Cuando en 2019 Audemars Piguet presentó el Code 11.59, fue recibido con división de opiniones. A favor o en contra, lo cierto es que debía luchar contra la omnipresencia del Royal Oak, pero este era, precisamente, el objetivo de Audemars Piguet: una colección completamente nueva y estéticamente alejada del icónico reloj diseñado por Gerald Genta en 1973. Ya en su lanzamiento se presentó una batería de referencias que incluían desde un básico tres agujas hasta el Supersonnerie repetición de minutos, pasando por el cronógrafo flyback, tourbillon volante, calendario perpétuo, a los que se les han sumado versiones esqueletadas y un cronógrafo flyback con tourbillon volante. Además, complementa la colección utilizando una amplia variedad de materiales tanto en su caja como en la esfera.
El Flying Tourbillon Black Onix es, subjetivamente, una de las mejores si no la mejor pieza de la colección). Precisamente, son estos relojes más complejos los que mejor se han adaptado a las particularidades estéticas de la intrincada caja del Code 11.59. La última incorporación a la colección, el nuevo Code 11.59 Starwheel, es su versión menos convencional y la que más dará que hablar: toma la característica caja de la colección y la complementa con la recuperada complicación de horas errantes sobre una esfera de aventurina azul.
Horas errantes
Las horas errantes son una de las manifestaciones más fascinantes de la relojería, de la cual Urwerk es el principal exponente actual. A pesar de que es un concepto que se remonta al siglo XVII, Audemars Piguet suele ser visto como la firma que recuperó esta complicación mecánica con el Starwheel de 1991.
El sistema de horas errantes se remonta al siglo XVII (muy probablemente en 1655). El Papa Alejandro VII sufría de insomnio que se veía agravado con el tic-tac del reloj. Para solucionar el problema, encargó un reloj de noche a los hermanos Campani bajo la premisa de que fuera silencioso y legible en la oscuridad. El resultado fue un reloj de horas errantes donde se leía la hora en un semicírculo en una ventanilla que indicaba los cuartos de hora, que también estaba iluminada desde el interior.
La complicación se adaptaría con posterioridad a los relojes de bolsillo, pero durante el siglo XIX su popularidad decayó en beneficio de la hora saltantes típica del período Art Deco durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, en 1989, un relojero de Audemars Piguet redescubrió el sistema de horas errantes en un artículo del Journal Suisse d’Horlogerie.
En 1991, Audemars Piguet presentó la referencia Star Wheel 25720, un reloj elegante y refinado con horas errantes y con tres estrellas que sostienen los discos de zafiro de las horas fijados en una gran rueda central, una construcción modernizada que también rompió el misterio de su funcionamiento al revelar el mecanismo. Durante el período de 1991 a 2003, se crearon alrededor de 30 modelos en varias formas y diseños, dentro de múltiples colecciones y, en ocasiones, combinados con otras complicaciones (como un repetidor de minutos).
Code 11.59 Starwheel
Veinte años después (los últimos modelos de la primera generación Starwheel datan de 2003), esta complicación vuelve al primer plano de la actualidad en una versión mucho más moderna adaptada a la colección Code 11.59.
La caja mide 41 mm de diámetro y 10,7 mm de grosor, y sus formas son inmediatamente identificables para aquellos que están familiarizados con los Code 11.59: caja central octogonal coronada por un bisel redondo, asas esqueletadas y un fondo circular. A primera vista, la caja parece la de un reloj tradicional, pero tras una inspección cercana queda claro que en realidad tiene una arquitectura bastante más compleja de lo esperado. En el nuevo Starwheel, el bisel, las asas y el fondo de la caja están fabricados en oro blanco, mientras que la carrura y la corona son de cerámica negra.
