El asombroso Audemars Piguet [RE]Master02 es la segunda fase de una colección que recupera iconos del pasado de esta manufactura suiza.

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Audemars Piguet presenta el [RE]Master02, un extraño nombre, cuyo origen parece ser el término «remasterizar», que implica reeditar relojes icónicos de su legado histórico. En el 2020, Audemars Piguet desveló el [RE]Master01(artículo), la réplica de un icónico cronógrafo de 1943. Por tanto, lo que parecía ser un hito aislado, parece convertirse en una saga. Desde luego, por referentes en el archivo histórico de Audemars, no será.

En esta ocasión, el reloj que reedita Audemars Piguet con el [RE]Master02 es muy distinto del de la primera edición. Se puede afirmar que pasa de un extremo al otro, de un reloj de diseño extremadamente clásico a uno que lleva el futurismo al límite. De hecho, si este reloj formara parte del catálogo actual de marcas vanguardistas como Urwerk o MB&F, nadie lo encontraría fuera de lugar.

Audemars Piguet 5159BA (1961)

Concretamente, el reloj que «remasteriza» Audemars Piguet con el [RE]Master02 es un modelo del año 1961, cuya referencia era 5159BA, un ejemplo perfecto de que dicha década, junto con la de los 70, constituyó la época de oro del diseño relojero. De esta etapa nacieron los diseños más originales y en ella se gestaron la mayoría de los iconos de la relojería de pulsera.

La fascinante caja del [RE]Master02

Sin ningún género de dudas, el elemento externo que otorga todo su carácter al Audemars Piguet [RE]Master02 es su caja. Asombrosa es el calificativo que creo más adecuada para calificarla, ya que este es el efecto que, sin duda, causará a cualquier persona que la observe por primera vez. Su estructura misma ya es atípica dado que no está compuesta por las tres piezas habituales que conforman la caja de un reloj. En este caso, lo que entendemos por bisel es inexistente y forma una pieza solidaria con la misma carrura, que se une al fondo mediante cuatro tornillos.

La propia Audemars Piguet califica el [RE]Master02 como «tributo al brutalismo». En este punto no debemos confundir la corriente arquitectónica y de diseño de esta nombre, con el concepto de brutalidad. Audemars Piguet se refiere a la corriente artística, cuyo máximo impulsor fue el arquitecto franco-suizo Le Corbusier, con lo cual todo queda en casa. El origen de este término es la denominación francesa «béton brut», que traducido significa «hormigón en bruto». Dos de las características de esta corriente de diseño eran las estructuras fuertes y las formas rígidas, conceptos de diseño que la caja del [RE]Master02 lleva al extremo.

A partir de aquí, categorizar la forma de la caja del [RE]Master02 resulta prácticamente imposible. Genéricamente es de geometría poligonal porque en su diseño no aparece una sola linea curva. Dentro de este grupo de formas geométricas, ya no tengo ni idea de como calificarla. En su aspecto tridimensional, aunque su base es cúbica, creo bastante correcto incluirla en el grupo de los troncos de pirámide, En una vista frontal de dos dimensiones, es posible que exista un categoría geométrica para definirla, pero la desconozco.

Además de su robusto aspecto y de sus lineas fuertemente anguladas, si algo define esta caja es la irregularidad. La caída de la cara de parte derecha de la pirámide es mucho más suave que la de la izquierda. Por tanto, para llegar a la misma altura de su base cúbica, extiende considerablemente su longitud. Dicho más llano, la parte derecha de la caja del [RE]Master02 es mucho más amplia que la izquierda. Por si esta asombrosa arquitectura no bastase, los diseñadores de Audemars Piguet de la época, decidieron equipar con cristal el plano inclinado de esta cara. Este no es un detalle nimio, ya que encajar un cristal con esta forma directamente en la caja sin pasar por el típico bisel, es extremadamente complejo.

El resultado, que seguro muchos calificaron de extravagante, a mí me parece una genialidad de diseño. Eso sí, el adjetivo «discreción» no tiene cabida cuando hablamos de este reloj, por tanto, abstenerse los vergonzosos.

Aparte de su desconcertante geometría, hay otro factor que convierte a la caja del [RE]Master02 en un mundo aparte; el material con el que está elaborada. Se trata de una aleación que Audemars Piguet denomina como oro arena y define como «una nueva aleación de oro de 18 quilates cuyas tonalidades varían entre oro blanco y oro rosa en función de la luz y el movimiento de la muñeca». La composición de esta aleación es de un 75% de oro y un 25% de cobre y de paladio. Deduzco que, con el fin de reducir la saturación del tono rojizo, el porcentaje de cobre será más bajo de lo habitual.

