Para ser sincero, una de las novedades pre-SIHH que espero con más ansia año tras año es la de A. Lange & Söhne. Obviando todos aquellos argumentos de peso que justifican esta ilusión, de sobra conocidos por todos y cada uno de los aficionados a la Alta Relojería, tengo los míos personales que se añaden a los primeros: mi fascinación total por Lange y la curiosidad por descubrir de qué manera conseguirá añadir novedades a su catálogo respetando de manera inmaculada su esencia, sus señas de identidad.
De hecho, me gustaría recordar la introducción con la que hace un año empezaba el artículo dedicado a las novedades de Lange en el SIHH 2016: «Excelente, completa, compensada. Desde las más altas complicaciones hasta la base de lo que se espera de un reloj mecánico. A. Lange & Söhne ha presentado durante el pasado SIHH la que en mi opinión ha sido la más completa y proporcionada colección de guardatiempos para este 2016, combinando referencias que suponen simples cambios sobre el material de la caja o ligeros rediseños en la esfera de piezas ya existentes con el lanzamiento de nuevos relojes inexistentes hasta la fecha en el catálogo de la manufactura. Sin estridencias ni excesos, respetando siempre la esencia de la marca y conteniendo el número de novedades de manera que, al contrario de lo que sucede en otros casos, la colección actual de A. Lange & Söhne es fácil de conocer y este hecho, por lo que a mí respecta, reafirma la exclusividad implícita que conllevan las creaciones de la manufactura de Glashütte». Sigo pensando exactamente igual.
Por el momento, lo que Lange nos avanza a lo que serán sus novedades del próximo mes de enero es un Lange 1 Moon Phase renovado, heredero de aquel que en el año 2002 se incorporaba por primera vez al catálogo de la manufactura. Un diámetro de 38,5 mm con una altura de 10,2 mm son las excelentes dimensiones con las que se presenta la caja de este nuevo guardatiempos que se producirá en tres referencias según material: oro blanco, oro rojo y platino.
En los tres casos la esfera se ha manufacturado en plata maciza, negra para la caja en oro blanco, plateada para la correspondiente a oro rojo y rodiada para el platino. El resto de elementos que distinguen a las tres referencias de este Lange 1 Moon Phase son el material utilizado en la construcción de las agujas e índices aplicados – de oro rodinizado para las cajas de oro blanco y platino y de oro rojo para la caja construida en este mismo material – y las correas montadas, todas ellas en piel de aligátor con cierre del tipo hebilla – negra para el oro blanco y el platino y marrón rojiza para el oro rojo.
Hasta aquí pocas, más bien ninguna, son las novedades que revela el nuevo Moon Phase de Lange. Tampoco deberemos buscarlas en el número, tipo ni en la disposición de las indicaciones. Estas siguen manteniendo sus puestos: horas y minutos en dial subsidiario descentrado hacia las 9, fecha panorámica por doble ventanilla de salto instantáneo entre la una y las dos, indicador de reserva de marcha por aguja entre las dos y las cuatro y, finalmente … un pequeño segundero con dispositivo de parada que alberga, al mismo tiempo, la indicación de las fases lunares. Aquí es donde deberemos buscar la verdadera novedad de este guardatiempos. De nuevo, recuerdo, «… sin estridencias ni excesos, respetando la esencia de la marca …».
En esta ocasión, la indicación de las fases lunares se ha implementado en dos niveles. El nivel superior es el ocupado por la representación de la Luna, en oro sólido, y que sigue en su movimiento al del ciclo lunar que tiene una duración media de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 3 segundos. La precisión del movimiento de Lange hace que esta indicación desvíe en un día exacto respecto del período sinódico verdadero cada 122,6 años.
Por debajo de esta Luna se mueve en segundo plano un disco, manufacturado también en oro sólido, que realiza un giro completo cada 24 horas. Se trata de un disco que representa el cielo y que, gracias a las distintas tonalidades de azul representa las distintas horas del día. Para el intervalo nocturno, el azul más oscuro está acompañado de un total de 383 estrellas talladas con láser. Así pues, con esta exquisita combinación de elementos, el indicador de las fases lunares se convierte, además, en un peculiar indicador día/noche.
El calibre que late en el interior del nuevo Lange 1 Moon Phase es el de remonte manual L121.3, evolución del L121.1 desarrollado hace dos años y que comparte con él la frecuencia de oscilación del volante de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y una reserva de marcha de 72 horas gracias a la existencia de dos barriletes. Como elementos de manipulación de las distintas funciones, se dispone de la habitual corona de sincronización y remonte acompañada de un pulsador a las 10 para la corrección de la fecha panorámica y de un segundo pulsador, encastrado en esta ocasión, para actuar sobre la fase lunar.
Algo más de un mes es el tiempo que resta para poder disfrutarlo en directo, además del resto de novedades que A. Lange & Söhne custodia para presentar durante la próxima edición del SIHH. No defraudará.