El uso de oro blanco y cerámica negra crea un contraste tanto estético como material, ya que el oro es pesado, suave y tradicional, mientras que la cerámica es ligera, dura y tecnológicamente avanzada. Al igual que otros modelos de la colección, una corona no roscada se combina con el fondo atornillado para ofrecer una hermeticidad de 30 metros, mientras que la esfera está protegida por un cristal de zafiro de doble curvatura. En este caso, «doble curva» no significa nada ni remotamente parecido a «doble cúpula» (como se ve a menudo en relación con los cristales convexos instalados en los relojes de buceo). Si bien su superficie interna tiene forma de cúpula, también está curvada verticalmente de las 6 a las 12 en punto. Las dos direcciones opuestas le dan una apariencia llamativa que agrega dimensionalidad a la esfera, aunque en las imágenes rara vez se aprecia bien.
Aunque la caja del Audemars Piguet Code 11.59 Starwheel ofrece una novedosa combinación de materiales, son la esfera de este reloj y la forma en que muestra la hora sus características más destacadas. Sobre un fondo de aventurina azul se dispone una esfera tridimensional de horas errantes que continúa la tradición de los relojes de horas errantes «Starwheel» que Audemars Piguet fabricó durante la década de 1990. Cada uno de los tres discos negros ligeramente abovedados están fabricados en aluminio y recubiertos con PVD negro y contienen cuatro de los indicadores de doce horas en blanco.
Si bien las horas errantes no son las pantallas más intuitivas en cuanto a su legibilidad, es bastante fácil acostumbrarse. El Starwheel marca la hora exactamente como sus predecesores. Se basa en un piñón central que completa una revolución cada tres horas, lo que hace que los discos de las horas giren. La hora actual se mostrará mediante el número que se encuentra en la parte superior de la esfera, mientras que los minutos son indicados por el pequeño triángulo negro junto a la hora actual, recorriendo la escala de minutos en forma de arco ubicada en la parte superior del reloj. Cuando el disco horario llega al numeral 60 y termina su función, el siguiente disco retoma la indicación de horas y minutos entrado por el lado opuesto en el minuto “00”.
Pero, el nuevo Starwheel se diferencia de los modelos anteriores en un aspecto clave: ahora tiene un segundero central, algo ausente en los Star Wheel anteriores. El segundero central está elaborado en oro blanco y presenta una punta curva para sobrevolar el perfil abovedado de los tres discos subyacentes. Además del fondo de aventurina azul, el resto de los elementos de la esfera aparecen en un tono monocromático en blanco y negro que complementa el look de la caja.
El movimiento de cuerda automática Calibre 4310 se basa en el Calibre 4309, al que le suma un nuevo módulo en su parte superior para las horas errantes. El Calibre 4310 es un movimiento que late a una frecuencia de 28.800 alternancias (4 Hz) con una reserva de marcha de 70 horas. El módulo central hace una rotación completa de la esfera una vez cada tres horas, mientras que cada uno de los tres discos negros gira de forma independiente para compensar su cambio de posición. El movimiento tiene un acabado impresionante Tal como cabía esperar de Audemars Piguet, el mecanismo presenta un buen nivel de acabados, con Côtes de Genève y un prominente biselado fresado en sus puentes, y un rotor esqueletado de oro rosa.
El nuevo Code 11.59 de Audemars Piguet Starwheel se entrega con una correa recubierta de caucho negro texturizado y una hebilla de oro blanco grabada con el logotipo de Audemars Piguet.
Al igual que el Royal Oak, el Code 11.59 es intrínsecamente un poco divisivo en su diseño central, aunque incluso aquellos que no son fans de su particular estética aún pueden apreciar la complejidad de la construcción de su caja. Dicho esto, las principales objeciones a la colección Code 11.59 han sido respecto a los diseños de esfera elegidos para algunos de los modelos menos complejos. Por suerte, las últimas novedades de la colección han adoptado diseños significativamente más complejos que han recibido una acogida mucho más cálida (a pesar de sus precios significativamente más altos).
Con un precio 48.000 CHF, el nuevo Code 11.59 Starwheel es bastante menos costoso que cualquiera de los modelos tourbillon o calendario perpetuo, y representa solo un pequeño aumento de precio en comparación con las versiones con cronógrafo flyback.
