj dedicado al aniversario. Para nada esperaba una nueva colección, un nuevo concepto en el seno de Lange y, mucho menos, que el acero fuera el principal protagonista.
Dicho esto, descubramos el nuevo Odysseus.
La caja.
Complicada, exquisita … y de acero. La caja del Odysseus presenta unas perfectas y contenidas dimensiones de 40,5 mm de diámetro por 11,1 mm de altura. Nada nuevo en Lange, siempre proporcionado, siempre acorde al uso que se espera de un guardatiempos. Tampoco hay nada nuevo en sus acabados, igual de excelentes que siempre en su combinación perfecta de superficies pulidas y cepilladas. Y hasta aquí. Todo lo que viene ahora es nuevo, muy nuevo.
Para empezar, el material utilizado. Ni más ni menos que el acero. Sí, algo que puede parecer tan habitual en la alta relojería de nuestros días se convierte en algo realmente excepcional si hablamos de A. Lange & Söhne, una de las pocas manufacturas que renunciaban, hasta la fecha, a este metal en sus cajas salvo, curiosa y paradójicamente, en algunas de sus piezas únicas. El último ejemplo fue el 1815 Homage to Walter Lange de 2017.
Por lo que respecta a la construcción, no es necesario ser muy observador para percatarse de que, en tanto que el hemisferio izquierdo no presenta ninguna particularidad, sí lo hace el derecho en la zona de la carrura que envuelve a la corona atornillada de remonte y ajuste. A ambos lados de esta, situados a las dos y a las cuatro, se ubican los dos pulsadores que permiten el ajuste rápido de la fecha y del día de la semana respectivamente.
Hasta aquí todo tiene su lógica explicación pero, ¿por qué este tipo de «anexo» a la carrura?. El motivo yace en el sellado de estos pulsadores y en el valor de estanqueidad de 12 bares (120 metros) que esgrime el Odysseus, un registro nada habitual en las cinco colecciones del catálogo de Lange hasta la fecha. Una vez más, máxima coherencia. Si el Odysseus pretendía ser un reloj polivalente y versátil debía disfrutar de un valor adecuado de resistencia al agua. Y aquí lo tenéis.
El brazalete.
A pesar de que habitualmente, en nuestros artículos, pasamos de la caja a la esfera, en este caso pasaremos primero por el brazalete. Y es que ambos elementos forman un conjunto perfectamente integrado. El ancho de este brazalete, de acero como la caja, es ciertamente considerable en su zona de unión a la carrura. Su construcción responde a cinco filas de eslabones, cepillados en su superficie y pulidos en sus flancos biselados. En tanto que las tres centrales mantienen su grosor en todo el recorrido, las dos laterales lo van reduciendo de manera progresiva hasta alcanzar el correspondiente al cierre desplegable.
Si bien todavía no he tenido la oportunidad de disfrutar el nuevo Odysseus en directo (y digo todavía porque espero poder hacerlo), la sensación visual que ofrece este brazalete es de una comodidad excelente. Incluso me atrevería a decir que similar a la de una milanesa. Esta sensación se refuerza con el sistema de ajuste del cierre desplegable de seguridad que permite, presionando el disco central que alberga la firma de la manufactura, modificar su longitud en una horquilla de 7 mm.
Ahora sí, la esfera.
De latón y de un perfecto azul oscuro conseguido mediante la técnica del «azurage», la esfera del Odysseus es una compleja combinación de distintos estratos que se inician en el realce perimetral responsable de acoger, transferida, la escala de los minutos. Este realce, biselado, es el único elemento de la esfera que se permite la licencia de renunciar al azul predominante para mimetizarse con el color del acero. Los índices de tipo bastón de la escala están transferidos en negro y reforzados en su lectura con numerales arábigos en las posiciones múltiplos de cinco minutos, también en negro excepto el toque transgresor del rojo en el 60, a las doce.
A continuación nos encontramos con el anillo sobre el que se aplican los índices horarios facetados y biselados en oro blanco con su parte interna rellena de Super-LumiNova. La superficie de este anillo presenta una decoración de círculos concéntricos idéntica a la que rodea al pequeño segundero albergado en el dial subsidiario a las seis. Por su parte, las superficies internas de la esfera principal y del subdial del pequeño segundero presentan un acabado granulado.
Las tres agujas implementadas en la esfera son de oro blanco, presentando las de horas y minutos una morfología lanceada y con su eje central recibiendo la misma Super-LumiNova que la aplicada en los índices horarios.
A izquierda y derecha del eje central, perfectamente equilibradas, se abren paso las ventanas que revelan las indicaciones del día de la semana y la fecha. Ambas ventanas están confinadas por un discreto marco en oro blanco con sus lados horizontales completamente rectos en tanto que los verticales se comban ligeramente para seguir la curvatura de la caja. Las letras que identifican el día de la semana, así como los numerales que hacen lo propio con la fecha, son de color blanco sobre un fondo que reproduce el mismo azul que el resto de la esfera.
Colección nueva, calibre nuevo: el L155.1 DATOMATIC.
De la combinación de referencias a la fecha panorámica (DATO) y del tipo de remonte automático (MATIC) se deriva el nombre con el que A. Lange & Söhne ha decidido bautizar al nuevo calibre de referencia L155.1.
Se trata de un nuevo movimiento integrado por un total de 312 componentes confinados en un espacio delimitado por un diámetro de 32,9 mm y una altura de 6,2 mm. A la vista de estas dimensiones, resulta fácil observar que este DATOMATIC se adapta de forma impecable a la caja del Odysseus (40,5 mm de diámetro y 11,1 mm de espesor). Otra muestra de la perfección perseguida, y conseguida, por Lange en este guardatiempos.
La frecuencia de oscilación del volante del Odysseus es de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y la reserva de marcha disponible se fija en un registro de 50 horas. De los acabados podríamos escribir líneas y más líneas puesto que siguen, sin desviación alguna, todos y cada uno de los guiones establecidos por la manufactura. El rotor es central, de giro unidireccional y con la masa oscilante de platino (más denso y, por tanto, mayor inercia) portando grabado el término DATOMATIC.
En esta ocasión, Lange renuncia al tradicional coq en su órgano de regulación para recurrir a un sistema de oscilación con espiral propia y sujeto por un puente de volante grabado a mano y sujeto por dos puntos.
El nuevo Odysseus de A. Lange & Söhne se identificará con la referencia 363.179 y su precio de venta recomendado será, en Alemania y con el 19% de impuestos incluidos, de 28.000 €. Haciendo un sencillo cambio, se obtiene que el precio en España debería estar alrededor de unos excelentes, en mi opinión personal, 28.500 €.
Y sí, voy a acabar aquí mis primeras impresiones acerca del Odysseus. No voy a entrar en lo que desde mi punto de vista son absurdas comparaciones intentando buscar similitudes ya sean estéticas o de concepto con otros guardatiempos. Los aficionados a la alta relojería sabéis perfectamente a qué me refiero. El Odysseus es un guardatiempos espectacular, como todos los que A. Lange & Söhne lanza al mercado, y que no precisa de argumentos en los que se deba incluir a los de otras excelentes y grandes manufacturas. A cada uno lo suyo y, desde mi criterio particular, este nuevo reloj (o colección, como prefiráis) merece absolutamente toda mi admiración.