El Tudor Black Bay Fifty-Eight ha sido, personalmente, uno de los mejores relojes que he visto en Baselworld este año, gracias a su precioso diseño decididamente vintage y su nuevo calibre manufactura, ofrecido además bajo una excelente relación calidad-precio.

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Ya en la esfera no observamos cambio alguno respecto a sus hermanos mayores. La esfera negra abombada muestra la escala minutera y las inscripciones en dorado, combinando a la perfección con el oro de la anteriormente citada escala del bisel, las manecillas y los índices horarios circulares, ambas con abundante aplicación de material luminiscente de color crema.
El principal elemento diferenciador siguen siendo las manecillas snowflake.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

Tal como podemos observar si revisamos el artículo que publicamos anteayer sobre la historia de los Tudor Submariner, la firma ha mezclado diferentes elementos de modelos de diferentes décadas: mientras la caja y diseño general se inspira en el 7924 de 1958, las agujas snowflake no aparecieron hasta diez años más tarde en la esfera del Tudor Submariner 7016 de 1969. ¿Porqué Tudor no ha utilizado en los Black Bay el diseño original de agujas tipo espada con el círculo en la horaria que exhibían las referencias de los años 50 y 60?. Simplemente, para reforzar su identidad y diferenciarse del hermano mayor, Rolex. La única licencia que se ha tomado Tudor en ese sentido fue el Black Bay One para Only Watch 2015, una única pieza basado en la imagen del Submariner 7923 con agujas de tipo espada.

En esa misma dirección entendemos porqué, a pesar de llamarse así desde su nacimiento en 1954, los actuales diver de Tudor no retoman el apellido Submariner, un término que Rolex decidió, con buen criterio, reservar para su modelo estrella.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

Para obtener una caja más delgada y más pequeña, Tudor ha rediseñado su movimiento manufactura MT5602  para crear el calibre MT5402. Si bien comparte las mismas especificaciones técnicas que el movimiento de los Black Bay de 41 mm, sus medidas pasan de 31,8 mm de diámetro y 6,5 mm de grosor del MT5602 a unos comedidos 26 mm y 4,99 mm respectivamente en el MT5402. Como vemos, la diferencia de grosor entre los calibres es del 25%, exactamente la misma que hay entre las cajas del Black Bay 41 mm y el Fifty-Eight.

Calibre MT5402

Sus principales características son una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 Hz), 70 horas de reserva de energía, volante de inercia variable y espiral de silicio amagnético. Además, su cronometría viene avalada por el certificado COSC.

El Tudor Black Bay Fifty-Eight se entrega con tres opciones posibles, aunque la más recomendable por su polivalencia es el brazalete remachado que implementa la colección desde hace dos años, inspirado en los que vestían los modelos vintage. Las cabezas de remache visibles fijan los eslabones visibles que, además, se disponen según una estructura escalonada. Alternativamente se ofrece con una correa marrón de cuero con cierre desplegable o con una correa de tejido negro con una banda dorada.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

Si el diámetro de 41 mm nunca ha sido un problema, sí lo ha sido el grosor del reloj. Sus casi 15 mm hacen que para algunos sea incómodo de vestir, sobretodo con camisas de manga larga. Pero el Fifty-Eight es radicalmente diferente, no tanto por su diámetro de 39 mm, sino por sus casi tres milímetros menos de grosor. Más compacto, mucho más delgado, menos robusto y voluminoso, el nuevo Fifty-Eight no solo tiene un aspecto vintage, sino que también transmite la sensación de llevar un vintage en la muñeca.

Si a su excepcional diseño de estética vintage y perfecta ergonomía le unimos las bondades del nuevo calibre manufactura MT5402 con 70 horas de reserva de marcha y espiral de silicio, no puedo sino concluir que estamos ante uno de los mejores relojes que he visto este año en Baselworld. Y si por si no fuera suficiente, su relación calidad-precio es excelente, manteniendo la política que Tudor nos ofrece en todas sus colecciones. Si nos decidimos por el brazalete de acero, su precio es de 3.360 €, mientras que si optamos por las correas, baja hasta los 3.060 €.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

 

Ubicado entre los Black Bay 41 mm y los de 36 mm, ésta era una referencia perfecta para lanzarla en edición especial y crear una demanda y expectativa que hubiera repercutido muy positivamente en el reconocimiento de marca. Por suerte no ha sido el caso, y el Black Bay Fifty-Eight se incorporará a la colección anual sin ningún tipo de restricciones. Disponible a partir de julio, seguro que será un éxito de ventas.

Especificaciones técnicas

Tudor Black Bay Fifty-Eight ref. M79030N


Caja: 39 mm de diámetro x 11,9 mm de grosor – caja de acero inoxidable, cepillada y pulida – cristal de zafiro en el lado de la esfera – trasera de acero atornillada – corona atornillada  – 200 m de hermeticidad.


Bisel: de buceo unidireccional en acero – escala de 60 minutos impresa en una inserción de aluminio anodizado negro – índices y números en oro rosa.


Esfera: esfera negra mate abovedada – índices aplicados y agujas en baño de oro rosa – manecillas snowflake – aplicación de sustancia luminiscente en índices y agujas.


Movimiento: calibre MT5402 manufactura con certificación COSC – remonte automático – volante de inercia variable – espiral de silicio – 26 mm de diámetro x 4,99 mm de grosor – 27 joyas – frecuencia de 4 Hz – funciones de horas, minutos y segundos.


Correa / Pulsera: correa de cuero envejecida de color marrón sobre cierre desplegable de acero – o pulsera de 3 eslabones remachada de acero con acabado satinado – o correa de tela negra con una banda de color dorado sobre hebilla de clavija de acero


Precios y referencias:
M79030N-0001 – pulsera de acero – 3.360 €
M79030N-0002 – correa de piel – 3.060 €
M79030N-0003 – correa de tela – 3.060 €

Más información: www.tudorwatch.com

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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