Siguen llegando avances de las firmas que exhibirán sus novedades en el SIHH de Ginebra 2017 y ahora es el turno de Audemars Piguet, con el Royal Oak Frosted Gold. A nadie sorprenderá que se trate de una nueva variante del Royal Oak, ya que este legendario reloj ha marcado la imagen de Audemars, y de la Alta Relojería contemporánea, desde que Gerald Genta lo diseñara en el año 1972. Concretamente, lo que nos adelanta Audemars es el nuevo Royal Oak Frosted Gold, un reloj destinado al público femenino, lo que tampoco nos debe extrañar ya que este año se cumple el 40 aniversario del primer Royal Oak pensado para mujeres, presentado en 1976.
El nuevo, o mejor dicho, «los nuevos» Royal Oak Frosted Gold que nos presenta Audemars Piguet, se ofrecerán en dos tamaños de caja; 37 y 33 milímetros de diámetro, pudiendo elegirse cada uno de ellos en oro rosa u oro blanco. Nada nuevo en el horizonte pensaréis, ya que estos datos básicos definen también los Royal Oak de carácter femenino ya existentes en el catálogo de Audemars Piguet. Con solo estos datos tendríais toda la razón del mundo, pero hay dos aspectos que convierten a estos Royal Oak femeninos en novedades de carácter mayor.
La primera característica inédita es que Audemars ofrece estos Royal Oak Frosted Gold sin engaste alguno de diamantes en su caja, el detalle que utilizan la mayoría de las marcas para dar un toque femenino a los relojes diseñados inicialmente para el público masculino. Esto es algo que vengo reclamando desde hace años, ya que un engaste de piedras preciosas convierte a cualquier reloj en ostentoso, una cualidad poco aconsejable para la mayoría de actividades profesionales que desarrollamos a diario.
A partir de aquí, la cuestión es como consigue entonces Audemars diferenciar externamente el Royal Oak masculino del femenino. La respuesta nos la da la segunda gran novedad que nos aportan estos Royal Oak Frosted Gold, que es el especial tratamiento del oro con el que se realiza su caja y brazalete. Se trata de una antigua técnica de orfebrería, conocida como técnica florentina, que Audemars ha aplicado de la mano de la mano de Carolina Bucci, una reconocida diseñadora de joyas nacida en Florencia y consumada especialista en este tratamiento superficial del oro.
El término «frosted» que denomina estos nuevos Royal Oak femeninos, que traducido al español sería «escarchado», ya define cual es el efecto que produce este tratamiento del oro. Efectivamente, observando las imágenes ya apreciamos el brillo inusual que emiten estos relojes, que nos recuerda al intenso y brillante reflejo que produce la incidencia de la luz en la escarcha.
Los mecanismos que albergan estos Royal Oak Frosted Gold son los mismos que utilizan sus homólogos engastados que encontramos en el catálogo actual de Audemras Piguet. Así, el modelo de 33 milímetros alberga un movimiento de cuarzo, el calibre 2713, mientras la variante de 37 milímetros acoge en su interior un movimiento mecánico de carga automática, el calibre 3120, que oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de 60 horas.
Como conclusión, se puede afirmar que paradójicamente, recurriendo a una técnica casi ancestral, el concepto de estos Royal Oak Frosted Gold es ciertamente vanguardista. Audemars consigue un reloj de carácter femenino basándose y manteniendo todos los códigos estéticos del Royal Oak masculino y todo ello sin añadirle el típico engaste de piedras preciosas. Por otra parte la aplicación de la «técnica florentina» al oro de la caja y del brazalete produce un efecto ciertamente espectacular sin entrar en el terreno de la ostentosidad, algo que inevitablemente desprende un engaste de diamantes.