El fondo de la caja equipa un cristal de zafiro, lo que nos permite observar el movimiento que encierra, de geometría redonda. Estrictamente este conjunto no cumple lo esperado por una pieza de la más alta relojería, que exige que los movimientos sigan la misma forma que la caja. De todos modos, es algo muy entendible, porque una cosa es realizar un movimiento cuadrado o rectangular y otra muy distinta diseñar y desarrollar un calibre de una geometría alocada para equipar pocas unidades de un reloj determinado. El coste de su desarrollo en relación al número de su producción sería desorbitado.

Audemars Piguet [RE]Master02, una esfera diáfana

Si la caja del [RE]Master02 es de las más complejas que se han creado, su esfera es la personificación de la simplicidad aunada a un diseño exquisito, dos conceptos extremadamente difíciles de unificar. Su simplicidad ya se inicia con las indicaciones que ofrece: horas y minutos, nada más. Estas son las dos únicas indicaciones imprescindibles en un reloj, que de hecho son los únicos motivos por los que en la mayoría de ocasiones consultamos el reloj.

No obstante, esta aparente simplicidades es muy engañosa ya que la elaboración de esta esfera está realizada por un método muy similar al esmalte cloisonné. Efectivamente, no se trata de una base sobre la que se aplican los índices, sino de 12 piezas triangulares que se ensamblan siguiendo le patrón de las divisiones que crean unas particiones galvanizadas en tono oro arena. Estas lineas son las que actúan a modo de índices horarios y para su lectura ofrecen una legibilidad espectacular, creada por su contraste sobre las placas tono «Bleu Nuit, Nuage 50», obtenido por tratamiento PVD (Physical Vapour Deposition).

La conclusión es que la esfera del [RE]Master02 es el ejemplo perfecto del dicho «las apariencias engañan». Lo curioso es que el conjunto de esta esfera tan elegante y exquisita con la «brutalidad y robustez de la caja no resulta extraño ni forzado. Todo esto también demuestra que la gran regla del diseño es que no hay reglas.

El Calibre 7129

El mecanismo que equipa el Audemars Piguet [RE]Master02 es el Calibre 7129. Se trata de un movimiento extra-plano basado en el Calibre 7121, del que se ha eliminado el módulo del fechador. Su grosor es de tan solo 2,8 milímetros, lo que permite que, a pesar de su forma tan rotunda, la caja de este reloj se limite a unos asombrosamente finos 9,7 mm. Nuevamente, las apariencias engañan ya que la sensación que transmite el diseño de esta caja es de ser mucho más gruesa.

Siguiendo el juego de la asimetría de su caja, la masa oscilante que proporciona el automatismo al calibre 7129, parcialmente calada, ofrece una estructura totalmente irregular. Siguiendo también el patrón del reloj, esta masa oscilante está realizada en oro arena. Un doble brazo soporta el volante, que oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 52 horas.

Audemars Piguet [RE]Master02 – conclusiones

Audemars Piguet [RE]Master02 - front

Me parece una decisión acertada recuperar diseño relojeros de los años 60, y una marca como Audemars Piguet tiene un fondo de armario ideal para hacerlo. Un ejemplo magnífico es este [RE]Master02, mucho más fascinante que el [RE]Master01, que aportaba una geometría de caja y de esfera más convencional. Además, sus contenidas dimensiones, le convierten en un reloj versátil, incluso adecuado para una utilización diaria.

De lo que no me cabe duda es que se trata de una pieza de colección, que muy probablemente experimentará una notable revalorización con el tiempo. Como es de esperar en este tipo de piezas, Audemars Piguet lo emitirá en formato de edición limitada, a 250 unidades. Su precio es de 47.400 €.

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Décadas de pasión heredada por la relojería. 17 años transmitiendo esta pasión por internet. Primero fue MundoPanerai, luego Cronomundi, ahora Watch-Test. Unos proyectos que nacieron bajo una idea muy clara que se mantiene en el tiempo: el lector busca opinión de calidad y fiable. Con toda la subjetividad que conlleva, opinión y crítica razonada es lo que pienso seguir ofreciendo.

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