Andersen Genève Jumping Hours Black Jade Stone
Una preciosa y minimalista esfera de jade negro es el telón de fondo de la complicación jumping hours de Sven Andersen.
Nacido y formado como relojero en Dinamarca, Andersen tiene un impresionante historial como maestro relojero, aunque poco conocido. Se mudó a Suiza en 1963 y trabajó durante nueve años en el Atelier des grandes complications de Patek Philippe a partir de 1969 antes de establecer su propio taller como relojero independiente. Aunque muchos estarán familiarizados con sus innumerables versiones de la complicación de horas mundiales, Svend Andersen ha ideado muchos más relojes a lo largo de su dilatada carrera. En 1995 recibió el encargo de crear un reloj con horas saltantes combinadas con un repetidor de minutos.
Posteriormente a la fabricación de varias piezas únicas, creó uno de los relojes Andersen Genève más reconocibles, el Jour & Nuit. Este ingenioso diseño, que utilizaba el módulo Jumping Hours para llevar una manecilla de 24 horas saltante de doble extremo, dio lugar a una serie de relojes fabricados para Cartier en 1998, así como a varias ediciones presentadas bajo su propio nombre. En los últimos años, Andersen Genève ha llevado la complicación de horas saltantes a un nuevo nivel con el lanzamiento de un reloj dedicado únicamente a esta complicación, donde el espacio vacío de la esfera, inherente a relojes tan minimalistas, se decoraba con métiers d’art como el guilloché.
Este año, Andersen Genève vuelve a crear una edición limitada de 50 piezas del Jumping Hours, que destaca por la elegancia y minimalismo de su esfera negra realizada en jade con una fina lámina de solo 0,4 mm de espesor. Si se observa de cerca, se pueden apreciar las vetas de la piedra natural. Personalmente, hubiera preferido que ese lienzo negro se consiguiera mediante un elegante y más exclusivo esmaltado Grand Feu. Un precioso ejemplo de combinar esta técnica de esmaltado con la complicación de horas saltantes lo encontramos en el Chopard L.U.C Quattro Spirit 25.
Presentado en una compacta caja de platino de 38 mm de diámetro con una discreta corona de oro rosa, el reloj tiene un grosor de únicamente 9,2 mm, unas medidas y proporciones que me parecen ideales para un reloj de vestir de estas características. Aunque no podemos tildarlo como un reloj ultraplano, es un grosor perfectamente asumible si tenemos en cuenta que implementa un movimiento automático en la parte posterior, dos barriletes en el centro, un módulo de horas saltantes en la parte superior y una esfera mineral relativamente gruesa. Soldadas a la caja, las asas curvas y el delicado bisel abovedado destacan por su acabado pulido a espejo, contrastando con el cepillado de la carrura.
Técnicamente hablando, este reloj divide la hora en dos indicaciones independientes: las horas saltantes se muestran en la gran ventana vertical de geometría trapezoidal a las 12 horas, mientras que los minutos se ofrecen discretamente en una subesfera a las 6 en punto que equilibra visualmente el dial. La sencilla manecilla de minutos de oro rosa apunta a una escala chemin de fer impresa en oro rosa en polvo, a juego con el logotipo arqueado de la firma sobre la ventana de la hora.
Para resaltar la importancia de la función horaria saltante, el disco que contiene los doce numerales en negro es de color blanco, destacando así poderosamente sobre el mineral negro. Si la complicación de horas saltantes ya me fascina por sí misma, el hecho de ofrecerse con una estética absolutamente minimalista gracias a la esfera negra hace que su atractivo se multiplique.
El fondo de caja presenta el característico anillo periférico de Andersen Genève, también en oro azulado, esta vez grabado con Andersen Genève y el número X/50 de la edición limitada. El movimiento es el Frédéric Piguet 11.50 con etiqueta honesta con un mecanismo de horas saltantes desarrollado y fabricado en Andersen Geneve. El FP 11.50 se ha utilizado en una variedad de relojes de lujo, quizás el más utilizado por Blancpain. Con su construcción de doble barrilete, este calibre es capaz de alcanzar una reserva de marcha de hasta 100 horas. Pero debemos recordar que la complicación de horas saltantes consume mucha energía. Aún así, en el Jumping Hours ofrece una aún impresionante reserva de marcha de 72 horas. .
El rotor automático de oro amarillo está decorado con guilloché con un patrón grain d’orge. El calibre presenta una decoración manual en varios de sus componentes, como biselado y Côtes de Genève en los puentes, perlado de la platina o el pulido a espejo de la tornillería.
El Andersen Genève Jumping Hours Black Jade Stone se entrega con una correa de gamuza negra cosida a mano y una hebilla de platino. Su precio es de 52.800 CHF.